La historia de Boca en el Mundial de Clubes se terminó el martes, en Nashville. Pero el plantel regresó a Miami y los jugadores están licenciados hasta el martes 1° de julio, cuando arrancará la pretemporada en Boca Predio de cara al debut en el Torneo Clausura ante Argentinos Juniors el fin de semana del 13 de julio. La delegación completa regresará este jueves por la noche y estará en Argentina en las primeras horas del viernes.
Mientras tanto, la vida continúa. Y ahora llegó el momento para descomprimir. Miguel Ángel Russo decidió que los jugadores tengan dos días libres en Miami antes de pegar la vuelta y seis de vacaciones en total hasta retomar el trabajo en Ezeiza.
Entiende el entrenador que es momento de poner la cabeza -y las piernas- en remojo. Ya hizo su diagnóstico después de los primeros tres partidos de su tercer ciclo en el club y ahora deberá rearmar un plantel que tendrá muchas bajas para el segundo semestre.
Así, pues, de Boca podrían irse en principio Marcos Rojo, Sergio Romero, Frank Fabra y Marcelo Saracchi. También quieren salir Luis Advíncula y Exequiel Zeballos. Y después hay una larga lista de futbolistas en duda, entre los que se encuentran Agustín Martegani, Ignacio Miramón, Brian Aguirre, Lucas Janson y Juan Barinaga, entre otros.
Entonces, otra vez deberán reunirse las cabezas del Consejo de Fútbol con el presidente, Juan Román Riquelme, y el entrenador para definir qué refuerzos traer.
Ya contrataron a Malcom Braida y Marco Pellegrino para el Mundial de Clubes y ambos debutaron con la camiseta de Boca. Pero si la depuración del plantel se hace con precisión quirúrgica, serán muchos los puestos a reforzar.
De movida, el regreso de Leandro Paredes, una figura de la Scaloneta que pega la vuelta al club que lo vio crecer, es sin duda la movida que patea el tablero. Su contratación se dilató más de esperado, incluso se lo quería para la fase de grupos del Mundial de Clubes, o en caso de pasar a octavos como refuerzo de lujo. Ejecutará la cláusula de 3,5 millones de euros de salida de la Roma (Boca facilitará el dinero) y, una vez finiquitada la operación, el mediocampista firmará un vínculo por tres años y medio.
Otro nombre que trascendió es el de Marcelino Moreno, de Lanús. Pero por ahora todo está muy verde. El puesto de generador de juego está sin dudas bajo la lupa en el mundo Boca.
En tanto, Riquelme y sus colaboradores transitan por Miami y piensan en lo que viene. La rutina de Román en Estados Unidos consistía en largas caminatas nocturnas (de madrugada) por las calles de la zona de Las Olas, en Fort Lauderdale, donde hizo su base la delegación de Boca. El presidente del club llegó a caminar distancias de hasta 8 kilómetros y lo hacía de noche por el calor y para no ser visto.
Los jugadores, en tanto, estuvieron este miércoles y jueves paseando junto a sus familias y haciendo compras. Muchos optaron por el Dolphin Mall y otro por el Sawgrass, dos centros comerciales enormes con ofertas y ropa barata en comparación a los precios de la industria textil en Argentina. Pero también pasaron por la playa para darse un chapuzón en las cálidas aguas de Fort Lauderdale, a pesar del mar con sargazo. Los jugadores hicieron todos sus paseos con ropa de civil.
La última actividad del plantel de Boca en Estados Unidos como un equipo será en la noche de este jueves cuando cenarán todos juntos en el Hotel Hyatt Las Olas, después se irán al aeropuerto para abordar un vuelo chárter de Aerolíneas Argentinas que despegará a las 23.30 de Miami (una hora más en Argentina) y llegará a Ezeiza cerca de las 9.30 de la mañana. Y allí será la despedida. Y lo que viene será un nuevo comienzo.