La ministra de Defensa, Margarita Robles, llamó la semana pasada a su homólogo argelino, el general Said Chanegriha, para agradecerle su mediación en la puesta en libertad de Joaquín Navarro Cañada, el español secuestrado el 14 de enero en el sur del país y liberado el pasado martes. La llamada de Robles refleja el decisivo papel que en la liberación de este profesor de arqueología jugó Argelia, un país con el que España ha mantenido relaciones muy frías desde que el Gobierno de Sánchez pasó a apoyar la posición marroquí sobre el conflicto del Sáhara, lo que llevó a Argel a mantener más de 19 meses vacante su Embajada en Madrid.
Robles ha agradecido la mediación de Argelia durante la toma de posesión del nuevo director de inteligencia del espionaje español, cuya identidad no se ha revelado. La sustitución se produce tras el nombramiento de su antecesor, Luis García Terán, como secretario general y número dos del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
En el acto, celebrado en la sede del servicio secreto sin la presencia de medios de comunicación, Robles ha agradecido la colaboración de Argelia y ha añadido que, “sin la labor que ha desarrollado el CNI, esta liberación no se hubiera producido”. Tras destacar la “discreción y profesionalidad” de los espías españoles, ha expresado su “reconocimiento y agradecimiento” a los mismos y ha abogado porque “los ciudadanos españoles sepan la gran labor que desarrollan”.
Joaquín Navarro fue liberado el pasado martes por el Frente de Liberación del Azawad (FLA), la milicia separatista del norte de Malí. El español había sido secuestrado en el sur de Argelia por una banda criminal que cruzó la frontera de Malí con su rehén para venderlo al Estado Islámico del Gran Sahara (EIGS) por una fuerte suma de dinero. Antes de que se produjera la venta, una unidad del FLA se hizo con él y lo entregó a las autoridades argelinas, según el comunicado que hizo público la guerrilla tuareg.
Fuentes gubernamentales aseguran que el CNI no ha pagado rescate por su liberación e inscriben esta en las relaciones que mantiene el FLA con las autoridades argelinas y también en el deseo de Argelia de poner fin a los secuestros de occidentales en el sur del país, que dañan su imagen internacional. Las autoridades argelinas tuvieron especial interés en publicitar la liberación del rehén español con una comparecencia ante la prensa el pasado miércoles en la que estuvieron, además del propio Navarro, el embajador español en Argel, Fernando Morán, y el secretario general del ministerio argelino de Asuntos Exteriores, Lounès Mokarmane.
El 12 de enero fue secuestrada en la región de Agadez (Níger), próxima a la frontera argelina, la ciudadana austriaca Eva Gretzmatcher, que aún sigue privada de libertad. Las fuentes consultadas subrayan que la rapidez con la que se actuó en el caso del profesor español evitó que su captura por delincuentes comunes derivase en un largo y complicado secuestro con implicaciones políticas.
