Era apenas un niño cuando observaba atento los outfits que su mamá armaba todos los fines de semanas para ir al club. Con poco se las ingeniaba para cranear distintos conjuntos. Esa manera de vestir, con prendas de línea simple, confeccionadas con materiales nobles, el diseñador Matías Carbone la asimiló al pie de la letra, y hoy es uno de los rasgos que caracterizan su marca homónima
Y más allá de la formación que tuvo en la Asociación Biblioteca de Mujeres (ABM), la escuela de Carbone fue sin dudas la industria argentina. Algo así como una academia práctica donde conoció cómo se hace la ropa de pé a pá trabajando en grandes firmas de indumentaria. Esto pasó entre los años 90 y el transcurso de los 2000, en empresas como Paula Cahen D’Anvers y Felíx, también tuvo su paso por Ay Not Dead y Jazmín Chebar. Además, hizo sus palotes como modelo con experiencia en Europa y Japón.
Lo sutil no quita lo valiente. Eso se advierte al ver sus diseños, dignos de un dandy argentino reversionado para esta era. Y si el sistema de la moda insiste en las prendas sobredimensionadas, el diseñador, oriundo de Lomas de Zamora, se enfoca en los detalles con propósito; desde un bordado amoroso en un saco hasta un motivo en randa aplicado en una remera.
Al mismo tiempo que, subvierte la vorágine usual de las colecciones, con vestimenta ralentizada; hecha artesanalmente, tanto en la sastrería como en los tejidos en crochet y en lana con reminiscencias domésticas.
Carbone vistió a Natalia Lafourcade y Bizarrap para los Grammy, y ganó notoriedad para el público masivo en la ceremonia del Martín Fierro de la Moda, celebrada en diciembre, donde fue galardonado en el rubro de moda masculina.
Foto: Santiago García Díaz
Lanzaste la firma en plena pandemia, típico de acá, que surgen marcas en momentos de crisis
Sí y todos mis amigos me decían que estaba loco; todo el mundo se vestía de jogging y yo haciendo trajes. Era la ropa que necesitaba para la edad que tenía, porque la que usaba no me representaba. Tenía 41 años y no podía vestirme más con remera rockera y chupín.
Salió de tu necesidad y fue una respuesta a la ropa informal?
Sí, era la ropa para ir a ver una inauguración de una muestra de arte o para ir a un concierto. Cuando era chico, mi mamá me ponía todo el tiempo jogging y cuando me vestía con un pantalón de corderoy o el gris de sarga del colegio, con raya al medio, la corbata y el saco, no lo podía creer. Me sentía otra persona, bien vestido. Me daba ilusión.
¿Cómo empezaste?
Con mis ahorros, lo hice a mi escala, algo sostenible. Eran dieciocho artículos, con la web, en el living de mi casa y con cita previa. En un perchero tenía dos trajes, dos camisas, tres sweaters y un pantalón pijama. La sastrería se hacía a medida y lo otro era dos de cada uno.
¿Quiénes fueron tus primeros clientes?
Algunos amigos y muchos del mundo del arte. Hacíamos cenas en casa con mi novio, Leopol Mones Cazón. Él tiene una galería de arte. Y esa manera, la de vender las obras de arte, la
tomo para el costum-made. Los invito a venir para que vean como se hace el saco, le tomo las medidas, después vienen al mes, es un ejercicio que hago con el cliente. Algo que sea un disfrute. Vender y que lleve su tiempo, es algo novedoso para la moda.
Sastrería y mixtura con lo artesanal, son dos de los grandes rasgos de tu marca, ¿qué otra característica la define?
Ser más orgulloso con lo argentino. Existe esa mirada que piensa que lo de afuera es mejor, que nosotros no podemos, que no tenemos la tela, la confección, etc. Y sí, se pueden hacer cosas buenas acá.
Trabajar con lo autóctono, como, por ejemplo, con las randeras de El Cercado. Se puede hacer algo actual para usarlo en una fiesta en París o en Buenos Aires. Sin necesidad de ser redundante o gauchesco. Somos mucho más que eso.

Foto: Santiago García Diaz
Algunos dicen que el futuro va a ser artesanal, ¿qué pensás de eso?
No creo que haya un único futuro. A mí se me da por lo artesanal porque lo tengo muy adentro. El crochet me da versatilidad e identidad, como si fuese un paño blanco para hacer lo que quiero.
Tus prendas tienen algo de amoroso, incluso hogareño. ¿A qué lo atribuís?
A mi entorno. Crecí viendo tele con mi mamá, tejiendo dos sweaters por invierno para cada uno de los tres hijos, yo devanaba la lana. No trato de ir más lejos de lo que me rodea. A mi equipo de trabajo le digo: “miremos a nuestro alrededor”. Argentina tiene un montón de cosas para explorar, las artesanas, los artistas.
Decís que te detenés en las sutilezas, ¿cómo lo logras en una industria tan acelerada?
La verdad es que el que viene a Carbone, el que llega hasta acá, ya sabe adónde viene. Y si en el perchero la ropa parece muy jugada, en la vida cotidiana no lo es. Es re fácil.
¿Cuál es el hit de Carbone?
Puedo hablar de rubros, el tejido es algo muy fuerte, nos da identidad. Y la potencia y la solidez la da la sastrería, el resto acompaña esos dos pilares.

Foto: Santiago García Diaz
Antes no se le prestaba tanta atención a la ropa del novio, ¿cómo surgió la sección de wedding?
Una persona con la que trabajo, que tiene mucha experiencia en marcas, me dijo que tenía que desarrollar el botón en la página que diga “wedding”. Y que además tenía que hacer una editorial sobre eso. Hice mi versión, mezclándolo con randa, con un sweater, con un traje con flores. Ese es mi wedding, lo que pasa acá. Es una parte de mi colección encapsulada y con una campaña propia. Con un estilo de modelo particular, con un cuerpo específico, quizás para ready to wear pongo un chico más desgarbado y para wedding, uno de alta costura.
La ropa se sigue haciendo para los cuerpos hegemónicos, si viene un cliente que se sale de esos parámetros. ¿Lo haces a medida?
Si, para todos los cuerpos, todas las alturas, todos los sexos. Hacerlo me da el placer máximo. Hago la solapa, el largo de pantalón y de manga que quieran. Soy un laburante y me gusta el desafío.

Foto: Santiago García Díaz
¿Cómo se dio lo de Bizarrap?
Me convocó el equipo de estilismo de él. Es un amor. Vestí a famosos, y por mi carrera conozco a algunos otros. Nunca me pasó lo que me pasó con él, por la humildad, la seguridad, por lo respetuoso. Me dejó hacer lo que quería.
¿Cuál era la idea?
Él quería un traje y como Adidas no los hace, colabora con diseñadores. Tuve un mes para hacerlo. Quería pasar desapercibido. Le di recursos de la colección que estábamos preparando con bordados con canutillos. Me di todos los gustos. Trabajé con el artista Valentín Demarco. Hizo dijes para él; un sol de Argentina y otro del logo de Bizarrap.
Después de eso, ¿te llamaron más?
Mis artistas clientes no lo podían creer. Fue uno de los proyectos más placenteros. Lo que nos dio visibilidad fue ganar el Martín Fierro. No lo esperaba.

Foto:Santiago García Díaz
¿Te sorprendió la convocatoria?
Me sorprendió haberlo ganado, pensé que se lo daban a José Valosen que está hace mucho en el rubro. Y yo vengo hace poco tiempo, de los tres era el más joven. Pero humildemente, soy el único que tiene una colección más amplia.
Más allá del Martín Fierro, ¿No es medio obsoleto hablar de “moda masculina”?
Carbone es una marca donde muestro modelos hombres, pero las telas son casi todas de las que compran las firmas de mujeres. Es un gesto de apertura haber reconocido a la marca más femenina de la terna. Trato de no juzgarlo porque si no entro en un debate que no es mi batalla. La mía es más silenciosa; estar ahí, siendo una marca bastante poco tradicional, no solo para Argentina. En París, les parece impresionante que esta sea una firma de hombres. Para ellos mismos es muy transgresora. Es un momento muy particular
Quizás lo transgresor tiene que ver más con lo amoroso y no con lo destroy, lo mismo pasa con lo discursivo, ser transgresor es hablar bien, ser amable
Totalmente, ser empático, tratarnos mejor.

Foto: Santiago Garcia Díaz
Pensando en la sustentabilidad, la tecnología y la diversidad, como tres grandes cuestiones de la actualidad. ¿Cómo imaginás la moda que viene?
Creo que las marcas grandes, que guían el camino, quieren estar más cerca del consumidor, hablarle más directo. No solo la calidad en el producto, sino también en el trato. Nosotros empezamos a hacerlo hace varias temporadas.
¿Cuáles son tus deseos para el futuro?
Poder seguir haciendo el producto que hago. Acá, en reuniones, ya se empezó a hablar de escalar, pero si hago ropa en India va a ser de otro tipo. Es una marca súper nacional, no quiero perder la identidad.

Foto: Santiago Garcia Díaz