El de este viernes en Córdoba capital fue un hallazgo tan raro como, finalmente, triste: un ciervo moteado fue visto en distintos puntos de la ciudad mientras corría desorientado y luego de que entrara a un local murió por causas que se investigan, dado que agentes de la Patrulla Ambiental que lo localizaron dijeron que había sufrido un gran estrés y mostraba una herida en su frente.
La estupefacción de los barrios Pueyrredón y General Paz fue total cuando observaron esa escena inusual en medio de la ciudad: un ciervo moteado corría incansablemente de aquí para allá, en medio de veredas y calles, desorientado. Por tal motivo, además de registrar el momento con sus celulares, alertaron a las autoridades que enviaron diversas cuadrillas para poder capturarlo y contenerlo.
Sin embargo, el animal siguió su curso errante hacia otros barrios como Alta Córdoba y Cofico. En ese último vecindario, el animal ingresó, desorientado, en una óptica de la calle José María Bedoya al 100, donde murió. Una vez reportada la muerte del ciervo moteado, agentes de la Patrulla Ambiental, enviados por la Policía de Córdoba, quedaron en custodia del cuerpo.
Según los agentes, la muerte se habría debido a un estrés debido al largo recorrido que el animal realizó por varias horas, aunque también advirtieron que tenía una herida en la frente, y se sospecha que pudo haber sido atropellado durante su trayecto. El viernes por la noche se ordenó una autopsia al cuerpo para determinar con exactitud las causas del fallecimiento.
A su vez, las autoridades locales explicaron que se trataba de un ejemplar de fauna silvestre, aunque también que es frecuente ver ejemplares en el área de Gran Córdoba y en zonas serranas, aunque no en la ciudad misma.
El anterior caso del género había sido reportado hace casi un año y medio, cuando un ciervo colorado merodeó durante días el aeropuerto internacional de Córdoba, aunque las autoridades de la Patrulla Animal pudieron sedarlo, capturarlo y, posteriormente, trasladarlo hacia la Reserva Tatú Carreta para su preservación.
La del ciervo moteado (axis axis, su nombre taxonómico) no es una especie autóctona sino considerada “invasora”. Es, más bien, proveniente del subcontinente indio, principalmente de la India y Sri Lanka. A la Argentina llegaron ejemplares entre 1928 y 1930 desde Uruguay, y desde entonces ejemplares fueron poblando el litoral, desde la zona de los Esteros del Iberá hasta el norte de la provincia de Buenos Aires, con énfasis en el delta del Paraná.
Sin embargo, también se reportaron apariciones, a lo largo de los años, en Córdoba (como la de este viernes), San Luis, La Pampa y hasta Catamarca. Se cree que la intensificación en el manejo forestal y el aumento de la ganadería podrían estar generando hábitat propicio en la región para el desarrollo de la especie.
Lamentablemente, de forma paralela a su asentamiento en diversas zonas, hoy en día es una especie codiciada como trofeo de caza y se encuentra en numerosos cotos de caza, y también comenzó a considerarse, en casos aislados, como fuente de alimento.