La Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) realizará este jueves su primer congreso nacional. Lo hará en el edificio de la CGT, donde va a reunir a 400 congresales de todo el país; la organización viene de hacer, en las semanas previas, encuentros preparatorios. El objetivo del congreso, según anunció, es “debatir y votar el plan de lucha y acción gremial que llevará este año para enfrentar las políticas de ajuste y saqueo” del gobierno de Javier Milei.
El titular de la UTEP, Alejandro Gramajo, anticipó que el congreso reafirmará la agenda relacionada con los objetivos de Tierra, Techo y Trabajo. “Vamos a discutir además un plan de lucha: eso incluye seguir con la pelea por el pan, acompañar las movilizaciones de los jubilados y poner eje en la construcción de jornadas multisectoriales de rechazo al nuevo acuerdo con el FMI. Creemos que es necesario también hablar con todos los sectores de la política para que se logre construir una mayoría parlamentaria y con todos los sectores sociales, estudiantiles y sindicales para construir mayoría en las calles”, agregó.
El lugar elegido para el congreso muestra que la voluntad de los dirigentes de la UTEP es sostener un proceso de incorporación a la CGT. Por otra parte, la fecha que fijaron para el encuentro también tiene su significado, ya que coincidirá con el 12 aniversario de la asunción del Papa Francisco, de quien los movimientos toman la idea de un nuevo humanismo.
La UTEP, fundada en 2019, hoy tiene cuatro principales integrantes: el Movimiento Evita, el Movimiento de Trabajadores Excluidos, Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa. Son el agrupamiento de organizaciones sociales más afín al peronismo, al ideario nacional y popular, aunque en una mixtura con sectores de izquierda. Sus organizaciones fueron parte de la coalición que llevó al gobierno al Frente de Todos y, que en la gestión de Alberto Fernández gestionaron políticas públicas destinadas a dotar de derechos a los trabajadores de la economía popular, así como a urbanizar villas y asentamientos.
Tras el cambio de gobierno, la UTEP, como organización gremial de los trabajadores informales, se propuso poner su foco en el armado de ramas: de cartoneros, de la construcción, de trabajadores de la vía pública, de trabajadores sociocomunitarios. Pero la ofensiva del gobierno libertario, que busca desarmar toda forma de organización popular, la ha puesto en crisis: todas sus actividades, tanto las productivas como las sociocomunitarias, fueron golpeadas por el combo de eliminación de las políticas públicas para el sector, la apertura de las importaciones, la represión a los reclamos callejeros y la criminalización de sus referentes.
