Leandro Paredes renovó su contrato en la Roma hasta junio de 2026 pero con una cláusula dedicada a Boca Juniors que le permitirá su salida en caso de que el club presidido por Juan Román Riquelme y el futbolista lleguen a un acuerdo en los próximos dos mercados de pases y la institución argentina pague 3,5 millones de euros a su par italiano, ya sea en mayo o en diciembre de este año.
La información fue motivo de celebración para la Roma, equipo que en los últimos meses logró recuperarse en la temporada bajo la conducción de su entrenador Claudio Ranieri, volviendo a puestos de clasificación a copas, y esta semana buscará avanzar a los cuartos de final de la Europa League.
Mucho tuvo que ver Paredes en esa levantada, volviendo a ser titular y capitán, justo cuando Boca se ilusionó con lograr su fichaje en enero pasado de cara al arranque de la temporada 2025. El campeón del mundo quedaba libre en junio y su salida de Italia podía darse a costo cero para el Xeneize, que sólo debía negociar el salario del futbolista.
Surgido en Boca e hincha fanático del club (tiene a la Bombonera tatuada en el torso), Paredes quedó en una situación incómoda porque en Italia también se erigió como ídolo, con el club europeo transitando un momento clave de la temporada.
Además, a nivel familiar su esposa Camila Galante se encuentra atravesando las últimas semanas de embarazo, a la espera del tercer hijo de la pareja, lo que los obligaba a tomar una decisión respecto al nacimiento del bebé.
El jugador tenía varios escenarios posibles y terminó optando por el más salomónico: asegurarse su continuidad en Europa hasta junio de 2026, cuando se lleve a cabo el Mundial de fútbol con la selección de Lionel Scaloni apuntando al bicampeonato, o ponerle precio a una posible salida en caso de que Boca decida ir en busca de su fichaje.