Javier Milei, después de que la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner lo acusó de tener una “desconexión emocional con los que sufren” porque no visitó Bahía Blanca tras el temporal que destruyó la ciudad, este miércoles decidió ir. Como en tantos otros temas, el Presidente tuvo un cambio de opinión rotundo. Si bien en un comienzo –por temor a los reclamos de los damnificados– evaluó que no era necesario viajar, ayer, sin previo aviso y casi una semana después de la tormenta, tuvo que poner la cara.
“¡Caretas!”, “¡Vienen para la foto!”, le gritaron al mandatario que caminó apenas unos metros rodeado por un grueso operativo de seguridad. “Son una manga de caretas, vení a escuchar a los vecinos que están aquí”, fueron algunos de los reproches provenientes de un grupo de familias ubicadas a varios metros del lugar donde el jefe de Estado decidió visitar esa ciudad seis días después de desatado el temporal.
El mandatario viajó junto a su hermana Karina Milei y al jefe de gabinete, Guillermo Francos, y allí lo esperaban la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el de Defensa, Luis Petri. Ambos ministros también habían sido repudiados por los vecinos los días anteriores, a diferencia de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, que decidió no aparecer en escena en ningún momento.
En medio de la represión que el gobierno desató en el Congreso de la Nación por la tarde en contra de los jubilados, desde la oficina del presidente publicaron un comunicado en el que informaron que crearán un “fondo especial” de 200 mil millones de pesos para asistir a los damnificados por el temporal de Bahía “de manera directa, proporcional, y sin intermediarios”. Se trata de la mitad del dinero que dijo el intendente que era necesario para la reconstrucción. El fondo de asistencia, según dijeron desde la Casa Rosada, será administrado por la “Agencia Federal de Emergencias”, un organismo que habían dicho que crearían Bullrich y Petri durante los incendios que sufrió La Patagonia en el verano, pero que aún nunca habían puesto en marcha.
Además, en el escrito, desde el gobierno aprovecharon la ocasión para criticar al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. “El Presidente de la Nación repudia la utilización política de parte del Gobernador Axel Kicillof, quien, en los albores de una inminente campaña electoral, ha decidido utilizar el dolor de los bonaerenses con fines políticos”, dijeron sin explicar a qué se referían.
Milei viajó a Bahía Blanca después del tweet de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner en el que expresó: “No te imaginás lo que significa para la gente que llegue un presidente, o presidenta, cuando sufre una tragedia y muertes provocadas por las fuerzas de la naturaleza”. Milei, sin embargo, no lo pudo comprobar porque casi no tuvo contacto con los damnificados. Se manejó en una combi que no lo llevó a recorrer los barrios sino una planta potabilizadora de agua, un puente modular que instaló el Ejército y un hospital de campaña instalado en un shopping. También se reunió con el intendente Federico Susbielles, que había dicho que para la reconstrucción de la ciudad iban a necesitar 400 mil millones de pesos.