El oficialismo apura el tratamiento en el Congreso del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 179/2025 con el que el Presidente, Javier Milei, autoconvalida un nuevo endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Apenas ingresó el DNU al Parlamento, el senador de La Libertad Avanza, Juan Carlos Pagotto, convocó de urgencia para mañana a las 13:30 a la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo –-tras seis meses de inactividad— para dictaminar a favor del decreto presidencial. Para expedirse sobre el DNU, la bicameral dispone de un plazo que espira el 26 de marzo. A partir de ese momento, las Cámaras del Congreso pueden llevarlo a sus respectivos recintos sin la necesidad de tener dictamen. Con un panorama mucho más complejo en el Senado, la Casa Rosada juega todas sus fichas a la aprobación en Diputados. Allí, con los votos de los bloques colaboracionistas lograría blindar el nuevo empréstito con el FMI, ya que para su anulación se necesita el rechazo expreso de ambas cámaras del Poder Legislativo.
La convocatoria urgente de Pagotto podría ser la última decisión del riojano al frente de la bicameral, dado que el propio reglamento de la comisión establece que su presidencia debe alternarse todos los años legislativos. Este que recién comienza le corresponde a un miembro de la Cámara baja. Sobre esto insistirían los diputados de la oposición.
La principal preocupación del Gobierno está puesta en acelerar los tiempos. Evalúan que podrían conseguir los votos para aprobar el DNU en la Cámara de Diputados y así exhibir ante el FMI el respaldo del Parlamento al nuevo endeudamiento, cuyo monto, programa y condicionamientos no están incluídos en el decreto presidencial.
Para lograr su objetivo deberá apelar a negociaciones con los bloques aliados del PRO y la UCR, MID, Encuentro Federal, e Innovación Federal. Pero también deberá tener el apoyo de los bloques más chicos que responden a los gobernadores, incluso algunos dentro de Union por la Patria.
Habrá que ver si esta vez la presión del Gobierno tiene el mismo efecto que logró en otras oportunidades en las que consiguió un variopinto alineamiento de legisladores con los anhelos presidenciales.
La escandalosa sesión en Diputados no es la mejor señal para el oficialismo: no solo por no respetar los acuerdos parlamentarios previos para sesionar, sino porque a pesar de mantener abroquelados a sus aliados más fieles no pudo impedir que una mayoría opositora emplazara a las comisiones a tratar una decena de proyectos sobre la estafa de $LIBRA, que van desde interpelaciones a principales funcionarios del Gobierno hasta la creación de una comisión investigadora sobre el criptogate y que acorrala al Gobierno a escala internacional.