Igual que la mayoría de los barrabravas, el jefe de la de Huracán, Claudio De Respinis, tampoco fue a la marcha de los jubilados del miércoles que terminó con el protocolo represivo de las diferentes fuerzas de seguridad que montaban un operativo conjunto en la ciudad de Buenos Aires, principalmente en la zona de Congreso.
En el caso de El Cone De Respinis le hubiese resultado imposible hacerse presente ya que tras un allanamiento en la noche del domingo había perdido su libertad: la Fiscalía Penal, Contravencional y Faltas Nº 35 había pedido la prisión preventiva que el Juez Alejandro Villanueva, del Juzgado Penal, Contravencional y Faltas Nº 25, hizo efectiva.
El jefe de la barra del Globo fue detenido en Pompeya y está acusado de varios delitos pero principalmente imputado por los delitos de tentativa de homicidio, con uso de arma de fuego, amenazas coactivas y portación ilegal de arma de fuego de uso civil.
De momento, la fiscal Celsa Ramírez lo responsabiliza por una balacera ocurrida el viernes 7 de marzo contra una facción disidente en la calle Corrales y las vías, también en el barrio de Pompeya. Ese mismo fin de semana su domicilio fue allanado y él detenido.
La causa se inició luego de que se viralizaran en redes sociales una serie de videos que la fiscal Ramírez consideró ajenas a la Ciudad de Buenos Aires. “Eran imágenes más parecidas a Rosario o Provincia de Buenos Aires, pero ocurrió en el barrio porteño de Pompeya”, indicó la funcionaria de la Justicia en una publicación en Instagram en la que se puede ver el procedimiento que terminó con la detención de De Respinis y su sobrino.
“La fiscalía les imputó los delitos de tentativa de homicidio, con uso de arma de fuego (arts. 41bis, 42, y 79 del Código Penal), amenazas coactivas (art. 149bis segundo párrafo), portación de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización legal (art. 189bis, punto 2, tercer párrafo del Código Penal) y tenencia de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización legal (art. 189bis, punto (2), primer párrafo del Código Penal)”, detalló Ramírez en su red social. Por eso a El Cone le dictaron prisión preventiva.
Los delitos que se le imputan, en concurso ideal y real entre sí, tienen una pena que va de los cinco a los 30 años de prisión. Hasta que exista un fallo e incluso si la medida preventiva pierde efecto, ya fue solicitado el derecho de admisión para todas las canchas de Argentina.