El juego de los medios en los primeros días de enero era adivinar a los titulares del súper equipo que podría presentar Fernando Gago para su Boca modelo 2025. Se hablaba de Dream Team y de refuerzos de lujo, donde Alan Velasco era la perla de los millones de dólares, Ander Herrera la jerarquía y Rodrigo Battaglia la seguridad. Pero lo que nadie imaginó es este rabioso presente en el cual el entrenador se debate su continuidad partido a partido. El golpe en la Copa Libertadores, con la eliminación prematura ante Alianza Lima, fue durísimo. Por eso se puso en duda la permanencia del DT. Y, curiosidades del destino, fueron dos juveniles que arrancaron desde muy atrás en la consideración los que torcieron la suerte de Pintita. Se habla de Lautaro Di Lollo (21) y Milton Delgado (19), los inesperados salvadores de Gago.
Primero, lo obvio: ni Di Lollo ni Delgado eran primeras opciones para Gago. Tampoco existía por ellos un clamor popular de los hinchas ni presión periodística. Cristian Lema, Nicolás Figal y Rodrigo Battaglia eran los candidatos a quedarse con el puesto de primer marcador central. Recién después asomaban los juveniles Di Lollo y Mateo Mendía. Algo similar ocurría con el lugar del volante central: las alternativas eran Tomás Belmonte, Ignacio Miramón, el propio Battaglia, Esteban Rolón, Williams Alarcón, Ander Herrera y Camilo Rey Domenech, el chico que deslumbró a Gago. A Delgado lo miraban como al pibe que estaría en la Sub-20 de Diego Placente y que se sumaría tarde al plantel.
Pero la realidad le quemó los papeles a Gago, que tuvo que recurrir a Di Lollo y a Delgado. Y los chicos respondieron de tal manera que hoy por hoy son titulares indiscutidos.
Di Lollo se benefició de las lesiones de Figal y de Lema, y también de los flojos rendimientos de Battaglia como zaguero. Gago le dio la oportunidad y el juvenil fue una garantía. Un dato: es el defensor central que más minutos suma en el torneo local (549), seguido por Ayrton Costa (494). En lo que va de la temporada, Di Lollo jugó 9 partidos (ganó 6 y perdió solo uno) y anotó un gol contra Banfield. Más estadísticas: fue 8 veces titular y en 6 ocasiones Boca terminó con el arco en cero. Su promedio Clarín es de 5,8. Se muestra como un futbolista fuerte en los mano a mano, bien ubicado y con salida de balón prolija.
Por su parte, Delgado se sumó tarde porque jugó el Sudamericano Sub-20 de Venezuela. Ahí, bajo la conducción de Diego Placente, la rompió. Esas actuaciones lo posicionaron de otra manera cuando se reincorporó. Y Gago no le dio la espalda al presente y lo utilizó: el chico entró y no salió más. Lleva cuatro partidos en el año y Boca los ganó a todos; su promedio es de 6.5. Es el duelo absoluto del mediocampo; tiene despliegue y gran primer pase.
“Milton viene con un crecimiento muy grande, está en un muy buen momento personal y futbolístico, en líneas generales. Es una situación muy buena para mí porque tengo la posibilidad de elevar el nivel de los jugadores en ese puesto. Es bueno que tenga esas minutos que se gana en los entrenamientos y en los partidos de la Selección. Tiene que seguir manteniendo su nivel”, dijo Gago sobre Delgado.
Y soltó sobre Di Lollo: “Fue uno de los que más minutos tuvo todo este año, físicamente lo puede sostener por su trabajo previo y durante el entrenamiento. Tiene un momento muy bueno de rendimiento y el equipo tiene solidez defensiva porque presiona mejor y el rival llega incómodo”.
Igual, no es solo el entrenador el que se rinde a los pies de los juveniles. En la fecha pasada, Ander Herrera se multiplicó en elogios para los pibes cuando lo eligieron como la figura de la victoria ante Central Córdoba. “Me gustaría mencionar también el partido que hicieron Milton Delgado y Lautaro Di Lollo, que estuvieron a un nivel altísimo, son chicos jóvenes, del club, que son el futuro. El premio al jugador del partido creo que también lo podrían haber ganado ellos“, lanzó el mediocampista español.
En silencio, con trabajo y grandes rendimientos, Lautaro Di Lollo y Milton Delgado se impusieron en el que se pensó como el Dream Team de Boca, muy a pesar de que no estaban en la consideración de nadie cuando inició la temporada. Por eso, son los salvadores impensados de Fernando Gago.