El BBVA aguarda que la opa sobre el Sabadell llegue antes de verano a su fase final. El consejero delegado del banco, Onür Genç, ha afirmado en una entrevista con Bloomberg que el banco estima que el plazo de aceptación de la oferta —que será por entre 15 y 70 días, a elección del BBVA y cuando los accionistas del Sabadell se pronuncien— se inicie a finales del segundo trimestre, durante el mes de junio Todo ello pendiente de la decisión de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que se espera para las próximas semanas, y del Consejo de Ministros.
“Esperamos la decisión de la autoridad de Competencia en las próximas semanas. Después de eso, el Gobierno puede elegir revisar el caso y después empezaría el periodo de aceptación”, ha afirmado Genç.
El papel del Gobierno, que se ha pronunciado reiteradamente en contra de la operación, es donde emergen más incógnitas. En primer lugar, a nivel de plazo. La Ley de Competencia establece que, una vez se pronuncie la CNMC, el Ministerio de Economía puede elevar al Consejo de Ministros una propuesta para modificar los compromisos o condiciones (remedies, en la jerga) que haya impuesto esta institución a la operación. Para ello, el departamento que dirige Carlos Cuerpo tiene 15 días y después el Consejo de Ministros un mes para resolver.
Sin embargo, la duda está en si el Gobierno, si así lo estima, puede congelar estos plazos, como ha ocurrido durante los últimos meses con la aprobación de la CNMC. Sobre el papel, Competencia tenía un mes más 10 días para autorizar la operación en primera fase o pasarla a la segunda fase. Y tres meses, más 15 días extra, para tomar una decisión en esa segunda fase. Sin embargo, el proceso en total se demora unos 10 meses desde que el BBVA notificó la operación en la CNMC ante las reiteradas peticiones de información extra. De poder el Gobierno ampliar los plazos de igual forma, tal y como aseguran fuentes próximas a la operación a la agencia Efe, esto podría prolongar los plazos mucho más de lo que vaticina Genç.
El BBVA ya ha errado en sus previsiones de plazos en la opa. Cuando la lanzó, en mayo de 2024, vaticinaba que estaría autorizada y resuelta en un periodo de entre seis y ocho meses. Estos plazos vencían a finales de año. Sin embargo, la decisión en noviembre de la CNMC de pasar la transacción a una segunda fase, en lugar de su aprobación en una primera como esperaba el BBVA, dio al traste con este calendario.
Las dudas sobre la intervención del Gobierno no se limitan solo a los plazos, sino también a la naturaleza de su intervención. En este aspecto, circulan dos interpretaciones del margen que tenga el Gobierno, que se ha mostrado desde el principio contrario a la opa, para condicionar la transacción. Por un lado, unos consideran que puede complicarla todo lo que quiera, pero aludiendo a aspectos diferentes a Competencia y que entronquen con el interés general, como la defensa y seguridad nacional, la libre circulación de bienes y servicios por el territorio nacional o mantener los objetivos de la regulación sectorial. Otros, sin embargo, apuntan a que el espíritu de la norma es el opuesto, reducir unas condiciones demasiado elevadas por parte de Competencia que puedan ir en contra de una operación corporativa que tenga sentido por ese interés general. El precedente más directo, la intervención del Gobierno de Rajoy en la fusión entre Atresmedia y La Sexta, va en ese sentido.
En la entrevista, Genç también se ha referido a la posibilidad de que el Gobierno vete la fusión entre ambas entidades. Incluso parte del mercado cree que el BBVA puede retrasar la prometida fusión posterior a la opa unos años, para evitar efectos indeseados del impuesto a la banca y lanzarla cuando en Moncloa esté un Ejecutivo más favorable. La mayoría de las sinergias son principalmente en tecnología y pueden ser logradas en ambos escenarios”, ha afirmado el consejero delegado del banco en este sentido.