¿Quién es Nicolás Ferraro? El argentino nominado al galardón más prestigioso de novela negra

¿Quién es Nicolás Ferraro? El argentino nominado al galardón más prestigioso de novela negra


Tal vez, su nombre no tenga demasiada trascendencia en el mundo de la literatura actual, pero cobrará notoriedad a medida que se acerque la fecha. Nicolás Ferraro acaba de ser nominado finalista en la 79° edición de los premios Edgar, el máximo galardón otorgado la novela negra y policial, por su obra Ámbar, el cuarto libro de su trayectoria, publicado en 2021 por editorial Revólver. En Estados Unidos se la conoce como My Favorite Scar, publicado en inglés en 2024 por el sello Soho Press.

Ferraro es el primer escritor argentino finalista y el segundo latinoamericano en la historia de este permio –creado en 1954 en homenaje a Edgar Allan Poe– en ser nominado a este galardón, considerado “El Balón de Oro” de la novela negra. Antes lo recibieron escritores como Raymond Chandler, Ken Follet y Stephen King.

Ámbar narra la historia de una chica de 15 años que sueña con ser solo una adolescente. Tiene el pelo teñido de rosa, escucha heavy metal y busca enamorarse primera vez. Ella sufre el abandono de su madre. Pero ser la hija de Víctor Mondragón significa identidades falsas, hoteles de paso, heridas de bala y una escopeta como única amistad.

Su obra, ganadora del Premio Hammett 2022 en la Semana Negra de Gijón (España), además es la primera finalista en competir en la historia de este premio en su idioma original, en español, sin haberse traducido antes. Otro gran impacto para la literatura argentina y también latinoamericana en los Estados Unidos. El ganador se conocerá recién el próximo 1 de mayo en el New York Marriott Marquis Times Square.

En diálogo con Clarín, Ferraro, un escritor porteño de 38 años amante de póker y del básquet, quien además trabaja en la Biblioteca Nacional, cuenta cómo es Ambar y qué significa estar nominado en los premios Edgar a la mejor novela negra, entre otras cosas.

–¿Cómo te enteraste de que sos finalista de los premios Edgar?

–Me avisaron de la editorial cuando estaba trabajando en la Biblioteca Nacional. Fue una sensación bastante extraña, es inesperado. Es un premio que presentan tus agentes o las editoriales que presentan los libros a los diferentes premios. Son campañas que hacen las editoriales previas a que salga el libro en Estados Unidos. Los premios Edgar son como el olimpo del género negro, como si fuera el Balón de Oro en el fútbol. Lo ganaron todos tus héroes.

–Sos el primer escritor argentino y el segundo latino en estar nominado en esta categoría. ¿Qué te genera eso?

–Hace unos años estuvo nominado el portorriqueño Gabino Iglesias, pero él vive en Texas y escribe en inglés. A mí me llamó la atención: si bien apareció una fuerte cuota de argentinos muy ligados a la figura de Mariana Henríquez, hay toda una comunidad latina muy ligada al terror. A Claudia Piñeiro le está yendo muy bien con Charco Press pero son pocos los autores que lamentablemente son traducidos al inglés, sobre todo por el tipo de literatura que hacemos: está bastante más alejada de lo comercial. Los americanos se rigen por un mercado, tenés que vender. Lo que hacemos en Latinoamérica en cuanto a novelas no es amable.

Nicolás Ferraro, el argentino nominado al Edgar, el galardón más prestigioso de novela negra. Foto: gentileza.

–Como argentino, llama la atención de que estén nominados en este tipo de premios en el exterior.

–Últimamente nos mal acostumbrados a que escritores como Samanta Schweblin, Mariana Enriquez. Selva Almada o Gabriela Cabezón Cámara estén ahí, celebradas en otro tipo de espacios, en premios muy prestigiosos. En cuanto a novela negra, hay cierta cosa de que entramos y salimos al mismo tiempo a ver si se da. El tipo de literatura que hacemos la encuentran demasiada violenta, que da algo somo si fuera repulsión.

–¿Cuándo ganaste en la Semana Negra pensabas que tu libro se perfilaba para ganar otros premios?

–No. Para mí, haber estado en Gijón fue como estar en la Copa del Mundo. No hay algo más arriba que eso. Uno también conoce sus propias limitaciones: sé que nunca voy a jugar en la NBA por más que me guste el básquetbol. Cuando ganás es la alegría de haber ganado. A veces, en el imaginario de otra gente piensa que a partir de ahora se van a abrir un montón de puertas pero lamentablemente no es así. Ya con estar nominado en la Semana Negra era lo más alto. Para mí es un montonazo. Fue como meter un triple cuando suena la chicharra en el séptimo juego de la final de la NBA. Espero ser el primero de muchos autores latinoamericanos que podamos estar en los Edgar.

–Ambar es la hija de un criminal que siempre se ve obligada a ir detrás de los pasos de su padre, cuyos planes no están a la altura de sus capacidades. Por eso va a cambiando permanentemente de ciudad, de nombre. Hay una imposibilidad muy fuerte de ser ella misma. Cuando uno es adolescente es el momento en que tus padres dejan de ser Dios o superhéroes y empezás a querer una vida propia con tus amigas, ir a recitales, teñirte el pelo, enamorarte, descubrir lo que significa un corazón roto. La vida que Ambar lleva a cabo es muchísimo más adulta de lo que debería: sabe usar armas, sabe coser al padre, puede andar sola por la calle, puede hacer lo que quiera. Tiene un montón de libertades que uno como adolescente hubiera querido. Tiene la casa para ella sola pero el problema es que no puede invitar a nadie porque no tiene amigas ni amigos.

–¿Cómo ve a su padre?

–Ella lo quiere. La madre lo abandonó, su papá será un desastre pero se hizo cargo de ella. Al mismo tiempo está esa necesidad de que el padre lo quiere, que no la deje de lado. “Si mi mamá me abandonó y mi papá también me abandona, yo soy un monstruo”. Si tus padres te abandonan hay algo mal que debe estar adentro tuyo. Es lo que pensaría un chico o chica de 15 años.

Nicolás Ferraro, el argentino nominado al Edgar, el galardón más prestigioso de novela negra. Foto: gentileza.Nicolás Ferraro, el argentino nominado al Edgar, el galardón más prestigioso de novela negra. Foto: gentileza.

–¿Por qué elegiste a una chica de 15 años como el personaje central de tu novela?

–Empecé a escribir con frecuencia en 2011 aunque empecé a leer en 2009. Mi introducción fue a través de los videojuegos de diferentes historias que me fue deparando cosas pero no leía. En 2011 salió la película Lazos de sangre, con Jennifer Lawrence haciendo su primer protagónico. Me sorprendió esa adolescente metida en un ambiente criminal, me quedó muy fuerte esa imagen. Ahí empecé a tomar los primeros apuntes. Empecé a escribirla en 2021.

–¿Por qué centraste la historia en 2002?

–Fue cuando yo era adolescente. En ese momento, lo mejor que te podía pasar era que una chica te diera un compilado, un cassette con temas, que fueras a los fichines a fingir que eras más grande poque tenías experiencia porque era a la noche. Yo no podría entablar una conversación con una adolescente ahora porque son otros. Entonces, esa distancia me lleva a mi propia adolescencia. También hay un tema: la paternidad, como están en todas mis novelas. Es un tema que me repercute, me interesa la violencia y la familia. La familia es el lugar donde uno se tiene que sentir seguro pero, ¿qué pasa cuando ese mismo lugar te pone en peligro? Si en tu familia no te podés expresar te quedas afuera, sos un extranjero.

–¿Dónde ubicas a la novela negra argentina en este momento?

–Lo veo en un buen momento por su calidad de escritura. A excepción de Guillermo Martínez o Claudia Piñeiro, acá no hay un mercado, nadie va a venir a decirte “escribime una novela con estos temas o no toques estos temas”. Es más permisiva a la hora de lo que querés contar. Nadie te va a decir “es muy violenta”, o “bajale un poco el tono a la violencia”. Contamos lo que queremos.

Nicolás Ferraro básico

  • Nació en Buenos Aires, en 1986. Descubrió la literatura negra y criminal a partir del videojuego Max Payne. Mientras estudiaba Diseño Gráfico en la UBA, se ganaba la vida jugando al póker. Actualmente trabaja en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.
  • Sus obras: Dogo (2016, finalista del concurso Extremo Negro), Cruz (2017, finalista del Premio Dashiell Hammet), El cielo que nos queda (2019) y Ámbar (2021, ganadora del Premio Hammett 2022 y finalista de los premios Edgar en el rubro Mejor Novela Negra 2025).
  • Ámbar también fue publicada en México (Nitro/Press, 2022), Brasil (Avec, 2023), España (Grijalbo, 2024) y Alemania (Pendragon, 2025), y próximamente en Perú, Chile, Francia y Ucrania.

Ámbar, de Nicolás Ferraro (Revólver).