Un ayudante de Lionel Scaloni publica una novela cuyas ventas ayudarán a la naturaleza

Un ayudante de Lionel Scaloni publica una novela cuyas ventas ayudarán a la naturaleza


“Los árboles ya están creciendo”. Quien habla, del otro lado del Zoom, es Matías Manna. Se refiere a la promesa que lanzó en San Vicente, su pueblo ubicado en la provincia de Santa Fe, cuando fue recibido como un héroe luego de haber formado parte del cuerpo técnico de Lionel Scaloni campeón del mundo en Qatar 2022. Manna, quien trabaja como analista-asistente y ya lleva cuatro mundiales consecutivos, se decidió a colaborar con la plantación de árboles nativos para que su lugar de origen se convierta en una ciudad verde. Ese objetivo acompaña el lanzamiento de El tiempo de los árboles, su primera novela editada por Aguilar, cuya recaudación de ventas se destinará para tal fin.

“La idea surgió en Bilbao, cuando estábamos concentrados con la Selección Argentina preparando la Finalissima que disputamos con Italia. Un día, a las siete de la mañana, salí a caminar con Pablo Aimar y compramos una revista que se llama Panenka. Venía con dos semillas para plantar un arco. Nos pareció una idea buenísima”, amplía al recordar su infancia pateando una pelota entre dos árboles.

En su libro se narra la historia de José Barnechea, un experimentado volante central, capitán de su equipo, y su entrenador Adolfo Peucelle, un líder tradicional, quienes se encuentran preparando una final. “Se ve la complejidad de la situación de un jugador de fútbol que se ve afectado por un montón de cosas: su familia, el estado de ánimo, su estado mental. Se ve cómo todo eso va afectando en las decisiones que van tomando”, le cuenta a Clarín.

–¿Cómo nace esta novela?

–La editorial había visto algunos artículos míos y querían que escribiera. Me dieron un tiempo para pensarlo y ahí surgió esta ficción, que es una historia de amor, de fútbol, de relaciones personales, de vínculos, que pasan en el medio de la preparación de una final, en el sur de Argentina. Es sobre todo la relación entre el entrenador y el capitán del equipo. A la vez, se narra la relación de José con su pareja, Valentina, que transitan cierta incomodidad y esto lo afecta.

–En la novela, en medio del relato de la preparación de esta final, se cuenta como el presidente del club trae un grupo de analistas tecnológicos llamado G7 que comienzan a estudiar a los jugadores con GPS y estadísticas. ¿Qué pensás al respecto?

–Creo que hoy hay un boom de la inteligencia artificial en el fútbol. Creo que el libro reivindica la figura de Peucelle, el entrenador, lo que podemos llamar inteligencia biológica, que es un concepto de Natalia Balagué. Prefiero llamarla inteligencia natural, como la esencia del juego. Hablar sencillo con los jugadores, tener más respeto por lo que puede llegar a mirar un entrenador sentado arriba de una pelota como se sienta Peucelle en los entrenamientos, antes que confiar más en algunos datos que le trae el G7. Si bien mi trabajo está vinculado a ese tipo de información, intento no perder para nada la esencia del juego, la que aprendí jugando al fútbol en mi pueblo, al estar en un vestuario; la esencia de ver con tu ojo, el ojo humano, ver cuáles son los rendimientos de los jugadores. Creo que Barnechea y Peucelle reivindican ese punto.

–¿Cuánta importancia le das a las estadísticas en tu trabajo como analista-asistente?

–Lo más valioso son los jugadores. Siempre hay que ser muy cuidadoso en el mensaje que les podés llegar a dar. Trato de pensar mucho el poder llegar al jugador con un mensaje claro, sin que hable de números o cosas raras sino que sea nítido, sintético. Si algo tiene que ayudar la tecnología o los datos es a dar un tipo de mensaje que lo entienda todo el mundo. Si un entrenador lo hace así, me parece que está muy bueno, porque ante tanta sobreinformación, lo que vale es el filtro. El libro cuenta una tensión entre el entrenador natural y el afectado por la tecnología. Me parece un punto clave no sólo en el fútbol. No dejarla de lado, porque sino estaríamos afuera, pero sin perder tu verdadero rol como entrenador.

Matías Manna es actualmente asistente-analista en la selección argentina masculina de fútbol, dentro del cuerpo técnico que dirige Lionel Scaloni. Foto: Integram.

–Otra idea interesante que aparece en la novela es la “mirada europeizante” que mencionás, de cómo a veces en equipos europeos se intenta forzar a los jugadores sudamericanos a adaptarse a ciertas reglas, como una especie de neocolonialismo futbolístico

–Sí, creo que muchas veces pasa en otras áreas. Europa compra a los jugadores como materia prima, después inventa libros y nosotros desde América Latina los compramos y tratamos de imitar metodologías de trabajo. Hay una mirada muy europeizante, muy homogénea de lo que está pasando en el fútbol. Hay muchos métodos de trabajo que se repiten. Tenemos que reinventar nuestros conceptos desde nuestro sur del mundo. En nuestros clubes de barrio y árboles usados como arcos salen los mejores jugadores. Hay muchos entrenadores que tienen sus propias ideas y una mirada más latinoamericana.

–El libro incluye frases de pensadores, como Edgar Morin, Zygmunt Bauman o Roberto DaMatta. ¿Fueron autores que te marcaron, que has estudiado?

–Hay cosas que voy leyendo que me sirven para llevarlas a lo que hago, al fútbol y a la vida en general. Soy hijo de la universidad pública. También es una reivindicación a eso. El protagonista del libro fue estudiante en la Universidad Nacional de Rosario y en un momento tuvo que dejar su carrera para ser futbolista profesional. Es un guiño a la universidad pública argentina porque me formé ahí y creo que en cualquier momento político de la historia hay que reivindicarla. Hoy también, sin lugar a dudas.

–Otro aspecto interesante de la novela es el personaje de Alma, una arquera de un equipo amateur que termina atajando en la final. Nos invita a reflexionar también sobre cuestiones de género en el fútbol

–La arquera se apellida Segato en honor a Rita Segato que es una autora que leo. En la novela, si bien el entrenador decide que ella ataje para ir en contra del presidente del club, jugué con la idea de que incorporan una arquera y no pasa nada. Se lo toma de un modo natural. No hay ninguna pregunta en relación al género. Que es un poco lo que pasa con los chicos hoy, que juegan mixto en todos lados y ya nadie de nuestros hijos se hacen esas preguntas que a lo mejor nos haríamos nosotros a esa edad.

Matías Manna es actualmente asistente-analista en la selección argentina masculina de fútbol, dentro del cuerpo técnico que dirige Lionel Scaloni. Foto: Integram.Matías Manna es actualmente asistente-analista en la selección argentina masculina de fútbol, dentro del cuerpo técnico que dirige Lionel Scaloni. Foto: Integram.

–Hay otro homenaje en la novela en el nombre del entrenador, Adolfo Peucelle

–Sí, fue mitad por Adolfo Pedernera y por Carlos Peucelle. Ese momento del fútbol argentino fue brillante y muchas veces, al no haber sido televisado, no lo tenemos en cuenta, pero Argentina era como la vanguardia en fútbol. Peucelle ha escrito un librazo, Fútbol todotiempo, después del Mundial 74 porque el mundo se maravilla con la Selección de Holanda y él en la primera hoja dice: miren que como juega la “Naranja mecánica”, River jugaba así en el 50 y mucho mejor.

–Hablemos un poco de tu trabajo. No muchos conocen tu recorrido. ¿Cómo empezaste?

–Soy graduado de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario, justo hice un posgrado en Comunicación Digital en un momento donde se comenzaba con el análisis en el fútbol. También soy entrenador, empecé a entrenar a los catorce años en el club de mi pueblo, donde fui futbolista hasta la primera división. Tengo veinte años de carrera como asistente. Trabajé en las Selecciones de Chile, Arabia Saudita y Argentina. Qatar 2022 fue mi cuarto mundial consecutivo. También estuve en el Mundial Sub 20 con El Salvador. Me gustan mucho los entrenamientos, cómo relacionarlos con el análisis y la preparación de los partidos.

–¿Qué es lo que más te motiva de tu trabajo?

–El mayor desafío es saber cómo sintetizar todas esas largas horas de visualización y análisis de partidos en una charla con el entrenador y el cuerpo técnico de pocos minutos. Reconceptualizar o reivindicar cosas. También la preparación de los partidos. Ahí hay un mérito muy grande obviamente de todo el ambiente que crea Leo Scaloni en el cuerpo técnico, con los jugadores y creo que eso es lo que me encanta. Lejos de ser un cerebro individual, el asistente o el analista debe posibilitar que el entrenador con sus jugadores sean un cerebro colectivo, creo que un cuerpo técnico tiene que funcionar así y un equipo es eso.

Matías Manna básico

  • Es asistente-analista en la selección argentina masculina de fútbol, dentro del cuerpo técnico que dirige Lionel Scaloni. Como asistente, trabajó también en otras selecciones nacionales: Chile y Arabia Saudita.
  • Estuvo en cuatro Copas del Mundo consecutivas, incluyendo su participación con Argentina en el Mundial Qatar 2022.
  • Es entrenador de fútbol y egresado del posgrado en Especialización en Comunicación Digital Interactiva de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario. Fue docente universitario.

El tiempo de los árboles, de Matías Manna (Aguilar).