La Policía Bonaerense detuvo este sábado a dos colaboradores de Iván Tobar, líder de la barra brava de Estudiantes de La Plata y exdirigente de la UOCRA, en el marco de la investigación por el violento ataque en el Hospital San Roque de Gonnet, donde cuatro barras de Gimnasia resultaron heridos. La búsqueda ahora se concentra en los hijos del sindicalista, quienes continúan prófugos.
Los operativos, realizados en nueve domicilios distintos de Ensenada, estuvieron a cargo del área de Delitos Complejos y arrojaron resultados positivos. En los allanamientos se secuestraron bombos, platillos, banderas y prendas identificadas con la barra brava de Estudiantes y la UOCRA, además de celulares y dos vehículos utilizados en el ataque.
Entre los detenidos se encuentra Luis Emanuel Nievas, considerado uno de los principales lugartenientes de la barra, y Víctor Alexis Ibarra, integrante del grupo. Por su parte, Tobar, conocido como “El General de la Mafia”, fue identificado como el autor intelectual del ataque y quien habría dado la orden de la emboscada. Actualmente, se encuentra detenido por otra causa, por lo que la nueva orden de detención se hará efectiva en su lugar de reclusión.
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Detuvieron a Iván Tobar, jefe de la barra brava de Estudiantes, tras el ataque al hospital de La Plata
Asimismo, la Policía continúa con la búsqueda de los prófugos relacionados con el hecho, entre ellos dos hijos de Tobar, intensificando tareas de campo, vigilancia y cruce de información obtenida de los allanamientos. La investigación sigue en curso bajo la dirección del fiscal Gonzalo Petit Bosnic, a cargo de la UFI 3 de La Plata.
Cómo fue la violenta pelea barra en el hospital de Gonnet
El 25 de marzo, Fernando Nicolás Sanconi ingresó al Hospital San Roque de Gonnet con heridas cortantes tras ser atacado por integrantes de la barra brava de Estudiantes de La Plata, en la intersección de 14 y 36. Al enterarse de lo ocurrido, un grupo de hinchas de Gimnasia y Esgrima se trasladó hasta el centro médico para apoyarlo.
Minutos después, una caravana de barras de Estudiantes irrumpió en el lugar y desató una feroz pelea entre ambas hinchadas. Durante el enfrentamiento, Cristian Camellieri, Juan Roberto Arcajo y Mauro Perilli resultaron heridos. Cámaras de seguridad captaron a los agresores saliendo en varios vehículos, algunos sin patente, desde un galpón vinculado a Tobar y escoltados por al menos 30 motocicletas.
La investigación reveló que la emboscada no solo estuvo motivada por la histórica rivalidad entre las hinchadas, sino también por una disputa interna dentro de la UOCRA. A partir del análisis de videos y redes sociales, las autoridades lograron identificar a los implicados y solicitaron las órdenes de detención correspondientes.
El historial criminal de Iván Tobar, jefe de la barra de Estudiantes
Durante la mañana del pasado jueves 27 de marzo, se realizaron 25 allanamientos con el objetivo de capturar a Iván Tobar, acusado de ser el autor intelectual de la emboscada en el hospital de Gonnet. Finalmente, fue detenido en la vía pública, en la intersección de 122 y 36, Ensenada.
Sin embargo, su captura no estuvo directamente relacionada con el ataque al hospital, sino con una causa federal iniciada en 2022 por amenazas coactivas a funcionarios públicos. El expediente, a cargo del juez Ernesto Kreplak, se originó tras una serie de intimidaciones a magistrados que debían definir la excarcelación de Juan Pablo “Pata” Medina, exlíder de la UOCRA platense.
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Los investigadores sospechan que Tobar no solo buscaba consolidar su dominio en la barra de Estudiantes, sino también avanzar sobre la de Gimnasia y el manejo de los fondos sindicales. Su enfrentamiento con Cristian El Volador Camillieri, herido en la emboscada de Gonnet, se deba a que mantiene un enfrentamiento hace años con él, lo que también se vincula a la interna de la UOCRA.
Además, el líder de la barra brava de Estudiantes cuenta con una condena previa por un intento de homicidio, tras haber intentado asesinar a un referente de otra línea interna de la barra. El delito por el que actualmente es investigado podría enfrentar una pena máxima de hasta diez años de prisión.