Las noches de domingo en la NBA tienen ese no sé qué. Con partidos desparramados por todo el territorio americano, los fanáticos de todo el mundo pueden quedar absortos por un triple de Curry, una volcada de LeBron tras pase de Doncic, alguna fantasía de Jokic… pero también por una pelea de película. Y en este caso con un argentino involucrado, el cordobés Pablo Prigioni.
La trifulca explotó de repente en el partido que enfrentaba a Detroit Pistons contra Minnesota Timberwolves, equipo en el que el también entrenador de la Selección Argentina trabaja como asistente. Ambos llegaban al duelo en el Target Center de Mineápolis con récord mellizo de 42 victorias y 32 derrotas, buscando asegurarse un lugar en los playoffs, el primero en la Conferencia Este y el segundo en la Oeste.
En el arranque del segundo cuarto, los Pistons hacían pata ancha en tierra de los Wolves, ganaban por 10 y eran superiores a los dirigidos por Chris Finch, un exbasquetbolista que dirigió a la selección de Gran Bretaña en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y hace cuatro años desembarcó en esta franquicia para marcar su debut en la NBA, asistido por Prigioni.
En este caso, los muchachos de Minnesota no fueron ningunos “señoritos ingleses” ante los de Detroit, ésta última franquicia famosa en los años ochenta por su juego rudo, un aura de rudeza que también se respira en la ciudad de las automotrices, castigada cada tanto por las recesiones económicas.
Pues bien, los de blanco perdían por diez y el número 11 Naz Reid inició una carrera hacia una bandeja cómoda pero en el medio fue interrumpido por un manotazo al límite de Ron Holland, el 00 de los de azul. Los árbitros marcaron falta pero el jugador de los Wolves no se la bancó y fue a pedirle explicaciones a su rival. Ahí estalló todo.
Es que en el medio apareció otro jugador de Minnesota, Donte DiVincenzo, que de la nada dirigió su antebrazo directo al cuello de Holland, mientras jugadores, árbitros, asistentes, personal de seguridad y todos los que pasaban cerca empezaban a quedar como imantados por el tumulto. En esa hecatombe se encontraba también Prigioni.
Varios intentaron separar pero otros se preocuparon por revolear los puños, haciendo que en ese manojo de seres humanos no se llega a distinguir quiénes fueron víctimas y victimarios. Para peor, un camarógrafo de esos que filman desde abajo del aro terminó dando vueltas como si una ola gigante lo hubiera encontrado distraído en la orilla.
El plano general se abrió y la imagen fue muy bizarra: DiVincenzo, el 0 de los Wolves, que había sido de los primeros en pegar, apareció sentado en una butaca de la primera fila mientras los jugadores de Detroit trataban de conectarle alguna trompada.
Se armó en Detroit-Minnesota.
Expulsados Isaiah Stewart, Ron Holland, Marcus Sasser, Donte DiVincenzo y Naz Reid.pic.twitter.com/gPxZmLUjTN
— Ritmo NBA (@RitmoNba) March 31, 2025
Todo se terminó resolviendo un rato más tarde, con la decisión de los árbitros de expulsar a cinco jugadores, tres de Detroit y dos de Minnesota: el mencionado Ron Holland, además de Marcus Sasser e Isaiah Stewart, en la visita, y la dupla de agresores de los Wolves, Donte DiVincenzo y Naz Reid.El castigo de los referís incluyó a J.B. Bickerstaff, entrenador jefe de Detroit, y a Pablo Prigioni.
Una vez que bajó la temperatura, el partido se siguió jugando y los Wolves salieron mejor parados del escándalo porque lograron revertir rápidamente el envión de los Pistons hasta ganar el partido por un cómodo 123-104. Los fanáticos de los domingos de NBA ya podían darse por satisfechos.