Dave Coulier, protagonista de ‘Padres forzosos’, anuncia que está libre de cáncer | Gente

Dave Coulier, protagonista de ‘Padres forzosos’, anuncia que está libre de cáncer | Gente

El pasado mes de noviembre, Dave Coulier, quien fuera el tío Joey en la exitosa comedia televisiva Padres forzosos (Full House o Tres por tres en América Latina), daba a conocer en una larga entrevista que tenía cáncer. Fue todo un golpe para los seguidores de la serie y para los nostálgicos de los años ochenta y noventa. Coulier, que en septiembre había cumplido 65 años, había sido diagnosticado en octubre con un linfoma no de Hodgkin en grado III y estaba recibiendo quimioterapia. Ahora, para respiro de sus familiares, amigos y seguidores, el actor está libre de cáncer.

Él mismo ha sido el encargado de dar la buena nueva tanto en sus redes sociales como en alguna entrevista. Por ejemplo, así lo recogen la revista People y el programa Today. También la actriz Candace Cameron-Bure, de 48 años y que interpretó a su sobrina D. J. en la recordada serie, lo ha compartido en sus redes sociales. “¡Dave ya no tiene cáncer! Uníos a mí para celebrar esta noticia increíble, vamos a darle todo el amor del mundo”, escribía la intérprete en un post acompañado de una serie de fotografías suyas con Coulier y la esposa de este, Melissa Bring, entrenadora deportiva y fundadora de una empresa de productos holísticos. John Stamos, también compañero de reparto, compartía un vídeo en su cuenta de Instagram en el que se le veía recibir a través de una videollamada la buena noticia; una publicación que ha aprovechado para dedicar unas palabras de cariño a su amigo y su fuerza y entereza a lo largo de los últimos meses.

Precisamente este lunes se publicó una entrevista con Coulier en Parade, una publicación de entretenimiento fundada en los años cuarenta. En ella, el actor contaba que recientemente le habían hecho una biopsia en un nodo linfático del cuello que demostró que ya no había signos de cáncer. “Una de las pocas veces en mi vida en la que escuchar el número cero ha sido estupendo”, bromeaba. Entonces contaba que también estaba esperando los resultados de otro escáner adicional para saber si efectivamente podía mirar al cáncer “por el retrovisor”. Finalmente, así ha sido.

En la charla con Parade, explicaba que había pasado por seis rondas de quimioterapia, la última en febrero, algo por lo que empezaba a sentirse “bastante enfermo”. De hecho, la bajada de defensas le había hecho agarrar un rinovirus, que se había traducido en un resfriado común. Pero, tras la sexta ronda de quimioterapia, aseguraba encontrarse feliz de dejar el hospital, aunque no lo celebró como debían, recordaba con humor: “Estaba tan aturdido cuando salí del hospital que mi mujer me miró al entrar en el coche y me dijo: ‘Se nos ha olvidado tocar la campana [un acto simbólico que realizan los pacientes con cáncer para celebrar el final de su tratamiento]”. “Me dijo: ‘Estoy preparado de cualquier manera. Si muero, muero. Y si puedo quedarme aquí, genial. Quiero hacerlo’. Esas conversaciones fueron obviamente muy difíciles”, explica su mujer en el mismo reportaje.

“Los síntomas empeoraban con cada tratamiento”, contaba Coulier. “Así que la neuropatía, que no había experimentado antes, empezó a aumentar. Las náuseas empezaron a aumentar. También los mareos. Lo llaman quimiocerebro, cuando estás un poco confuso, y empezó a aumentar. Mis días de poder levantarme, caminar y estar activo empezaron a disminuir”, recordaba. “Algunos días, no quería hacer nada”, reconocía, explicando cómo con ese sexto tratamiento no tenía ganas de levantarse de la cama. “Aunque quería moverme, salir y trabajar en casa, no podía. Había tanta fatiga relacionada con el cáncer que empeoraba y empeoraba progresivamente, y pensé: ‘Pues así es como va a ir”.

El cáncer ha golpeado a su familia en más de una ocasión: la madre, la hermana y la sobrina de Coulier, como él mismo ha contado, murieron a causa de cáncer de mama. “He visto por todo lo que han pasado las mujeres de mi familia y pensé: ‘Si puedo ser una décima parte tan fuerte como ellas, estaré bien”, contó cuando hizo pública su enfermedad. Su hermana mayor, Karen, que es enfermera, también pasó un cáncer, y en esta etapa ha sido fundamental para él. “Ha sido un gran apoyo, muy divertida, hacemos chistes de eso. Le digo que en solo cuatro semanas he pasado de ser Virgo a ser Cáncer”.

“Cuando recibí la noticia por primera vez, me quedé de piedra, claro, porque no me lo esperaba, y luego llegó la realidad y me encontré sorprendentemente tranquilo con cualquiera que fuera el resultado”, explica en la revista. “No sé cómo explicarlo, pero había una calma interior en todo ello, y creo que eso es parte de lo que he visto pasar a las mujeres de mi familia. Realmente me lo inculcaron, me inspiraron, en cierto modo, porque eran magníficas pasando por lo que pasaron, y pensé: ‘También puedo con esto’. He tenido una vida increíble en un viaje con gente increíble a mi alrededor y estoy bien. Estoy seguro de que esto te cambia la perspectiva”, contaba en noviembre.

Además de los casi 200 capítulos de la serie que le lanzaron a la fama, en los ochenta y los noventa Coulier participó en más de 60 episodios de Los auténticos cazafantasmas. Además, su voz es un clásico de la animación, gracias a series como Los pequeñecos, Pinky y Cerebro, Los casos de Silvestre y Piolín, Bob&Doug o Padre Made in USA. Cuando volvió Madres forzosas, la secuela de la serie, entre 2016 y 2020, regresó a su papel de tío Joey en una veintena de capítulos.