“Encontramos un Racing frenado”, “regaban el Cilindro con agua podrida” y “un plantel molesto por las promesas sin cumplir”

“Encontramos un Racing frenado”, “regaban el Cilindro con agua podrida” y “un plantel molesto por las promesas sin cumplir”

En los últimos años, Racing recuperó un lugar histórico que había perdido en el fútbol argentino hace décadas. Pero, desde la llegada de Víctor Blanco en 2014, el club se acostumbró a ganar títulos y se convirtió en el tercero en discordia detrás de Boca y River. Incluso, las ventas de los futbolistas surgidos en el predio Tita Mattiussi llevaron millones a las arcas del club, al punto que comenzó a hablarse de la Academia como el “nuevo millonario”. Sin embargo, en la previa del debut del equipo de Gustavo Costas en la Copa Libertadores, el actual presidente, Diego Milito, fue lapidario con la gestión saliente: “Nos encontramos con un club frenado, con más obligaciones a pagar que a cobrar”.

Tras algunas semanas de silencio, el mandamás de la Academia atendió desde el noroeste de Brasil a F12, el programa que conduce Mariano Closs en los mediodías de ESPN, donde arrancó explicando con qué club se encontró desde su llegada a la presidencia: “Nos encontramos con un Racing frenado, que apuntaba al corto plazo. Asumimos con un mercado de pases y la renovación del entrenador, algo siempre traumático para el comienzo de una gestión”.

Desde que se candidateó como presidente, Milito explicó que su idea era armar un equipo de trabajo y respetar los roles. Y contó que por estos días está más dedicado a la infraestructura del club que a estar encima del trabajo de Gustavo Costas: “Se pensaba a corto plazo y no se planificaba”, sorprendió Milito, que siguió apuntando a la gestión Blanco.

“En los últimos 10 años llegaron los resultados pero sin una estructura firme”, entiende Milito.

El año pasado, por el mal estado del campo de juego del Cilindro, la Conmebol le impidió jugar un partido de la Copa Sudamericana de local a Racing que debió mudarse a cancha de Lanús: “No había agua y se regaba con el agua podrida del foso, por eso el campo no se recuperaba. Buscamos a un geólogo para encontrar el agua y hoy tenemos un campo de juego hermoso”, dijo, aunque aclaró que no se jactaba: “No es algo que me ponga orgulloso, es lo que debe ser”.

Está claro que Milito y Blanco tienen dos miradas muy distintas de cómo llevar adelante el club. Tanto, que no pudieron ponerse de acuerdo cuando el ex presidente propuso la unidad. Desde su regreso a Racing como jugador hace poco más de una década el exfutbolista campeón de la Champions League con el inter de Milan, apuntó a mejorar las instalaciones del club: “El comedor lo hice yo. La infraestructura es fundamental para el crecimiento. Cuando volví en 2014 insistí para que los jugadores tuviéramos dónde desayunar. No era necesario jugar en Europa para tener una necesidad mínima”.

¿Qué pasa con el Presidente Perón? “Cuando tengamos bien claro el proyecto de la renovación del estadio, lo mostraremos. Y ahí trabajaremos para realizarlo”, arrancó y luego explicó por qué se frenó la obra del predio de Ezeiza donde se planificaba el lugar para que concentrara el equipo pero, según Milito, se proyectó una obra con una visión que ya no corre en estos tiempos.

“Estaban planificando un predio de Ezeiza sin hablar con utileros, con médicos, con prensa, sin preguntarles sus necesidades. Las habitaciones eran dobles y hoy el fútbol es más individualista. Tenemos que apuntar a una obra de 10, 15 o 20 años, pensando en el futuro”, aseguro.

Después, dejó en claro que tampoco las finanzas estaban equilibradas: “Nos encontramos con con un club que tenía más obligaciones a pagar que a recibir. Hoy estamos equilibrados pero en junio habrá que ver si tenemos que vender para seguir creciendo”.

Antes de terminar, Milito le dedicó unas palabras a Maravilla Martínez: “Yo creo que no es sólo el mejor delantero de la Argentina, también de Sudamérica. Y aseguró que Racing es candidato en la Libertadores: “Es nuestra gran ilusión”.