El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, vinculó el futuro político de la oposición con la percepción ciudadana sobre la economía. Advirtió que «octubre está cada vez más cerca» y destacó datos clave: baja de la pobreza, riesgo país y tensión en el Senado.
En declaraciones al canal TN, Martín Menem, titular de la Cámara de Diputados, centró su discurso en las elecciones legislativas de octubre y los desafíos del oficialismo. «Se renuevan 129 bancas de diputados y 24 de senadores: muchos opositores no van a renovar si la gente percibe que el Gobierno está logrando resultados», aseguró, en alusión a la reducción de la pobreza (del 52% al 38%) y la estabilización de la inflación.
Sobre el rechazo del Senado a los jueces oficialistas para la Corte Suprema, Menem calificó el hecho de «histórico» y responsabilizó a la oposición: «El PRO y algunos radicales priorizaron la política. Necesitábamos 48 votos y fallaron en dar quórum». Sin embargo, evitó criticar la abstención del senador puntano Juan Carlos Pagotto (aliado de su familia), limitándose a señalar que «el contexto era complejo».
Respecto a la economía, reconoció «turbulencias» —como el riesgo país en alza (948 puntos)—, pero insistió en que «la volatilidad es transitoria». «Los especuladores quieren vivir de devaluar, pero el plan de Caputo está blindado por el Presidente. La gente valora que bajamos la pobreza y hay empleo», afirmó.
Consultado sobre la gira de Javier Milei a EE.UU. y la ausencia de una foto con Donald Trump, Menem negó que sea relevante: «El vínculo es ideológico, no de fotos. Trump está recomponiendo su economía, pero Argentina está priorizada».
Finalmente, desestimó las críticas de Juan Grabois («quieren destruir a Milei porque perderán su negocio con la pobreza») y cerró con un mensaje contundente: «Octubre definirá si la sociedad avala este rumbo o elige volver al populismo que nos hundió».
Las declaraciones de Menem reflejan la estrategia del oficialismo de instalar una narrativa de «éxito incipiente» ante las legislativas, mientras intenta desvincularse de tensiones internas, como el fracaso en el Senado. La referencia a octubre opera como advertencia a la oposición y como llamado de atención a su propia base.