Golf y negocios en el campo de Trump en Miami | Deportes

Golf y negocios en el campo de Trump en Miami | Deportes


El golf y la política han convivido estos días en el Trump National Doral, el campo de Miami propiedad del presidente de Estados Unidos donde se ha disputado la quinta parada de LIV, la revolucionaria liga saudí. Trump aterrizó a lo grande, literalmente. El jueves el helicóptero presidencial, el Marine One, se posó en el hoyo 9 del recorrido como si fuera una pista de cemento en lugar de delicado césped. De ahí se montó en un buggy conducido por su hijo Eric. Según él, se trataba de un “viaje de trabajo”, y lo priorizó a acudir a la base aérea de Dover para el homenaje a los cuatro soldados estadounidenses muertos en unas maniobras en Lituania.

Alrededor del campo de golf se movían intereses y negocios más suculentos, como por ejemplo el de avanzar en las negociaciones con el fondo soberano saudí, PIF, para firmar la paz con el circuito americano, el PGA Tour, y reunificar de una vez el golf. Trump se ha puesto manos a la obra en una tarea que se alarga durante los últimos meses sin que se vea la luz al final del túnel y que, según desliza, le resulta más compleja que sellar la paz en Ucrania. El último parte médico (no oficial, claro) cuenta que el nudo se encuentra en la identidad del nuevo organismo que pudiera salir del pacto: LIV no quiere dejar de ser LIV, y así mantener su organigrama y su chiringuito, y el PGA no quiere dejar de ser el PGA, es decir, el dueño del restaurante. Y ahí están erre que erre.

Mientras, la bola rueda, en Miami y esta semana en el Masters de Augusta, y en la liga saudí han jugado estos días 12 golfistas que desde el jueves lucharán por la chaqueta verde. Entre ellos, dos españoles, Jon Rahm y Sergio García. El castellonense, que en el Masters llegará a los 100 grandes, volvió a mostrar su mejor juego y se quedó a un dedo de la victoria. Su bola se hundió en el agua en el último hoyo y finalizó en un gran tercer puesto con -4, a dos golpes del australiano Marc Leishman. García contó entre sus seguidores a pie de césped con Yasir Al-Rumayyan, el gobernador del fondo soberano saudí, y dejó destellos del buen golf que está mostrando este año, ya vencedor en Hong Kong a principios de marzo.

Peor le fue a Rahm, con un cuadruple bogey en el 17 tras dos visitas al agua. Pese a ello, fue noveno con +1 y conservó su inigualable permanencia en la élite. Desde que se estrenó en LIV la temporada pasada, con bingos en las citas de Rocester y Chicago y el anillo de campeón y el bonus de 18 millones por liderar la clasificación individual, es el único siempre entre los 10 mejores.

Resultados y clasificación del LIV de Miami.