Con su mejor cara de piedra, el diputado nacional Gerardo Milman dijo estar seguro de que, en los próximos meses y a medida que avance el juicio por el atentado a Cristina Kirchner, “se podrá determinar quién le dio esa pistola”. Milman aseguró muy suelto de cuerpo que “hay elementos que permiten suponer que Fernando Sabag Montiel no actuó solo y que alguien le proporcionó el arma”. Incluso llegó a poner en duda “el atentado” contra la entonces vicepresidenta. Por último reconoció que borró contenido de su teléfono celular en los días posteriores al ataque. “Como cualquier ciudadano, tengo derecho a manejar mi privacidad”, se justificó.
Cabe recordar que la querella de la propia Cristina Kirchner pidió investigar, precisamente, el contenido de los teléfonos del diputado, al que un testigo dijo haber escuchado decir en un bar frente al Congreso, dos días antes del intento de magnicidio, la frase “cuando la maten yo estoy camino a la costa”. El pedido de peritar su celular había sido pedido en más de una oportunidad por el abogado José Manuel Ubeira, uno de los integrantes de la querella de CFK, en el tramo “político” de la causa por el atentado. La jueza a cargo, María Eugenia Capuchetti, y luego la Cámara, se negaron a hacerlo.
En paralelo al avance del juicio contra Sabag Montiel y el resto de los acusados como autores materiales e instigadores, la semana pasada Capuchetti reasumió la investigación del tramo “político” –que indaga sobre los posibles autores intelectuales–, lo que hace suponer que, de alguna manera, Milman “spoileó” algunos eventuales avances en ese expediente en particular.
Lo hizo durante una entrevista con el sitio Mendoza Online. En esa charla, sostuvo que le había generado “fobia” la denuncia de la expresidenta y que recién ahora se sintió “como para hablar”. Y entonces, habló. Aseguró que existen “pruebas contundentes” sobre el origen del revólver utilizado en el atentado del 1° de septiembre de 2022 por Sabag Montiel, aunque prefirió no entrar en detalles: “Las evidencias muestran que no actuó solo. Hubo alguien detrás que le proveyó el arma, y eso es lo que realmente importa investigar a fondo”, sostuvo.
Y agregó que “este no fue un hecho aislado (por el atentado), hay algo más detrás” y que “pronto se podrá determinar quién le dio esa pistola” al joven integrante de la banda de los copitos. ¿De dónde sacó que “pronto” habrá novedades?
Supuestamente la respuesta está en que leyó todo el expediente: “Así que creo que vamos a tener novedades importantes en los próximos días. Son muchas miles de fojas que me dediqué a leer para poder entender, en definitiva, quiénes son los responsables reales de, entre comillas, el atentado de Cristina Fernández de Kirchner”, afirmó dejando trascender dudas sobre la supuesta veracidad del ataque.
Desde el atentado mismo que el diputado está bajo la lupa de la querella de CFK. En los proyectos de resolución que presentó dos semanas antes de los hechos, se sugería que alguien –“algún vanguardista iluminado”– atentaría contra CFK “para favorecer el clima de violencia que se está armando, con un falso ataque, para victimizarla, sacarla de entre las cuerdas judiciales en las que se halla y no puede salir”. Esa coincidencia con el atentado no fue la única. Ese mismo texto, que pedía información sobre su custodia, incluía la frase: “sin Cristina hay peronismo y sin peronismo sigue habiendo Argentina”.
Pese a todo, Milman sigue eludiendo el llamado judicial. Mientras tanto, sectores del kirchnerismo reclaman que se profundice la investigación para esclarecer si el ataque fue parte de un plan organizado o la acción individual de Sabag Montiel.
¿Y el celular?
En esa misma entrevista, Milman admitió que borraron información de los teléfonos tras el atentado y lanzó una polémica explicación sobre por qué su ex asesora Ivana Bohdziewicz eliminó datos de su celular en el marco de la investigación del ataque contra Cristina Fernández de Kirchner. “Ivana borró el teléfono porque tenía información personal que hoy los jóvenes tienen”, justificó al portal MDZ sobre el delito de su colaboradora. Mientras que respecto a su celular, señaló: “Mi teléfono no lo requería la justicia, por lo tanto si yo quería lo tiraba desde un noveno piso o al Riachuelo, o lo cambio. Yo hago lo que quiero con mi propiedad privada. No tengo nada y nadie me lo requiere”, sostuvo.
“Me inventaron esta causa y me comí la curva a 1200 kilómetros por hora. Yo salía a la calle y para algunos era un héroe, para otros era un asesino. Me generó una fobia y decidí bajar el perfil hasta que me sintiera en condiciones emocionales de poder afrontarlo”, se victimizó.
Milman destaca que Capuchetti haya recuperado la conducción de la causa. Lo que no dijo es porque la jueza está preocupada por el manejo de la custodia del celular de Sabag Montiel, recuperado en el momento de la detención. El detalle es que la custodia de Capuchetti llevó el aparato a los peritos de la PSA. El teléfono llegó encendido y prácticamente bloqueado. Una maniobra que salpica a Capuchetti.
