Boca demostró que también puede de visitante, le ganó con autoridad a Belgrano en Córdoba y se metió en los octavos del Torneo Apertura

Boca demostró que también puede de visitante, le ganó con autoridad a Belgrano en Córdoba y se metió en los octavos del Torneo Apertura

La victoria, clara y contundente, no sólo aseguró el pasaje a los octavos de final del Torneo Apertura; también, le dio impulso. A fin de cuentas, se impuso de visitante, algo que siempre le cuesta; tuvo ráfagas de buen juego y se recuperó muy rápido del empate de Belgrano. Se vio un poquito más que individualidades, lo que siempre destaca al equipo. Boca tuvo jerarquía, pero también, mostró solvencia. Ganó ocho de los últimos nueve partidos. Y aunque la herida de la Libertadores será difícil de cicatrizar, los triunfos son sanadores. Casualmente, hacía 10 años que el club azul y oro no vencía al Pirata en esta ciudad. ¿De quién fue el gol? De Fernando Gago, hoy su entrenador.

Un arranque furioso de Belgrano y un gol anulado por una rodilla en el inicio del partido podrían confundir a los desprevenidos. Boca la pasó mal en el inicio por la intensidad que mostraron los cordobeses. Hasta que comenzó a manejar la pelota a partir de sus volantes creativos. Especialmente, Kevin Zenón y Carlos Palacios. Y terminó viajando al entretiempo con una victoria justificada por ese grito de Marcos Rojo.

Belgrano se lanzó sobre el área de Agustín Marchesín intentando sorprender a un rival que llegó encumbrado y como favorito al estadio Julio César Villagra. Sus hinchas gritaron el gol de Lucas Menossi, pero el asistente Marcos Horticolou levantó la bandera con ojo de lince. El VAR mostró que Franco Jara estaba apenas adelantado cuando quedó mano a mano.

Un rato después, lo perdió Nicolás Fernández abajo del arco. Jara la bajó para Francisco González Metilli, quien metió un buscapié y Lautaro Blanco cubrió a tiempo, justo cuando se Uvita se relamía para definir con la red a su merced.

Entonces, Boca empezó a gestionar el juego a través de sus medocampistas. Milton Delgado fue salida limpia, Palacios condujo y Zenón participó del circuito de juego. Hubo una gran jugada que no terminó en gol porque Edinson Cavani no pesa en el área. Cuando llegó el centro de Blanco, cabeceó abajo del arco por encima del travesaño. Fue una situación calcada al gol que le marcó a Portugal en Rusia 2018. Esta vez, falló.

A pesar de ostentar la tenencia y acumular pases, lo mejor de Boca fue cuando profundizó. Y de un córner que provocó Cavani, llegó el gol. Ejecutó Palacios, despejó Nicolás Meriano en el primer palo y Rojo conectó de zurda. Manuel Valentini no pudo reaccionar.

Belgrano estuvo cerca del empate, pero fue a partir de un error no forzado de Lucas Blondel, el más permeable, quien jugó atrás para Tomás Belmonte, pero no contaba con la intercepción de Jara. No estuvo fino el delantero, que probó de media distancia, pero sin puntería.

En el segundo tiempo, Belgrano tuvo un inicio intenso, con dientes apretados y encerró a Boca contra su propio arco. Marchesín regaló una pelota en la salida y Uvita no logró el empate porque Rojo salvó en la línea. Fue una salvada que se gritó como un gol en el banco azul y oro. Al ratito, Menossi recuperó en el medio, Uvita dejó a Jara con ángulo de remate, pero el cordobés de Villa María remató demasiado alto.

No obstante, se sentía en el aire que Belgrano podría igualar el partido. Y lo logró con una gran combinación de los volantes. El cambio de frente de Sebastián Longo, el cabezazo de González Metilli del primero al segundo palo y la palomita de Menossi. Fue una revancha para el volante, al que unos minutos antes le habían anulado un gol por falta previa a Marchesín.

Los hinchas cordobeses no tuvieron tiempo de festejar. En la jugada siguiente, Zenón volvió a poner a Boca en ventaja. Hubo polémica porque Horticolou volvió a levantar la bandera por una posición adelantada de Cavani en el comienzo de la acción. El VAR interpretó que hubo una disputa del futbolista de Belgrano y no un pase involuntario.

El tercer gol de Palacios también tuvo suspenso. Pero Cavani estaba más habilitado que en el segundo. Zenón remató tras la sesión del uruguayo, Vicentini tapó y en el rebote, el chileno resolvió.

Boca pudo pegar algún grito más. Hubiera sido justo. Belgrano se fue silbado, pensando en dar la cara en la Copa Argentina, el miércoles ante Real Pilar.