de la roja al gol de Camavinga que lo mantiene a cuatro puntos del Barcelona

de la roja al gol de Camavinga que lo mantiene a cuatro puntos del Barcelona

A Kylian Mbappé no lo expulsaban desde hacía 5 años, 11 meses y 15 días. Este domingo, el delantero francés metió un brutal planchazo que le valió la cuarta tarjeta roja de su carrera y que complicó al Real Madrid, más allá que su compatriota Eduardo Camavinga salió al rescate para darle un triunfo vital (1-0) contra el Deportivo Alavés del argentino Eduardo Coudet, que mantuvo a su equipo a cuatro puntos de diferencia del líder Barcelona, en la fecha 31 de la Liga de España.

Mbappé, máximo goleador de su equipo con 22 tantos en el torneo doméstico, llegó tarde a una pelota sobre la mitad de cancha y le aplicó los tapones en la tibia derecha de Antonio Blanco, cuando el equipo blanco ya estaba ganando por 1-0 gracias al tanto de Camavinga.

El árbitro Soto Grado, raramente, le sacó primero la amarilla, pero la cambió por roja directa tras revisar las imágenes en la pantalla del VAR.

Mbappé no era expulsado desde el 27 de abril de 2019, en una final de Copa de Francia con el PSG ante el Stade Rennes, en la que recibió una roja directa en el último minuto del alargue. Tras el empate 2-2, no pudo lanzar un penal en la tanda y su equipo perdió el título (8-7).

Curiosamente, dos de las tres expulsiones que recibió como profesional, todas en las filas del PSG, se produjeron ante el mismo rival, el Stade Rennes. La primera de su carrera el 30 enero de 2018 en una semifinal de la Copa de la Liga a los 61 minutos. No afectó al triunfo del club parisino (2-3).

En la Liga francesa fue expulsado también con el París Saint-Germain, al recibir la roja directa en el minuto 90 el 1 de septiembre de 2018 en la visita al Nimes, con triunfo del PSG (2-4).

Con el Real Madrid, Mbappé había disputado 48 encuentros en su primera temporada y había recibido cuatro amarillas, tres en Liga (ante Espanyol, Girona y Real Valladolid), y una en la Liga de Campeones, frente al Atlético de Madrid.

El delantero francés será sancionado con un mínimo de un partido por juego brusco grave, que provocará su ausencia ante el Athletic Club de Bilbao en la jornada 32. Si la pena del Comité supera los tres partidos, provocaría su ausencia en la final de la Copa del Rey que el Real Madrid disputará ante el Barcelona el 26 de abril en Sevilla.

Camavinga al rescate

Sin un francés, apareció otro francés. En realidad, fue cuatro minutos antes de la expulsión de Mbbapé que Eduardo Camavinga metió el latigazo con el que Real Madrid ganó 1-0 ante Alavés. El mediocampista del equipo blanco no encontró oposición para rematar desde fuera del área.

El Alavés entró al partido con más energía que los blancos. La presión tras saque de puerta de los hombres de Eduardo Coudet cortó el inicio y la progresión de las jugadas de los madridistas que, sin embargo, estuvieron cerca de hacer el primero de la tarde con un balón que peleó Arda Güler y que no acertaron a despejar ni el argentino Nahuel Tenaglia ni el guardameta Jesús Owono.

La presión dio más oportunidades a un Alavés que también tuvo problemas en la salida de balón. El brasileño Rodrygo Goes era el más incisivo y precisamente un saque de esquina lanzado por el futbolista del equipo blanco acabó con un gol de Raúl Asencio, que anuló el VAR por falta previa al portero alavesista.

Al equipo de Carlo Ancelotti, que vio el encuentro desde un palco al estar amonestado, le costó salir con el balón jugado, ya que el Alavés apretaba tras perder la posesión y sacó mucho rédito de ello.

Un chispazo le sirvió al Real Madrid para desequilibrar la balanza. En una de las posesiones más largas del partido, Eduardo Camavinga cogió el balón en la frontal del área y, sin oposición, puso el esférico en la cepa del poste derecho de Jesús Owono en el minuto 34.

Carlos Vicente rozó la igualada en la jugada posterior con un ‘centro-chut’ que no encontró rematador en el segundo palo.

En el minuto 38 hubo otro punto de inflexión en el partido. Una entrada de Kylian Mbappé sobre Antonio Blanco acabó con el francés en el vestuarios después de que el VAR requiriera un valoración de Soto Grado en el monitor.

El delantero, que ya había tenido sus más y sus menos con los centrales locales, obligó a Davide Ancelotti a modificar el guion en la segunda mitad.

La reanudación fue similar al inicio del duelo con un Alavés que quiso más que el Real Madrid, apretó y llegó a finalizar varias jugadas ante un rival que no quiso arriesgar en ataque.

Kike García lo intentó con algún remate sencillo para Thibaut Courtois, que no tuvo que esforzarse en exceso.

Los blancos se encerraron bien y buscaron la carrera del recién ingresado Vinicius Junior, que forzó la expulsión de Manu Sánchez, gracias de nuevo al VAR, en un balón largo bien buscado por el portero blanco, con 20 minutos por delante.

Las fuerzas se igualaron en el césped, pero en el marcador era el conjunto madrileño el que mandaba en una segunda parte sin apenas ocasiones, excepto un fuerte disparo de Fede Valverde desde fuera del área.

En el diez contra diez, el Real Madrid estuvo mejor, cerrando espacios y llegando algo más.

De hecho, Jude Bellingham tuvo la sentencia al filo del descuento tras una pérdida del Alavés, pero Owono dio una vida a los albiazules, que no acertaron con los balones al área buscando a sus dos puntas en la segunda parte.

Con este encuentro el Real Madrid se mantiene a cuatro puntos del Barcelona y el Alavés cierra la jornada con un punto por encima de la UD Las Palmas que marca la línea de los puestos de descenso.