Efectos y derivaciones de la elección en Santa Fe  | Del triunfo de Pullaro con miras a 2027 al pase de facturas interno de LLA

Efectos y derivaciones de la elección en Santa Fe  | Del triunfo de Pullaro con miras a 2027 al pase de facturas interno de LLA

Desde Rosario

La elección con menos convocatoria de la historia reciente redibuja el tablero político en Santa Fe, acaso en Rosario también. Le sirvió a Maximiliano Pullaro para revalidar su condición de gran elector en el presente, y asegurarse una mayoría en la asamblea constituyente por venir para moldear la reforma constitucional a su agrado, con su propia reelección incluida. También ratificaron su vigencia, pese a todo, los senadores departamentales, porque ganaron casi todos los que se presentaron para ser convencionales y velar por la supervivencia de la bicameralidad. El de Rosario, Ciro Seisas, delfín oficialista, no. No bastó para aguantar el ascenso de su ex compañero de televisión, Juan Pedro Aleart.

El ex periodista que aterrizó en La Libertad Avanza por convite de Karina Milei fue el consuelo de esa fuerza, porque la expectativa de hacer buen pie en Santa Fe al calor de la figura presidencial resultó un fiasco: Nicolás Mayoraz quedó cómodamente tercero con un lejano 15 por ciento. Y Aleart, sin decir pío pero con la artillería mileísta detrás, será de un día para el otro el hombre que el departamento Rosario envíe a la misión de reformar la Constitución de Santa Fe. Además, fue el precandidato a concejal más votado. Eso hizo que el domingo a la noche algunos como la diputada Romina Diez ya lo imaginen “el próximo intendente”.

En el bunker libertario brillaron por su ausencia figuras nacionales. La mentora y hermana del Presidente solo se comunicó por teléfono. Lo mismo Patricia Bullrich. Nadie quiso aparecer esta vez. El experimento de Nicolás Mayoraz como primer candidato fracasó. Dicen que se lo facturaron al presidente de Diputados, Martín Menem. Los que sí cayeron jubilosos al bunker libertario fueron dos enviados de la ministra que disfrutan del calor del gobierno central: Federico Angelini y José Núñez.

En el círculo íntimo de Milei estarán por estas horas lamentando haber desairado a Amalia Granata cuando intentó tras bambalinas un acercamiento y acuerdo. La diputada y panelista de TV consiguió casi lo mismo que Mayoraz, 173.000 votos. La suma de ambos sí hubiera superado a Monteverde y acercado a un 30 por ciento del electorado, bastante respecto de la marca del gobernador. En resumen, LLA llevará 10 convencionales a la Constituyente; y Granata, 7.

Pese a todo, otras voces en la Rosada decían que la elección no les camibaba “el amperímetro” y comparaban el resultado en Santa Fe con lo que sucedió en las provinciales de 2023, en las que LLA obtuvo magros resultados locales en las elecciones desdobladas a gobernador, pero luego pudo imponerse el propio Milei en las generales presidenciales. 

El Presidente salió más tarde a resaltar únicamente el resultado en Rosario, ignorando la contienda a nivel provincial. “Quiero felicitar a La Libertad Avanza (LLA) en Santa Fe que ganamos en Rosario. Es una estructura que tiene cinco meses y ganó la ciudad de Rosario”, celebró por la mañana el presidente Javier Milei en declaraciones radiales.

El rediseño del peronismo

El rediseño más complejo post elección le toca al justicialismo, porque hoy por hoy su mejor espada es un extrapartidario: Juan Monteverde lideró la nómina que hoy al partido se le permite decir que es la segunda fuerza más votada, al menos en la disputa por convencionales de distrito único. Y los que jugaron por fuera, como Marcelo Lewandowski y Roberto Sukerman, quedaron del lado de la derrota. El senador, no obstante, logró calificar y sentarse con otros tres más de su lista entre los 67 constituyentes electos. Pero obtuvo casi la mitad de los votos que logró el de Ciudad Futura: 118.207 contra 212.162.

La receta de la figura famosa extrapartidaria funcionó de nuevo esta vez, aunque ya sin el brillo de las anteriores como Lole Reutemann o Miguel Torres del Sel: la ex boxeadora Alejandra “Locomotora” Olivera alcanzó el piso y aseguró 3 bancas para discutir la reforma constitucional.

Monteverde acordó con sectores del peronismo como Movimiento Evita, los intendentes de Vamos, y los senadores que controla Armando Traferri y el propio presidente del PJ, Guillermo Cornaglia. Y desde ahí se plantó, ya desaparecida la influencia de Omar Perotti, a quienes varios le endilgan responsabilidad por el principio de la crisis del justicialismo santafesino. Por eso en la noche del domingo hubo festejo en Distrito 7, enclave de Ciudad Futura, y Monteverde exclamó: “Somos la única fuerza capaz de derrotar a Milei en Santa Fe”. 

Está claro que la prueba del domingo sirvió para que el concejal rosarino asome nomás en la pista grande de la provincia, ya no solo el pago chico. Pero en rigor de verdad, la foto mostró que todas las listas con mayor o menor ingrediente peronista sumaron alrededor del 26 por ciento del electorado. Todavía es un volumen magro para imaginar un 2027 venturoso contra el Pullaro actual.

Pullaro, con miras a 2027

El ganador pleno de la jornada electoral fue el gobernador, aunque quizás no tanto como hubiese querido porque su cosecha esta vez quedó por debajo del medio millón de votos: 484.562, 34,6%. Es decir, Pullaro impuso su rostro de boleta única en toda la provincia, pero 20 puntos por debajo y medio millón de votos menos que cuando fue electo en 2023. Esto es, vale decir, en un comicio que se caracterizó por el bajísimo grado de participación.

De cualquier modo, Pullaro duplicó en votos a la segunda fuerza, Más para Santa Fe, la encabezada por Monteverde. Sin embargo, en la elección de convencional en cada departamento, la hegemonía no es tan clara. Los candidatos de Unidos ganaron en 12 de los 19 departamentos. Cuatro fueron para Más para Santa Fe, y dos para La Libertad Avanza.

La moraleja de esta categoría es que los senadores gozan de buena salud. En casi todos los casos, fueron ellos como candidatos y ganaron. Incluso los peronistas: Traferri, Alcides Calvo, Osvaldo Sosa y Rubén Pirola. Del oficialismo, el único legislador departamental que hocicó fue Ciro Seisas, a manos de su ex colega de piso en Canal 3.

De cualquier modo, el jefe de la Casa Gris, que el año pasado impulsó la reforma constitucional, logró su cometido: alcanzó a asegurarse 33 convencionales sobre 67, de manera de acaparar el rumbo de la asamblea.