Mientras en el interior del Congreso, Francos daba argumentos para una posible reforma previsional, afuera los jubiladas y jubilados eran reprimidos nuevamente. Ayer, el método Bullrich dejó a 116 personas heridas, entre ellas una nena de 13 años y un adolescente de 16. Esta semana hubo un especial ataque a los periodistas y fotógrafos que cubrían la manifestación, incluso un reportero gráfico fue lesionado por el disparo de un arma Byrna. El diputado nacional Alejandro Vilca también fue atacado con gases lacrimógenos y tuvo que ser hospitalizado.
El mismo día en el que el fotoreportero Pablo Grillo era operado por las lesiones de la represión del 12 de marzo, la Policía Federal, Prefectura y Gendarmería y Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) desplegaron un gigantesco operativo en el que hirieron a más de un centenar de personas, que sufrieron quemaduras por el lanzamiento indiscriminado de gases químicos. “Una nueva, violenta y extendida represión se registró en otra marcha de los jubilados. Cientos de agentes de las fuerzas federales arrojaron gas pimienta contra personas que marchaban en paz, incluso que se encontraban sobre las veredas sin cometer ningún delito o contravención. Pegaron con tonfas y escudos a jubilados, menores de edad y periodistas”, le dijo a Página/12 Roberto Cipriano García, secretario ejecutivo de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), uno de los organismos que monitorea las movilizaciones.
Nuevamente las fuerzas de seguridad agredieron sin discriminar por rango etario, no solo a los jubilados, que están en mayores condiciones de vulnerabilidad, sino también a menores de edad. Al igual que semanas atrás, fue agredida una nena. Se trata de una chica de 13 años que se equivocó de parada de colectivo y bajó en el tumulto. “Se encontró con los forcejeos y quedó en el medio, eso le generó un similar ataque de pánico. Por suerte, nosotros teníamos dos psicólogas que estaban trabajando y la atendieron. La lograron calmar, pudieron comunicarse con la familia y se fue tranquila”, le dijo a Página/12 Esteban Chalá, presidente del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA). Según los registros del organismo, atendieron a 76 personas, la mayoría afectados por el spray pimienta, que les generó irritación ocular y en la piel. También fue reprimido Tizi, un adolescente de 16 años, que contó que fue interceptado mientras llegaba a la Plaza del Congreso. “No estaba haciendo nada, estaba viniendo para acá. Es mejor que me hagan esto a mi que a un jubilado, porque un jubilado no se puede aguantar esto. Vine porque tengo patria y es Argentina”, dijo a La Garganta Poderosa.
El diputado nacional del Frente de Izquierda por Jujuy, Alejandro Vilca, también fue gaseado y luego debió ser atendido en la guardia oftalmológica del Hospital Santa Lucía, en Barracas. “Estoy esperando ser asistido luego de los gases de la Policía de Bullrich a los jubilados. ¡Orgullo de estar con ellos todos los miércoles, basta de represión y hambre a los jubilados!”, posteó en X.
Las y los trabajadores de prensa fueron uno de los objetivos con los que más se ensañaron las fuerzas dirigidas por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. La CPM confirmó que un reportero gráfico fue lesionado por el disparo de un arma Byrna. “Gasearon directamente a los fotógrafos que estaban queriendo registrar”, contó la fotógrafa de este diario Alejandra Morasano, que fue quien aportó imágenes claves del 12 de marzo para identificar al probable agresor de su colega, Pablo Grillo. “No querían que registremos el momento en el que tenían a un hombre detenido. A Rodrigo Ruiz, de Cítrica, tuvieron que asistirlo porque le gasearon la cara. En mi caso, me llenaron la cámara de gas líquido naranja. Obviamente que la represión fue para todos, pero puntualmente no estaban dejando registrar”, agregó. A Paula Gisela Acunzo de la agencia Zuma Press le golpearon la cara con el escudo y abrieron el labio, después de eso le dispararon gas a 30 centímetros de distancia. También fueron gaseados el fotoreportero independiente Santiago García Díaz y los fotógrafos de Tiempo Argentino Edgardo Gómez y Eduardo Sarapura.
La violencia policial comenzó cuando los manifestantes llevaban adelante un “semaforazo” sobre la Avenida Rivadavia y se pararon sobre la senda peatonal durante la espera de los autos, cuando cambió la luz del dispositivo, la Policía los empujó a la vereda y comenzaron los golpes. Tras eso, la Federal detuvo a un hombre que se manifestaba, llamado Marcelo Huertas. Como una muestra de estos tiempos, alrededor de cinco efectivos se lo llevaron, delante del Congreso y ante las cámaras de televisión. Como sucede cada miércoles, la manifestación se realizaba de manera pacífica.
“Estos hechos gravísimos se reiteran semanalmente e intentan intimidar y limitar las protestas. Para sostener una política económica de exclusión y desigualdad, apelan a la violencia estatal, la represión y el odio. Quienes trabajaron toda la vida deben soportar palos en lugar de disfrutar de días de descanso”, agregó García.
A la misma hora, pero dentro del Congreso, el jefe de Gabinete de Ministros, Guillermo Francos, presentaba el informe de gestión, según el cual, los haberes no quedaron tan atrás de la inflación. “Durante el primer bimestre de 2025, los haberes previsionales acumularon un incremento del 155% respecto al mismo bimestre del año anterior, duplicando prácticamente la suba observada en los precios en igual período (75%)”, defendió al gobierno de Javier Milei. Afuera, las y los jubilados reclaman recomposición de las jubilaciones y la cobertura de los medicamentos como era hasta antes de que La Libertad Avanza llegara al poder, entre otras cosas.