se fue silbado del Bernabéu en su noveno intento de Champions fallido

se fue silbado del Bernabéu en su noveno intento de Champions fallido

Se dio lo que se da cada tanto, ocho palabras que no suelen ir juntas pero que esta vez son titular y portada en todos los medios del mundo: Real Madrid quedó eliminado de la Champions League. La salida del gigante 15 veces campeón de Europa fue a manos del Arsenal inglés, que lo superó de principio a fin en los 180 minutos de la serie de cuartos de final y lo despidió con un global de 5 goles a 1, que pudo ser “zapatero” porque el gol de Vinícius fue más un regalito de los ingleses que mérito de los de blanco.

De un momento al otro, el escenario del Real Madrid pasó a ser desolador. Soñaba con el triplete y puede quedarse sin nada, con un Barcelona que mete miedo. No se sabe qué pasará con Carlo Ancelotti, el DT leyenda al que ya dan por despedido, con candidatos a reemplazarlo (¿Xabi Alonso, Jürgen Klopp?). Y al plantel le llueven cuestionamientos por su falta de personalidad y jerarquía, en medio de ruidos extraños en el vestuario, de esos que resuenan tras las grandes derrotas. Pero el gran perdedor de la temporada tiene nombre, apellido y acento francés: Kylian Mbappé.

La estrella de 26 años arribó el año pasado al campeón de campeones tras una larga novela y en medio de un conflicto que se extiende hasta el día de hoy, con un contrato hasta 2029 y una inversión que se estima en los 250 millones de dólares. Lo hizo para cumplir su sueño de hincha pero también para levantar el trofeo más deseado entre los clubes del Viejo Continente, esa Orejona traicionera que seguirá siendo una cuenta pendiente en su vida.

La goleada en Londres se hizo irremontable y Mbappé terminó su decepcionante actuación ante el Arsenal lesionado en su tobillo y reemplazado por Ibrahim Díaz. El adiós en el Bernabéu fue con silbidos: en 75 minutos de un partido que el Madrid debía remontar tres goles, el francés acumuló 10 pelotas perdidas, dos remates y ninguno en dirección al arco.

“Mi sueño ahora es ganar trofeos con el Real Madrid, no premios individuales”, había dicho Kiki en sus primeros días como madridista. Tras deslumbrar en el Mónaco y luego de una larga y tortuosa estadía en el PSG, el campeón del mundo con Francia en Rusia 2018 llegaba a la cima definitiva para tratar de codearse con monstruos de la talla de Messi o Cristiano Ronaldo. Tendrá que seguir esperando.

Su performance con el Real Madrid en la Champions fue a la par de un equipo que fue undécimo en la fase de liga y tuvo que jugar playoffs (donde pasó al Manchester City más flojo de la última década) y en octavos precisó de los penales y el supuesto doble toque de Julián Álvarez para dejar atrás al Atlético del Cholo. Un torneo para el olvido.

Para Mbappé, esta novena aventura europea se cierra en cuartos de final, con un balance de 14 partidos y siete goles, tres de ellos en la revancha ante el City, quizás en su noche más feliz desde su arribo a Madrid. La pelota castiga con sus ironías porque a Kylian le terminó yendo mejor en su primera Champions, en 2017, cuando con la camiseta del Mónaco llegó a las semifinales, donde lo eliminó… el Real Madrid.

Aquella irrupción del número 9 en el planeta fútbol a los 18 años de edad le valió que el PSG de los petrodólares ponga 180 millones de euros por su fichaje. Allí se contagió, cultivó y padeció esa obsesión enfermiza por la Champions.

Vestido de azulgrana con los de París sumó revés tras revés: llegó cuatro veces a octavos de final (en dos con Messi de compañero), dos a semifinales y una a la final (en 2020, con un Neymar estelar), donde cayó con el Bayern de Múnich. En total lleva 87 partidos y marcó 55 goles, números de crack. Un crack que tendrá que esperar al año próximo para volver a buscar la Champions.