El hecho de sangre ocurrió el miércoles a la madrugada en la vivienda de uno de los detenidos y en medio de una reunión en la que se consumió mucho alcohol. Ayer a última hora, se desarrollaba en los tribunales de Trelew la audiencia en la que la fiscalía iba a pedir la prisión preventiva por al menos cuatro meses para los imputados.
El miércoles a la madrugada mataron a un hombre en Paso de Indios, la policía del lugar detuvo a un padre y su hijo al considerarlos sospechosos del crimen y ayer a última hora en los tribunales de Trelew eran sometidos a la audiencia en la que a ambos les iban a dictar la prisión preventiva, imputados de distintas participaciones en el homicidio. Una fuente le reveló a este diario que uno de ellos había confesado el crimen.
Este podría ser el resumen de un caso que se desató en un pueblo ubicado a más de 200 kilómetros al oeste de Trelew, durante una reunión en la que se consumió mucho alcohol y que terminó en medio de una pelea con la vida de Sergio Raúl Díaz, un lugareño de unos 30 años al que asesinaron a puñaladas.
La autopsia y primeras versiones
La policía dice que Díaz murió de un puntazo en el cuello, pero hay versiones en las que se afirma que en realidad recibió golpes y varias cuchilladas en distintas partes del cuerpo y que la del cuello habría sido la mortal. Su cuerpo fue traído a la Morgue Judicial de Trelew en donde el mismo miércoles le hicieron la autopsia.
Mientras tanto, en Paso de Indios las autoridades intervinientes allanaban la vivienda en donde encontraron a la víctima, ya fallecida, y secuestraban varios cuchillos entre ellos uno, según los mismos investigadores, que tenía manchas de sangre.
El crimen sucedió el miércoles antes de las dos de la madrugada en el domicilio de los que actualmente están presos, que está situado entre las calles Cañadón Bagual y Alejandro Maíz, en las proximidades de la comisaría local. La policía se enteró por un médico del hospital que los llamó avisándoles que uno de los que ahora están detenidos se presentó en el centro asistencial pidiendo que fueran a su vivienda a atender “a una persona apuñalada”.
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Los detenidos y la intervención del fiscal
Así se originó el procedimiento por el que terminó en principio demorado el dueño de casa, Ciriaco Rufino, por el Artículo 215 del Código de Procedimientos Penal (sospechoso de posible vinculación con el hecho o ante la eventualidad de ser testigo presencial) y luego su hijo Román; “el que había ido al hospital a pedir un médico”, cuando las autoridades constataron que Díaz ya estaba muerto al momento en que arribaron al lugar.
El hombre “había perdido mucha sangre”, según indicó una fuente de la investigación, que estuvo en el inmueble y que participó de gran parte de las diligencias que se efectuaron allí, ya con el fiscal de turno al tanto de lo que había sucedido.
El crimen es investigado como el producto de una pelea entre personas muy ebrias que en principio discutieron por cuestiones del momento o por diferencias de antigua data. Y de los dos detenidos solo uno sería el autor, el que apuñaló a la víctima hasta matarla. Al otro, le podrían atribuir complicidad o encubrimiento y de ser el hijo del dueño de casa no está descartado que termine recuperando la libertad; una vez que la fiscalía concluya con las diligencias que considere importantes para clarificar el móvil del homicidio.
Hasta ayer a última hora de la tarde los Rufino continuaban detenidos en la comisaría Cuarta de Trelew, y entre las cinco y las ocho de la noche eran sometidos en tribunales a la audiencia de control en la que desde la fiscalía le iban a imputar a cada uno distintas participaciones en el crimen. Amén de que una versión daba cuenta de que uno ya había confesado ser el autor.
