En Santa Fe: ¿Perdieron todos?

En Santa Fe: ¿Perdieron todos?

En la “provincia invencible” o invisible depende desde donde se mire, acaban de terminar dos elecciones concurrentes que dejan mucha tela para cortar. En Santa Fe perdieron todos, menos uno que salió segundo. En las sumas y restas de la contienda fue el único que salió bien parado y con buen futuro. En política, las cuentas no son lineales: hay triunfos que saben a derrota. Por ejemplo el gobernador Pullaro ganó; pero en 18 meses se comió casi 500.000 votos, sacó el 34% del 55% que fue a votar. No tiene mucho para festejar. En cambio, hay segundos puestos que se paladean como victorias. Tal es el caso del frente electoral de Ciudad Futura y el PJ (oficial), que en Rosario les ganó a todos: al intendente Javkin, al gobernador Pullaro y al presidente Milei. Juan Monteverde fue el más votado dentro de esa coalición. Que el Frente haya ganado, con ayuda de todas las partes, es un dato político de relevancia en el análisis y en el futuro. Pues deja una moraleja clara: sin unidad,no hay victoria posible.

En política, no siempre dos más dos es cuatro; cuando se toma una decisión siempre hay que considerar el eslabón que sigue, para imaginar y prefigurar lo que se viene. Monteverde, queda en excelente posición para alzarse con una victoria en las elecciones municipales que se avecinan. Sus chances para llegar al Palacio de los Leones, sede del ejecutivo municipal, están mejor que nunca.

El acuerdo de Ciudad Futura y el Partido Justicialista no nació en esta elección ni es un rejunte circunstancial o de oportunismo electoral. La construcción viene de lejos; empezó en 2015, cuando Ciudad Futura lanzó una convocatoria plural para enfrentar a Macri. Ahí se constituye Diálogo Abierto, un espacio donde confluyeron: Ciudad Futura, varias fracciones de la izquierda, radicales disconformes, Patria Libre (Grabois) y el peronismo. Dentro del PJ: el Movimiento Evita y la Corriente de la Militancia son los que asumen con más ahínco el desafío, después se sumaron otros grupos. Esa fue la precuela de la interna del 2023, que se pactó entre el PJ (Sukerman) y Ciudad Futura (Monteverde), tuvo un desarrollo ejemplar y casi corona con un triunfo en la general. Le faltaron apenas 7500 votos, en un contexto marcado por la doble debacle del peronismo nacional y el provincial (Perotti), verdadero tsunami político que la dirigencia peronista rosarina leyó muy bien y logró capear con este acuerdo.

Para mí, el rasgo político que sobresale nítido de esta elección, por encima de todo, es la consolidación de la alianza de la izquierda con el peronismo, y su potencia electoral. Esto hay que ponderarlo correctamente, ya que tiene un significado histórico, imposible de soslayar, aunque aviesamente se lo quiera ocultar o subestimar. Es un espejo que la política nacional debería mirar con más atención.

La derecha ataca sistemáticamente la figura de Monteverde. Uno de sus argumentos preferidos es que no es peronista. Ahora, esa derecha que pone la lupa sobre Monteverde no dijo nada cuando al peronismo santafesino lo comandaba Reutemann, que era un Demócrata Progresista de cabo a rabo. O se olvidan -y no precisamente por falta de memoria- que el primer peronista que en Santa Fe puso a un NO peronista al tope de una lista peronista, fue el mismísimo Juan Domingo Peron. Este en 1973 nombró a Carlos Silvestre Begni como candidato a gobernador y lo designó a dedo. Como dato no menor, el PJ no gobierna Rosario desde 1973, cuando ganó, precisamente, el Frente Justicialista de Liberación Nacional. Después perdió siempre. O se inventa, o se sigue perdiendo.

En este Frente hay otro procedimiento harto novedoso y son las internas entre la izquierda y el peronismo, con la participación de varios grupos, en un marco plural y de respeto democrático. Eso es tan raro como valioso en la política argentina. Creo que nunca antes se hicieron. No es moco de pavo.

Esta elección nos deja otra enseñanza que debe perdurar como es el valor inoxidable de la unidad. Toda la dirigencia del PJ, incluida su presidenta CFK, le pidió al senador Lewandowski que encabece una lista unitaria del PJ. Monteverde le ofreció ir en el quinto o sexto lugar en su lista ¡Si, quinto!, con tal de preservar la unidad. Una prueba de madurez política, no muy usual, que el senador rechazó. Como si fuera un castigo bíblico salió quinto en la general y Monteverde lo dobló en sufragios. Lewandowski en las elecciones a gobernador de 2023, sacó 544.000 votos y en estas, apenas 118.207; es decir perdió 426.000 adhesiones . Es el gran derrotado de la jornada, junto a Pablo Javkin y su lista de concejales, que salió tercera lejos.

Una reflexión sobre las opciones electorales antiperonistas. En Argentina para ser gorila y que te voten, hay que ser de derecha. Está claro que el antiperonismo por izquierda no junta votos. Esto tiene que ver con que en nuestro país el rol de las izquierdas lo cumplió el peronismo. Al revés de lo que pasó en los países centrales donde la defensa de los intereses populares la asumieron en plenitud los Partidos Socialistas y Comunistas. Esta es una lección histórica que Ciudad Futura leyó muy bien.

Desde el ‘45 hasta la fecha, ni el PS, ni el PC lograron hacer base electoral. Esta deriva castigó al Frente Amplio por la Soberanía, que orienta el diputado Carlos del Frade, quien optó por no integrarse al Frente del PJ-CF. Armó lista propia por fuera de la coalición, llevando como candidatos a convencionales a dos ex funcionarios socialistas, Claudia Balague, ex ministra de Educación del gobernador Antonio Bonfatti y el doctor Leonardo Caruana; y no llegaron al piso mínimo de votos (2,5%) exigido por la ley. Seguramente van a ser nuevamente convocados, hay gente muy valiosa en esa construcción.

Como vimos, la experiencia de que un no peronista encabece las listas oficiales del PJ en Santa Fe, no es nueva: lo nuevo es la forma de construir con internas abiertas y respeto por el compañero. Otro capítulo novedoso que mostró Más para Santa Fe es que se salió de la lógica tradicional del frentismo peronista, donde se ponía en escena un frente que no era tal. Los cargos se distribuían entre ellos, de acuerdo al tamaño de las “orgas” de cada sector interno. Si había cinco lugares a salir, eran para las primeras cinco fracciones peronistas más grandes o con más llegada a Capital Federal. Y los segundos cinco lugares también se los reservaban ellos ¿Por las dudas, vio? A los sectores que los acompañaban les tocaba con suerte poder sentarse en las segunda fila del acto de proclamación. Porque al palco no accedían ni para alcanzar agua.

Por eso es tan importante la decisión que tomó la dirigencia oficial del PJ, que salió de su zona de confort y puso como centro ganarle a la derecha, no meter un concejal más, para salvar la ropa y el empleo. Ese juego de pactar derrotas para seguir en el candelero, representando minorías, es el que llevó a la ruina al radicalismo. Y acecha al peronismo, lo quieren transformar en una federación de retazos municipales. Acá, desde CFK (que jugó fuerte por la unidad de este acuerdo) para abajo, todos/as pusieron la mejor voluntad para unir y crear una alternativa para derrotar a la derecha…’Ojalá el senador Lewandowski reflexione y vuelva al redil. La patria se lo va agradecer.

Ciudad Futura debe cuidar al Peronismo y el Peronismo a Ciudad Futura, no deben dejar que el diablo de la derecha disfrazado de peronista, meta la cola.