Antes de disputar el Superclásico, River tiene una parada brava en Quito, hacia donde viajó para jugar contra Independiente del Valle este miércoles desde las 21.30 (hora argentina), por la tercera fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores. Y el desafío es grande no solo porque un resultado adverso puede complicarlo, sino también porque tendrá pagarés por levantar. Es que, en la mencionada ciudad ecuatoriana, el Millonario no ganó nunca. Incluso, con el Muñeco como DT fue tres veces y en las tres fue derrotado.
El primer ciclo de Gallardo estuvo repleto de pagarés levantados de la historia de River. Y ahora asoma uno bastante grande en Quito, donde lo espera Independiente del Valle a 2.850 metros de altura, en el estadio Banco Guayaquil con capacidad para 12 mil espectadores en el que el equipo de Núñez nunca jugó ya que, en la visita al mismo rival en 2016, cuando cayó 2 a 0 por la ida de los octavos de final, el encuentro se disputó en el Atahualpa.
Además de esa oportunidad, el River del Muñeco se presentó en la capital de Ecuador otras dos veces, también con derrota: un 0-1 con Liga de Quito en los octavos de final de la Copa Sudamericana 2015, encuentro en el que el conjunto de la banda roja igual sonrió porque avanzó de ronda ya que en la ida en Núñez había ganado 2 a 0; y la otra ante el mismo rival, pero en el inicio de la Copa Libertadores 2020, con una caída por 3 a 0. Aquella vez jugó con un equipo con suplentes ya que días después definía la Superliga que perdería con polémica arbitral en Tucumán en el 1-1 ante Atlético.
Esta vez, a diferencia de las anteriores, Gallardo cambió la logística: eligió como plan hacer base en el llano de Guayaquil, donde arribaron este martes por la noche y el miércoles, día del partido, volverán a subirse a un avión (a las 15:00 de Ecuador, las 17:00 de Argentina, es decir cuatro horas y media antes del encuentro) para ir hacia los 2.850 metros sobre el nivel del mar de Quito, donde permanecerán hasta el jueves al mediodía, cuando emprendan el regreso a Buenos Aires.
La altura siempre fue un rival más. Y para River muy complicado. Es por eso que, en la conformación del equipo, Gallardo también puede llegar a contemplar a los que tengan más resistencia física. De hecho, decidió dejar a Enzo Pérez y Marcos Acuña -dos habitués en el once- en Buenos Aires para que se preparen directamente para el Superclásico. Tampoco se subieron al avión Miguel Borja y Gonzalo Martínez, que siguen en recuperación de sus lesiones.
En principio, la idea del Muñeco es jugar con mayoría de titulares ante Independiente del Valle. Además del volante central mendocino y del lateral izquierdo campeón del mundo, que directamente no viajaron, el Muñeco podría guardar (en el banco de suplentes) a Gonzalo Montiel y a Lucas Martínez Quarta. En ese caso ingresarían Fabricio Bustos y Leandro González Pirez, respectivamente. En tanto, por Acuña entrará Milton Casco y por Pérez podría ingresar Rodrigo Aliendro, para que pase de “5” Kevin Castaño. El otro volante interno sería Santiago Simón. Arriba seguiría igual con Franco Mastantuono, Sebastián Driussi y Facundo Colidio.
Por eso, más allá de que Boca está en el horizonte inmediato, Gallardo no le resta importancia a este partido por la Copa Libertadores. Y así lo hizo saber tras la goleada a Gimnasia. “El partido de Copa es importante. Es un compromiso clave previo al clásico. No podemos desviar la mirada. Esperemos hacer un buen partido de visitante en Quito y volver con la cabeza para el finde”, manifestó el Muñeco. Y ese fue el mensaje que le bajó a su plantel en la intimidad.