Una nena de cinco años que estaba desaparecida en la localidad de Villa Dos Trece, a casi 220 kilómetros de la ciudad de Formosa, fue hallada muerta en un monte y enterrada en una bolsa arpillera. Por el macabro hecho, fueron detenidos la madre y el padrastro de la menor de edad, quienes de manera sospechosa cambiaron su declaración en un lapso de pocas horas.
María Maidana no concurría hace cinco días al jardín de infantes, por lo que su abuela materna decidió ir al Destacamento Policial El Bañadero para radicar la denuncia. A partir de allí, se comenzó con la búsqueda en la zona rural y horas después se confirmó la peor noticia.
La nena estaba enterrada en una zona de monte, a tan solo 1.200 metros de su vivienda, y cercana al río Bermejo. En ese lugar, los agentes policiales encontraron tierra removida y al inspeccionar el terreno, hallaron el cuerpo de María Maidana dentro de una bolsa arpillera.
El cuerpo fue trasladado a la morgue judicial del barrio San Antonio, donde se esperan los resultados de la autopsia.
El comisario inspector Carlos Vera, jefe del Departamento General de Policía de Formosa, comentó que la madre de la víctima “empezó a cambiar su relato en reiteradas ocasiones, con incongruencias que fueron advertidas por el personal a cargo de la investigación”.
Con toda la información recabada, el juez de Instrucción y Corrección Número 2, Sergio Cañete, ordenó la detención de la mujer de 20 años y de su pareja (24).
El caso cambió su carátula a “homicidio calificado” y ambos detenidos se encuentran alojados en en las unidades penitenciarias provinciales 1 y 2.
La investigación, a cargo de Natalia Verónica Tafetani, titular de la Fiscalía 4 de Formosa, continuará para esclarecer las circunstancias del terrible hecho.
Fuentes de la investigación indicaron que la nena fue criada por su abuela debido a que su madre junto a su pareja tenían problemas de adicciones.
A pesar de esta situación, la madre llevó a la nena a vivir con ella, aunque no era querida por su nueva pareja. La abuela, al no poder ver a su nieta, iba a la salida del jardín por los menos a saludarla y compartir unos minutos con la pequeña, teniendo en cuenta los problemas familiares que existían.
“La abuela fue quien denunció la desaparición porque no podía ver más a su nieta. Solía ir al jardín pero ya no la encontraba allí, ni tenía noticias de su hija. Como vivían en un lugar alejado, en medio del monte, decidió acudir a la Policía”, relató Elizabeth González, representante del movimiento Lucio Dupuy, asociación que trabaja contra el maltrato y abuso infantil.
La madre de la víctima tuvo confusas declaraciones ante los agentes policiales desde el momento de la denuncia de la desaparición de la nena. Primero dijo que María estaba con una tía y luego que se había caído al río Bermejo.
Al rastrillar la zona donde supuestamente la menor había tenido el accidente que la mujer contó, no había indicios de un accidente, aunque sí los investigadores hallaron la tierra removida en un sector. Allí había sido enterrada la nena de cinco años.
