El juez federal Royce Lamberth, del Distrito de Columbia, ha bloqueado la decisión de la Administración de Donald Trump de desmantelar la agencia independiente de medios Globales (USAGM) financiada con dinero público y que controla Voice of America (VOA). El medio operó desde 1942 hasta el pasado 15 de marzo tras una orden ejecutiva que dejaba vacía la USAGM, que es su matriz. La decisión judicial se amplía a Radio Free Asia y Middle East Broadcasting Networks, que también tendrán que reabrir.
Trump ha acusado a los periodistas de esta cadena de tener un sesgo negativo contra él, de estar al servicio de la extrema izquierda y de no ser útil para los intereses de su Gobierno. A pesar de la decisión del juez, nominado para el cargo por Ronald Reagan, Steve Herman, corresponsal de política nacional en Washington, ha explicado a EL PAÍS que es muy escéptico ante la posibilidad de que Voz of America pueda reconstruirse, no solo por la posible apelación de la Administración. “No se reconstruye la confianza de las audiencias tanto en televisión como radio u online de la noche a la mañana cuando se ha estado cerrado desde mediados de marzo”, añade. “Es ciertamente un alivio, pero nos damos cuenta de que es un paso en una batalla legal mayor que no cambia la realidad de que VOA ha estado en silencio desde hace semanas”, explica.
En su decisión de 37 páginas, Lamberth recuerda al Gobierno los principios del derecho constitucional y dice que la falta de interés en dedicar fondos a esta agencia “de acuerdo con la ley del Congreso de apropiaciones, es una afrenta directa al poder del legislativo. El Congreso tiene el poder del dinero, que es el contra definitivo del poder ejecutivo”. La Agencia, presidida por la aliada de Trump, Kari Lake, dejó a 1.042 empleados en desempleo administrativo. Ahora, el juez sentencia que la acción del Ejecutivo de no dar uso a los 857 millones apropiados en 2024 para estos medios “viola la separación de poderes implícita en nuestro diseño constitucional”.
El juez explica que durante años, Voice of America ha conseguido tener una audiencia de 425 millones de personas que confían en su trabajo, particularmente en áreas del mundo en el que la prensa libre no existe. “No hay indicios de que los demandados hayan considerado esta relación de intereses de largo plazo”. En este momento, el único medio operativo de esta agencia independiente es la Oficina de Cuba Broadcasting que emplea a 33 personas y, según el juez, no puede dar cumplimiento del mandato establecido para USAGM.
Lake se escudó en que la agencia “ha despilfarrado, ha habido fraude y abuso”, el mismo argumento con el que la Administración está recortando agencias y empleos en todo el aparato del Estado federal para rehacerlo. Una de estas agencias es la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor (CFPB, en sus siglas en inglés), creada por ley en el Congreso tras la crisis financiera abierta en 2008.
Herman lamenta que se ha perdido la audiencia y a muchos profesionales que, si se vuelven a contratar, serán muchos menos. También señala a la pérdida de referencia de Voice of America justo en un momento en que “el mundo se puede llenar de voces con desinformación y manipulación desde China o Moscú”.