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Edinson Cavani llegaba a este superclásico con la posibilidad de redimirse, como si alguien de su calibre debiera probar algo. Es que el uruguayo llegaba con la chance de intentar volver al camino del gol, después de errar un penal la fecha pasada y ser criticado por las chances falladas. Pero no podrá ser: una lesión muscular en el gemelo, de la cual todavía no hay parte médico, lo dejará afuera del choque en el Monumental.

La cuestión es que será su primer faltazo en un Súper. El delantero se enfrentó a River las cuatro veces desde que llegó a Boca, donde pudo convertirle un gol aquel día que el Xeneize eliminó a su rival de los cuartos de final de la Copa de la Liga. Ahora, con su desgarro confirmado, no podrá jugar lo que era su quinto superclásico. Conocé cómo le había ido antes.

Cavani llegó en 2023 para cumplir su sueño: jugar en Boca. Su primer partido contra River fue en ese año, en un momento en el que llegaba cruzado con el gol y en el que comenzó en el banco, ya que Boca se jugaba un pase a la final de la Copa Libertadores de aquel año unos días más tarde.

Allí, el Matador ingresó en el segundo tiempo para intentar revertir el 1-0 parcial en contra para el equipo que aún dirigía Miguel Almirón. Con el poco tiempo que tuvo en cancha, le alcanzó para demostrar su calidad y, con una pirueta increíble, le daba el 1-1 a Boca, pero, a instancias del VAR, el gol fue anulado por un offside milimétrico. En su primer clásico, Edi se iría con derrota por 2-0 en la Bombonera.

Luego le tocaría ir al Monumental, en lo que fue su debut como titular en un superclásico. En aquel partido también llegó envuelto en críticas por su falta de gol. Tal era así que los hinchas locales lo burlaron en el calentamiento cada vez que metía uno.

En ese partido tampoco gravitó, más destacado por su entrega y ayudando en la recuperación. Diego Martínez decidió reemplazarlo a los 20′ del complemento por Luca Langoni. Aquella tarde, River y Boca empatarían 1-1. “Es un futbolista increíble, ya va a convertir. Es increíble lo que trabaja, lo que se entrena, porque Cavani juega como se entrena”, dijo el DT de Boca en aquel momento.

Dos meses más tarde llegaría otro superclásico, esta vez por los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional, que se disputó en el Mario Alberto Kempes, en Córdoba. En este caso, Cavani tuvo su partido de redención, un día en que Boca jugó a un altísimo nivel y pasó prácticamente por arriba a su rival. El Matador fue importantísimo en la remontada, ya que el Xeneize empezó 1-0 abajo, convirtiendo el 2-1 de cabeza (su primero ante River) y siendo parte del 3-1, ya que su mano a mano contra Armani terminó en gol de Miguel Merentiel, que había convertido el primero.

En aquella eliminación a River por 3-2, Cavani llegaba con un presente totalmente distinto a los anteriores: con nueve goles en nueve partidos, demostrando su nivel de estrella mundial y los goles que la gente tanto le pedía, mostrando un altísimo nivel, especialmente en el segundo tiempo, siendo la bandera de Boca en ese pase a semifinales.

En 2024, en el tercer clásico del año, Boca recibió a River en la Bombonera con un equipo que venía golpeado, tras caer en semifinales de la Copa de la Liga ante Estudiantes y ante Cruzeiro por Sudamericana. Diego Martínez estaba en la mira, y Cavani, que volvía de un desgarro, influyó poco y de hecho fue reemplazado a los 19’ del segundo tiempo.

Boca perdió 1-0 ante el River de Demichelis, en un cierre polémico por un gol anulado a Milton Giménez, y el equipo se retiró entre insultos, con Sergio Romero enfrentándose a un hincha antes de entrar al túnel.