Este caso subraya la eficacia de las fuerzas de seguridad y la importancia de las investigaciones rápidas para dar con los responsables de delitos violentos en la región.
A 18 días del violento asalto ocurrido en Puerto Madryn, uno de los delincuentes prófugos se entregó ante la Justicia. Carlos Casimiro Fernández, quien había estado evadiendo la captura, se presentó de forma voluntaria el pasado domingo, y quedó detenido. Esta entrega pone fin a la búsqueda del tercer miembro de la banda, que, junto a dos cómplices ya detenidos, cometió el robo en una vivienda en la zona sur de la ciudad.
El hecho ocurrió el 9 de julio, alrededor de las 14 horas, en una casa ubicada en Arenales y avenida Roca, donde una mujer mayor de edad fue sorprendida por los delincuentes. Los criminales sustrajeron dinero en moneda extranjera, joyas y otros objetos personales, para luego huir en una camioneta.
La rápida intervención de la policía permitió la captura de dos miembros de la banda: Orlando David Vargas y Matías Gonzalo Rivas. Durante los allanamientos, se recuperó parte de los objetos robados y se secuestraron dos vehículos, equipos de telefonía móvil, elementos de comunicación y una escopeta.
Sin embargo, la captura de Fernández se demoró, hasta que finalmente se entregó ante la Justicia, tras emitirse una orden de captura en su contra. El Ministerio Público Fiscal formalizó la investigación y lo imputó por “robo agravado por ser cometido en poblado y en banda, en carácter de coautores”. La investigación tiene un plazo de seis meses para ser completada.
