Después de Javier y Karina Milei, la persona con más poder en el Gobierno argentino es Santiago Caputo, el asesor presidencial sin cargo en el organigrama del Ejecutivo. Durante el primer año de la Administración ultra, Caputo, de 39 años, construyó una imagen de monje negro, de estratega en las sombras. Pero en las últimas semanas acumula traspiés que lo han dejado expuesto. El último, este martes, cuando intimidó a un fotógrafo porque lo estaba retratando en un acto público. El asesor fue denunciado y cosechó el repudio de organizaciones sindicales y de derechos humanos. Javier Milei lo defendió desde sus redes sociales, mientras insistió con una frase que repite día a día: “La gente no odia lo suficiente a los periodistas”.
En Buenos Aires, el martes por la noche, se realizó un debate televisado de los candidatos que competirán en los próximos comicios legislativos de la capital de Argentina, el domingo 18. Se trata de una elección clave para Milei, la primera disputa electoral de peso que enfrentará desde que es presidente. En el marco de su pulso con el exmandatario Mauricio Macri, a quien pretende derrotar en su bastión, Milei postula a su vocero, Manuel Adorni. Para apoyar al candidato de La Libertad Avanza, Caputo se presentó en el estudio de TV donde se preparaba el debate.
Mientras esperaba para entrar, el asesor que integra lo que Milei denomina “el triángulo de hierro” del Gobierno fue rodeado por periodistas. El fotógrafo Antonio Becerra, del diario Tiempo Argentino, hizo foco desde escasa distancia, mientras otros tomaban imágenes desde mayor distancia. Caputo se molestó. Primero le tapó la cámara con la mano. “No me hagas fotos (…) Vos sos un desubicado”, le dijo, según testimonios de los presentes. Después agarró la credencial de periodista que Becerra llevaba colgando del cuello, la leyó y finalmente la fotografió con su teléfono.
El poderoso asesor de Milei, que controla la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) y la Agencia de Recaudación (ARCA), había amenazado a comienzos de marzo a un diputado opositor que había cuestionado las medidas de Milei. El legislador radical Facundo Manes fue increpado por Caputo al término de la apertura de sesiones parlamentarias: “Me dijo, básicamente, que me va a tirar a todo el Estado encima”, contó luego Manes. El diputado denunció entonces a Caputo ante la Justicia por el presunto delito de “amenaza coactiva”. Este miércoles, Manes amplió su presentación judicial e incluyó en la denuncia la intimidación al fotógrafo.
“En un contexto de ataques permanentes contra la prensa crítica y en un país cuyo primer mandatario repite casi a diario que la gente ‘no odia lo suficiente a los periodistas’, el asesor presidencial Santiago Caputo intimida deliberadamente a un reportero gráfico por haberle sacado una foto, acreditado en el marco de su trabajo y en un acto público”, advirtió Amnistía Internacional y repudió el hecho. También el Foro de Periodismo Argentino (Fopea) expresó su rechazo a “la actitud intimidatoria” del asesor.
La Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata consideró al hecho “un acto intimidatorio de suma gravedad” que vulnera “el libre ejercicio del periodismo”. Y alertó que “todos estos intentos de amedrentamiento hacia trabajadores y trabajadoras de la comunicación no solo lesionan la libertad de prensa, sino que sientan un precedente peligroso para la convivencia democrática”. Recordó que hace pocos días un periodista crítico del Gobierno, Roberto Navarro, fue agredido por un desconocido y que el fotógrafo Pablo Grillo permanece internado por las heridas que le provocó la policía en un operativo represivo ordenado por el Ejecutivo.
En un contexto de ataques permanentes contra la prensa crítica y en un país cuyo primer mandatario repite casi a diario que la gente “no odia lo suficiente a los periodistas”, el asesor presidencial Santiago Caputo, intimida deliberadamente a un reportero gráfico por haberle… pic.twitter.com/gcW9M1LE1Z
— Amnistía Internacional Argentina (@amnistiaar) April 30, 2025
El Gobierno reaccionó con una defensa cerrada de Caputo. El vocero de la Casa Rosada, Adorni, ensayó una explicación insólita: dijo que Caputo solo quería los datos del fotógrafo para “ver si había salido bien o no en la foto”. Pero Milei, desde sus redes sociales, justificó a su colaborador mediante la republicación de mensajes de miembros de su entorno y de sus seguidores. “¿Cómo funciona la cosa? ¿Los periodistas te pueden meter una cámara en la cara y acosarte mientras estás tratando de conversar con otras personas, pero uno no puede, a su vez, sacarle una foto al periodista? Estos tipos verdaderamente se creen por encima de todos y de todo”, fue uno de esos mensajes, firmado por el ideólogo ultra Agustín Laje.
Mientras, durante este miércoles, el presidente siguió con su retahíla contra “los periodistas ensobrados” (sobornados) y se explayó diciendo que “aquellos periodistas que lloran un ataque contra la libertad de expresión son la basura más inmunda del periodismo que pretende mentir con total impunidad”. Como en múltiples mensajes durante los últimos días, invocó: “No odiamos lo suficiente a los periodistas”.