Mi evaluación de candidatos del Tribunal de Disciplina | Opinión

Mi evaluación de candidatos del Tribunal de Disciplina | Opinión

El nuevo Tribunal Disciplinario encargado de sancionar a los jueces por faltas graves tiene el potencial de convertirse en un aliado inconmensurable de la lucha anticorrupción, o en un inquisidor virulento. Hay mucho en juego.

Los mexicanos votaremos por sus integrantes y con ello cimentaremos qué papel tomará. Sin embargo, contamos con casi nula información de los candidatos.

Es por ello que me di a la tarea de investigar antecedentes, experiencia, independencia y sobre todo, posibles vínculos partidistas de los candidatos. Con base en ellos los califico del 0 al 10, siendo 10 la mejor calificación posible.

Además de lo anterior, mi evaluación premia a aquellos juzgadores que tienen tendencias progresistas, es decir, que se caractericen por interpretar la ley con un enfoque orientado a la justicia social y sin punitivismo.

Los resultados y metodología completa la pueden encontrar en www.viririos.com bajo la sección de “Elección judicial”.

Encuentro tres enseñanzas del ejercicio.

Primero, el 34% de los candidatos tiene afinidad partidista declarada o evidente. Entre ellos hay 12 que son cercanos a Morena, uno al PRI y uno al PAN. Está el caso del consejero jurídico de Layda Sansores, gobernadora de Campeche. El de un militante de Morena que fuera secretario de estudios legislativos del Senado durante el sexenio pasado. Y hay dos candidatas propuestas por López Obrador para ocupar un puesto en la Suprema Corte. En los perfiles afines a la oposición hay una exregidora del PRI y un exrepresentante del PAN ante el Instituto Electoral de Querétaro.

Hay candidatos que, aun si su trayectoria parece neutral, su campaña no lo es y se promueve con francos afines al gobierno. Ahí está el caso de Abigail Díaz de León que en sus redes frecuentemente celebra acciones de la administración. Rufino León Tovar, que tiene fotos de campaña con varios candidatos de Morena, incluyendo la presidenta y el emblema del gobierno federal como su imagen de portada. Y el colmo, Ariadna Camacho, que de plano es promovida por medios oficialistas como “candidata del pueblo”.

Segundo, el 16% de los candidatos tiene perfiles de nivel muy bajo para la posición a la que aspiran. Por ejemplo, existe una abogada especialista en derecho familiar, una persona que actualmente se encuentra aparentemente desempleada y terminando sus estudios de contabilidad, y un asesor jurídico simple de la Defensoría Pública.

Finalmente, el 10% de los candidatos tiene antecedentes preocupantes. Hay un candidato que confirmó un amparo al Güero Palma, antiguo líder del cártel de Sinaloa. Y dos que presuntamente utilizaron sus cargos para dictar sentencias a modo o ejercer presión sobre jueces.

Hay además un candidato que no está haciendo campaña. Simplemente está desaparecido del ojo público.

Así, sin considerar a todos los casos anteriores, de 38 candidatos solo he podido calificar a 13 que, en mi opinión, cumplen con un mínimo de independencia y experiencia.

Las tres mujeres con la mejor calificación son Indira Isabel García (verde 04), Anabel Gordillo (verde 06) y Fany Jiménez (verde 08). García es directora del Centro de Investigaciones Jurídicas de la Universidad de Colima y fue, previa selección por un comité ciudadano, Auditora Superior de Colima. Gordillo tiene una larga trayectoria como secretaria de estudio y cuenta de ministros electorales de distintas inclinaciones políticas. Finalmente, Jiménez (verde 08) es presidenta del Tribunal de Justicia Administrativa de Jalisco y con carrera amplia en el poder judicial. Y Anabel Gordillo Arguello (verde 06).

Los dos hombres mejor evaluados son Juvenal Carbajal (verde 24), magistrado de circuito en materia administrativa con una larga carrera judicial, y Gildardo Galinzoga (verde 30), quien es magistrado de circuito en materia laboral, administrativa y ha trabajado con ministros de todo tipo de inclinaciones políticas.

En promedio, las mujeres suelen alcanzar mejores calificaciones que los hombres. Además, los candidatos del poder judicial suelen tener mayor experiencia que el resto.

Del ejercicio, me quedo con mal sabor de boca. En su mayoría, los candidatos no parecen idóneos, quizá porque el gremio legal siempre estuvo en contra del Tribunal de Disciplina. Esto hizo que los mejores candidatos quizá ni aplicaran. Será necesario mejorar notablemente los comités de selección para futuras iteraciones de la elección judicial.