Polémica por el uso del velo en algunas universidades de Nigeria: “La forma en la que me obligan a vestirme no coincide con los valores islámicos” | Planeta Futuro

Polémica por el uso del velo en algunas universidades de Nigeria: “La forma en la que me obligan a vestirme no coincide con los valores islámicos” | Planeta Futuro

La nigeriana Musliah Tunmise, de 18 años, abandonó su sueño de convertirse en profesora de Educación Física cuando se enteró de que no se le permitiría usar velo en las clases que se imparten en la Facultad de Educación del Estado de Osun, afiliada a la Universidad del Estado de Ekiti, en Nigeria. Como musulmana devota, no quiso renunciar a su religión a cambio de esta carrera y prefirió abandonar la idea de estudiar. “Me dijeron que no permitían que las mujeres musulmanas llevaran niqab durante el entrenamiento físico semanal”, explica Tunmise. En los ejercicios, además, es necesario llevar pantalones cortos, que dejan al descubierto las piernas. “Me gustan estos estudios, pero la forma en la que me obligan a vestirme no coincide con los valores islámicos y, además, llevo niqab. No es conveniente para mí”, explica la estudiante, que finalmente se decantó por Biología. En ese departamento, la forma de vestir no era una barrera.

El uso del niqab y de otros tipos de velo ha sido motivo de desacuerdo en algunos campus universitarios nigerianos. La discusión por el uso del velo se remonta a la década de los ochenta y, en entornos educativos específicamente, se registran disputas entre estudiantes y centros educativos desde hace más de una década, de acuerdo con un recuento hecho por la Islamic Welfare Foundation. Un estudio de 2020, publicado por el Centro de Asuntos Públicos Musulmanes (MPAC) de Nigeria, estimó que el 87,6% de las mujeres musulmanas que usan hiyab y niqab se enfrentan a acoso, hostigamiento y discriminación, y que el 41,3% de estos casos ocurren en centros educativos.

El pasado diciembre, Muslim Rights Concern (MURIC), una organización islámica de derechos humanos, denunció la opresión de las estudiantes musulmanas de enfermería en las facultades de medicina nigerianas debido a su vestimenta. Ese fue el caso de Adam Hikimot, que quería estudiar Enfermería en la Universidad Prince Abubakar Audu, en el Estado de Kogi. En agosto de 2023, se puso el niqab y salió para presentarse a las pruebas de admisión a la universidad. Al llegar al centro examinador, uno de los funcionarios de selección le pidió bruscamente que se quitara el velo en presencia de otras personas antes de entrar en la sala de pruebas. “Me sentí avergonzada en medio de un mar de candidatos en el centro que se rieron de mí”, recuerda Hikimot.

Finalmente, no estudió Enfermería, sino Bioquímica. Su universidad permite a las estudiantes que usan niqab o hiyab asistir a las clases, excepto a las relacionadas con la salud, como Enfermería. No obstante, Hikimot, que cursa tercer año, dejó de usar el niqab después de ser admitida, para evitar, según afirma, “sentir más vergüenza”. Este diario ha intentado sin éxito recabar la versión de los responsables de relaciones públicas de las universidades señaladas.

Libertad de expresión

Pero hay más casos. El 26 de noviembre de 2021, la Universidad Federal de Abeokuta, en el Estado de Ogun, emitió un memorando interno que prohibía el uso del niqab en sus instalaciones. Esto hizo que las estudiantes musulmanas que lo usaban se enfrentaran al acoso y las agresiones de los profesores, el personal de seguridad y los conductores escolares, que les negaban la entrada al campus. “Nosotros, los estudiantes musulmanes y otras organizaciones de derechos humanos, protestamos, y la dirección finalmente cedió a la presión”, explica Habibulah Adekunle, expresidente del Gobierno de la Unión de Estudiantes (SUG) de la universidad.

“La vestimenta que se ve hoy en día ha sido, sinceramente, una constante a lo largo de los años entre las estudiantes de Enfermería”, afirma Abubakar Mahmud, médico del Hospital Federal de Enseñanza, en el Estado de Kebbi. “El problema que veo son aquellos que se oponen a que las estudiantes musulmanas lleven el hiyab encima de su vestimenta o aquellos que les impiden usar velos”, agrega. Mahmud pide, como alternativa, crear “más universidades e institutos musulmanes” que permitan a las mujeres llevar la vestimenta que deseen.

Adeniyi Jamiu, licenciado en Derecho en Ikeyi Shittu & Co., un bufete de Lagos, recuerda que la Constitución reconoce la libertad de expresión. “La forma de vestir forma parte de la libertad de expresión y se encuentra en el artículo 39 de la Constitución de 1999. Los artículos 38 y 39 suelen ser en los que se basan los tribunales para tratar asuntos como este”, declaró a este periódico.