En medio de un fin de semana intenso para la Fórmula 1, Max Verstappen recibió la mejor noticia posible fuera de las pistas: fue papá por primera vez. El tricampeón mundial anunció junto a su pareja, Kelly Piquet, el nacimiento de Lily, la pequeña que llegó para agrandar la familia.
“Bienvenida al mundo, dulce Lily. Nuestros corazones están más llenos que nunca: sos nuestro mejor regalo. Te queremos mucho”, escribieron en redes sociales, junto a una foto familiar que muestra al piloto de Red Bull y a la modelo brasileña, hija del mítico Nelson Piquet, visiblemente emocionados.
Verstappen aterrizó en Miami la noche del jueves, en un vuelo privado desde Niza. Se mantuvo junto a Kelly hasta último momento y, por esa razón, se ausentó del día de prensa previo al Gran Premio. Sin embargo, su presencia en la pista nunca estuvo en duda: Red Bull confirmó que estaría disponible para el inicio de la actividad oficial, que en esta fecha incluye formato sprint.
El nacimiento de Lily se adelantó unos días: según había deslizado Helmut Marko, asesor del equipo, la fecha prevista era el 6 de mayo. El piloto neerlandés no quiso perderse ni un instante de este momento familiar y, una vez en suelo estadounidense, se reunió de inmediato con sus ingenieros para preparar el fin de semana.
Red Bull, además, llegó con una novedad técnica importante: un nuevo fondo plano originalmente pensado para el GP de Imola. El equipo debe decidir si lo monta ya para los únicos entrenamientos libres del viernes, clave en una carrera con formato sprint, donde cada minuto de pista cuenta.
Kelly Piquet ya es madre de Penélope, nacida en 2019 fruto de su relación con el piloto ruso Daniil Kvyat. En estos años, se la ha visto en múltiples ocasiones junto a Verstappen, quien ha demostrado una relación cercana y afectuosa con la niña, a quien trata como propia.