Leonardo Cositorto, líder de Generación Zoe, llegó vestido con la camiseta de Platense debajo de un chaleco antibalas a la audiencia que se desarrolla en la Sala I del Tribunal de Juicio de Salta, donde será juzgado por una presunta estafa piramidal. Hincha del “Calamar”, el empresario celebró el título del equipo mientras continúa con su gira judicial por diferentes provincias del país, luego de haber sido condenado a 12 años de prisión en Corrientes.
Este domingo el equipo del que es hincha el también coach ontológico se enfrentó a Huracán para disputar la final del Torneo Apertura 2025, título que ganó el “Calamar” por primera vez en sus 120 años de historia. Cositorto lució esa vestimenta y dejó una imagen similar a la que dio en el Tribunal de Justicia de Goya, pero esta vez el detalle tomó mayor relevancia.
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En Salta, el CEO de Zoe está acusado de ser presunto de jefe u organizador de una asociación ilícita que habría cometido 118 casos de estafas reiteradas. Además del empresario, en esta causa también están imputados Ricardo Vilardel, Jorge Vilardel, Ana Lucía Vilardel y Vilma Albornoz, en calidad de coautores.
La investigación en la provincia norteña comenzó en 2022 tras una serie de denuncias contra Generación Zoe, que tenía su sede en la calle Pellegrini al 700 de la ciudad capital. Como en muchas de las denuncias que hay en diferentes lugares del país, se señala que en la empresa prometían retornos de entre 7,5% y el 10% mensual con la adhesión de una “membresía” de entre 500 y 1000 dólares.
El Ministerio Público Fiscal precisó que los ahorristas recibían en sus perfiles una ganancia automática del 20% como “bonificación educativa” y la estructura incentivaba a los participantes a captar nuevos inversores mediante comisiones que aumentaban en relación con la cantidad de personas incorporadas al sistema. Casi todas las inversiones se entregaban en efectivo en la sucursal pero también se reportaron algunas transferencias bancarias.
Según informaron fuentes judiciales, se calculó que el perjuicio ocasionado sería de 5.682.500 pesos y 574.120 dólares. Además, se indicó que los imputados eran quienes recibían las inversiones. Por ejemplo, Jorge Vilardel recaudaba el dinero, en efectivo y por transferencia, mientras que su hermano, Ricardo, se presentaba como jefe de Zoe en Salta, recibia dinero y firmaba recibos.
Por su parte, Ana Vilardel, recibía a los ahorristas y utilizaba su cuenta para depósitos; y Albornoz, junto con los Vilardel, organizaba reuniones y conferencias para captar víctimas y hacía difusión de la empresa por distintos medios.

Este miércoles se dio inicio a la lectura de alegatos de apertura y el abogado defensor del coach participó por videollamada. Los jueces a cargo de llevar adelante el debate son Martín Pérez, Javier Aranibar y Leonardo Gabriel Feans y en esta causa el Ministerio Público Fiscal es representado por Ana Inés Salinas Odorisio.
La semana pasada, el segundo debate que afronta el líder de Generación Zoe fue suspendida ya que el empresario hizo un cambio de su defensora pública por un abogado particular, a último momento. Ahora, se dio inicio al juicio en el que se esperan escuchar más de 160 testigos y que dure al menos hasta fines de junio.
Cositorto, condenado en Corrientes
A fines de febrero pasado, el Tribunal de Justicia de Goya condenó a 12 años de prisión a Leonardo Cositorto, acusado de liderar la megaestafa piramidal de Generación Zoe, que dejó decenas de damnificados. En ese caso, los jueces también dispusieron 8 años de cárcel para Maximiliano Batista, Lucas Damián Camelino y Miguel Ángel Echegaray, señalados como coautores.
Además, Nicolás Camelino y Javier Medina recibieron la absolución luego de que los magistrados resolvieron un veredicto de inocencia. El fallo fue apelado por los fiscales Guillermo Barry y María Eugenia Ballará, y por el abogado querellante Pablo Fleitas, quienes insistieron con el pedido de condena de los hermanos Medina. Los abogados de los acusados también cuestionaron la sentencia.
El CEO de Zoe fue condenado después de que los jueces Ricardo Carbajal, Jorge Carbone y Julio Duarte lo consideraran culpable de ser jefe de una asociación ilícita responsable de al menos 98 estafas. La pena que recibió es cuatro años menor a la máxima, que habían solicitado los fiscales.
FP / Gi