Un choque de un grupo de policías mexicanos con el narco provoca un conflicto entre Chiapas y Guatemala

Un choque de un grupo de policías mexicanos con el narco provoca un conflicto entre Chiapas y Guatemala


El enfrentamiento ocurrido el domingo entre un grupo de élite de la policía del Estado mexicano del Estado de Chiapas y un grupo de narcos, que los llevó a cruzar la frontera con Guatemala a la región de Huehuetenango, ha generado una serie de acusaciones que aviva la tensión diplomática entre ambos países, especialmente después de que se conociera que el choque se produjo ante la mirada de agentes guatemaltecos.

Por un lado, el gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez, ha publicado esta mañana en su cuenta de Facebook un mensaje en el que acusa a las autoridades guatemaltecas de estar “coludidas” con el crimen organizado y de “estar al servicio de la delincuencia”. Dos horas después de esa publicación, las autoridades guatemaltecas brindaron una conferencia de prensa en la que el ministro de Defensa, Henry Sáenz, defendió la inactividad de los militares que se ven en los videos y fotografías circuladas en redes sociales y dijo que su inactividad fue para evitar la muerte de pobladores o comerciantes.

“Agradezco y doy todo mi apoyo a los miembros del Ejército de Guatemala, específicamente a los involucrados en la acción de ayer, por la decisión tomada: Prefirieron privilegiar la vida humana de nuestros compatriotas”, dijo. En la misma conferencia, el ministro de Gobernación de Guatemala, Francisco Jiménez, calificó la opinión del gobernador de Chiapas como “muy fuerte”, pero añadió que “no representa la opinión de México, sino la de uno de tantos estados que tiene”.

La vicepresidenta de Guatemala, Karin Herrera, también intervino en la conferencia, pero se negó a iniciar una riña diplomática y dijo que el asunto se resolvería más tarde en una reunión con su ministra de Relaciones Exteriores.

Sheinbaum dice que el paso de la frontera de los policías “no está bien”

Casi al mismo tiempo, durante su habitual conferencia de prensa, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se limitó a decir que “no está bien” que los policías mexicanos hayan ingresado a Guatemala, y prometió que el martes el secretario de Seguridad daría más información al respecto.

Por la tarde de este mismo día, el Gobierno de Guatemala emitió un comunicado más contundente en el que asegura que ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos. “No toleraremos la vulneración de nuestras fronteras, las amenazas de violencia a nuestra población y la participación de cualquier miembro de las fuerzas de seguridad en este tipo de hechos”, dice el documento.

La unidad élite de la Policía mexicana que protagonizó el hecho es la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (FRIP), creada a finales del año pasado tras la llegada del nuevo gobernador. Esta unidad ha sido usada como elemento de choque ante la brutal escalada de violencia que vivió Chiapas entre los años 2021 hasta finales de 2024. Sin embargo, en este corto tiempo, los pakales, como son conocidos en la región, ya se han visto señalados también por supuestos vínculos con el narcotráfico. Además, se han documentado brutales abusos de autoridad como disparos a discreción contra pobladores de la frontera.

Surgen videos del ataque

El enfrentamiento se desató cerca de las 3:00 de la tarde de este domingo, cuando un grupo de agentes élite de la policía mexicana perseguía a un grupo de narcotraficantes en el municipio de Frontera Comalapa, en el Estado sureño de Chiapas, al límite con Guatemala. Minutos antes, en un enfrentamiento sobre la carretera, los agentes habían abatido a cuatro presuntos criminales y habían incautado varios vehículos y armas de grueso calibre. Los delincuentes que sobrevivieron huyeron a Guatemala. Los policías mexicanos continuaron la persecución y cruzaron la línea divisoria entre ambos países: dos plumas eléctricas con un letrero de fondo azul en el que se lee “Feliz Viaje”.

La escena del lado guatemalteco fue grabada por un ciudadano con su celular. En el video, se ve a los criminales esperando a los policías al lado de dos camionetas, una blanca y otra negra, ambas con dirección al lado mexicano. Unos cuatro hombres vestidos de civil con armas largas rodean la única camioneta blindada de la policía mexicana que los había logrado alcanzar. Los primeros gritan y apuntan con sus fusiles al vehículo policial que permanece estacionado a unos diez metros de línea fronteriza. Todo esto ocurre frente a la mirada de un grupo de policías guatemaltecos que observan, impávidos, aquella situación.

Uno de los civiles armados se acerca a la camioneta de la policía mexicana y abre la puerta del conductor. Un policía guatemalteco parece darle indicaciones, señalando hacia la línea fronteriza. El civil armado nuevamente se acerca y apunta al conductor de la patrulla con su fusil. El conductor logra cerrar la puerta cuando, de pronto, se aproxima otra camioneta policial que se lleva la pluma fronteriza por delante. A los segundos, aparece otra camioneta policial que impacta contra el vehículo negro de los civiles y empieza un tiroteo.

En una parte del video, se observa cómo los disparos caen sobre el parabrisas blindado del primer vehículo policial mexicano, justamente a la altura de la cabeza del conductor. Por unos segundos, las imágenes muestran el ángulo contrario y se observa a una patrulla policial del lado de los tiradores sobre cuyo techo se lee “Huehuetenango” con letras amarillas.

En otro video, que también circula en redes sociales, se observa que del lado de los tiradores hay un vehículo militar que queda en medio del tiroteo entre los civiles y las patrullas de la policía mexicana. En ningún momento se ve que los uniformados de Guatemala hagan algo por detenerlo. No quedó registro del momento en que las patrullas mexicanas se retiran, pero se sabe que al final lo hicieron sin víctimas.

Un evento “confuso”

Este episodio se da seis días después del brutal asesinato de cinco policías estatales en las cercanías del ejido Sabinalito, en Frontera Comalapa. Los agentes fueron encontrados calcinados dentro de una patrulla y en la escena fueron recogidos cerca de 700 casquillos de bala.

Tras aquella masacre, el gobernador de Chiapas prometió una reacción “contundente” por lo que provocó el despliegue de mil elementos entre policías y militares. Desde entonces, el municipio de Frontera es escenario de intensos operativos. Las autoridades mexicanas indicaron que en el lugar del primer enfrentamiento, del lado mexicano, incautaron tres fusiles AK-47 y un fusil AR15 con aditamento lanzagranadas.

Durante la conferencia brindada esta mañana, el ministro de Defensa de Guatemala aseguró que los militares que se quedan observando el enfrentamiento entre los policías mexicanos y civiles guatemaltecos estaban en el lugar de manera circunstancial y no porque llegaron en apoyo a la emergencia. “Se encontraba en un patrullaje de reconocimiento de rutina y estaba en el proceso de transición de movilizarse de un punto de reconocimiento a otro, llegando de manera fortuita a la posición. Al desarrollarse la situación de intercambio de disparos se creó un ambiente confuso, tomando la decisión de no involucrarse para evitar muertos de nuestra población civil”, dijo en la conferencia.

Por su parte, ante las insistentes preguntas de la prensa sobre los señalamientos del gobernador de Chiapas, el ministro Jiménez se defendió recordando el éxodo de mexicanos que llegó a Guatemala huyendo de la guerra del narco el año pasado. “Ahí por julio, producto de los carteles del narcotráfico, más de 500 personas y familias completas pasaron a territorio guatemalteco. Dicho por los ciudadanos mexicanos, se sentían seguros y protegidos por las fuerzas de seguridad en Guatemala. No quisieron regresar inmediatamente. Se sentían protegidas”, añadió. La frontera entre México y Guatemala había registrado cerca de seis meses de relativa calma que con estos esos parece esfumarse.