Ecuador extradita a Estados Unidos al capo narco ‘Fito’

Ecuador extradita a Estados Unidos al capo narco ‘Fito’

José Adolfo Macías, alias Fito, no duró ni un mes encerrado en La Roca, la cárcel de máxima seguridad en Guayaquil. Veinticinco días después de haber sido trasladado allí, un operativo conjunto de policías y militares irrumpió en su celda este domingo 20 de julio, lo esposó sin mayor resistencia y lo subió a un avión del Departamento de Justicia de Estados Unidos. A las 14.00, el vuelo despegó rumbo al norte con uno de los narcos más temidos de Ecuador a bordo.

Fito, líder de Los Choneros —una de las organizaciones criminales más poderosas del país-, enfrenta en Estados Unidos cargos por tráfico internacional de drogas, comercio ilegal de armas y otros cinco delitos que podrían costarle hasta 50 años de prisión. Su extradición marca un giro inédito en la política ecuatoriana por ser el primer narcotraficante local en ser entregado a la justicia estadounidense.

El proceso fue tan veloz como sorprendente. El 25 de junio, Macías fue recapturado en un búnker en una casa a pocos metros de la costa de Manabí, una provincia que se ha convertido en santuario y campo de batalla del narco. Solo quince días después, firmó su consentimiento para ser extraditado de forma voluntaria, en un intento de escapar de ser asesinado por uno de sus tantos enemigos. El viernes 18 de julio, el presidente de la Corte Nacional de Justicia aprobó la extradición de Fito, tras recibir las garantías de Estados Unidos de que no será sometido a tratos crueles e inhumanos, ni podrá ser sentenciado a pena de muerte ni a cadena perpetua, sentencias que no constan en la legislación ecuatoriana.

La última palabra la tuvo el presidente Daniel Noboa. Sobre su escritorio reposaba la decisión que marcaría un antes y un después en la lucha contra el crimen organizado en Ecuador. El Gobierno de Noboa era el más interesado en ejecutar la extradición de Fito, el hombre que se convirtió en el rostro más visible de la impunidad narco en el país. Su fuga en enero de 2024 de la cárcel Regional de Guayaquil no solo dejó en evidencia las grietas del sistema penitenciario, sino que desató una ola de violencia brutal dentro y fuera de los centros carcelarios. Las escenas de caos obligaron al Gobierno a tomar una medida sin precedentes de decretar un conflicto armado interno no internacional y entregar el control de la seguridad a las Fuerzas Armadas.

Este lunes, José Adolfo Macías, alias Fito, comparecerá ante la Corte del Distrito Este de Nueva York, en esa misma sala fue sentenciado Joaquín El Chapo Guzmán, líder del cártel de Sinaloa al que también se vincula al narco ecuatoriano. Pero ahora es el turno del líder de Los Choneros, señalado como el jefe de una organización con capacidad para enviar toneladas de cocaína a Estados Unidos, lavar dinero a escala continental y movilizar arsenales con una logística casi militar. Allí comenzará el proceso que podría sellar su destino lejos de Ecuador, pero bajo el mazo de la justicia estadounidense.

El juicio del líder de Los Choneros despierta expectación en Ecuador por las revelaciones que podrían salir a la luz desde el estrado de Brooklyn. Fito no es un criminal cualquiera, pertenece a la vieja guardia de delitos como sicariato y narcotráfico, con raíces que se remontan a los años noventa, cuando las bandas aún operaban con códigos casi artesanales. Su voz ante un tribunal estadounidense podría arrastrar a figuras del poder y revelar los hilos invisibles que han unido durante décadas al Estado con las mafias.