Un día después de que el Barcelona retirase la capitanía a Marc-André Ter Stegen y apenas transcurridas unas horas de un comunicado del guardameta con una postura conciliadora en el que tendía puentes para resolver el asunto, el alemán ha firmado la autorización para que los servicios médicos del club azulgrana tramiten a LaLiga el informe médico de su operación para determinar la baja de su lesión y si es de larga duración. La entidad presidida por Joan Laporta, además, da por cerrado el expediente disciplinario que le había abierto a raíz de este asunto y le devuelve la capitanía del primer equipo.
La noticia del Barça llegaba cerca de las 23 horas de la noche, poco después de que Ter Stegen, en un comunicado a través de redes sociales diese la mano al club para solucionar la guerra interna. “Estoy plenamente dispuesto a colaborar con la dirección del club para resolver este asunto y facilitar la autorización requerida”, apuntaba el guardameta alemán, conciliador y constructivo, en su comunicado. Pero también aseguraba que el tiempo de su recuperación, la principal causa que ha derivado en la disputa con el club, que anunció antes de su operación, era un “plazo de recuperación mínimo” necesario y que fue “comunicado por los expertos más reputados y siempre en coordinación con el club”.
Ter Stegen, en el texto publicado en catalán, castellano e inglés, explicó sus vivencias y su perspectiva. “En las últimas semanas, se han dicho muchas cosas sobre mí, algunas de ellas totalmente infundadas. Por ello, siento que es necesario expresas mi versión de los hechos con respeto, pero con claridad”, compartía en la nota.
Ter Stegen zanjó, también, “ciertas especulaciones”, asegurando que las “incorporaciones y renovaciones del club” se produjeron antes de su operación y por lo tanto en ningún momento consideró que su baja fuera “necesaria para la inscripción de otros compañeros” a los que respeta “profundamente” y con quienes está “deseando compartir vestuario durante muchas temporadas”. “Cualquier otra interpretación me parece injusta e inexacta”, añade.
En el cierre del comunicado, el guardameta apela a su profesionalidad, respeto y compromiso, además del cariño por Barcelona y su gente, y a resolver la situación de forma “constructiva” y “a través del diálogo”. Finalmente, así ha sido. En el Barcelona, todo es efímero para bien, o para mal. En 24 horas, los puentes rotos se han reconstruido, y la paz parece regresar. Al menos, de momento.