Amanda Gutiérrez, abogada y fundadora de Futpro, sindicato de mujeres futbolistas profesionales, deja la presidencia del organismo que inició el movimiento #SeAcabó de las jugadoras españolas que sacudió el mundo tras el beso no consentido de Luis Rubiales a Jennifer Hermoso en plena celebración del Mundial. Gutiérrez estuvo presente en las negociaciones de la cumbre de Oliva, medió con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y negoció con otros sindicatos y la Liga F un convenio colectivo más digno, con especial atención a la maternidad y la conciliación. “Cuatro años después, puedo decir con orgullo que hemos conseguido eso y mucho más”, aseguró en un comunicado en el que cita avances como un protocolo reforzado contra el acoso o el acompañamiento a jugadoras embrazadas. “Gracias por caminar juntas estos años y por demostrarme que unidas somos imparables”, añade.
Desde su creación en 2021, la huella de Futpro se evidenció en la selección española, con acuerdos para incrementar las primas y medidas que permiten a las jugadoras viajar con sus hijos a los grandes torneos. En 2022, antes de la Eurocopa, la Federación anunció la equiparación de las condiciones económicas entre las selecciones masculina y femenina, la regulación de derechos de imagen y mejoras en las condiciones de trabajo. Pero aquellos pasos eran insuficientes. Y la crisis de las 15 antes del Mundial fue un impulso para lo que sucedió después.
El logro deportivo de la consecución del Mundial quedó empañado por el beso no consentido de Rubiales y Futpro se convirtió en el altavoz de Hermoso. El 23 de agosto publicó un comunicado condenando los hechos y pidiendo cambios estructurales; dos días después coordinó la declaración conjunta de las 23 campeonas y más de 50 jugadoras y exjugadoras que se plantaron ante la RFEF. “Jenni quería hablar, y le dije, vale, pero no vas a hablar sola. Me puse en contacto con todas las campeonas, con aquellas de las 15 que no habían ido al Mundial y con las del Mundial de 2015. Ellas sumaron a más gente, y de ahí salió un grupo nuevo de whatsapp”, aseguró Gutiérrez a EL PAÍS.
Las jugadoras publicaron el comunicado en sus redes sociales. “Esto es inaceptable. Se acabó. Contigo compañera @jennihermoso”, escribió Alexia Putellas en sus redes sociales, sin saber que aquel “se acabó” marcaría un lema que recorrería el mundo. “Pensamos que a ese movimiento había que ponerle un hashtag, pero ni siquiera lo llegamos a hablar con Alexia. Cuando puso el “Se acabó” vimos que era una idea genial que le daba un impulso increíble al comunicado. Y empezaron a usarlo todas”, añadió la abogada.
La tensión continuó. Con la huelga en el arranque de la Liga F por parte de las futbolistas por el estancamiento en las negociaciones del convenio colectivo respecto al salario, pero también con la primera convocatoria y rueda de prensa de la ya exseleccionadora Montse Tomé. El 15 de septiembre, minutos antes de la comparecencia de Tomé, un total de 39 jugadoras —21 de las 23 campeonas del mundo— lanzaron un comunicado, asesoradas por Futpro, pidiendo cambios concretos y asegurando que renunciaban a la selección. Tres días después, Tomé las convocó igualmente.
La cumbre de Oliva
Obligadas a acudir, se formó una cumbre en Oliva (Valencia) que duró más de seis horas en plena madrugada con representantes de la RFEF y del Consejo Superior de Deportes (CSD), y también Amanda Gutiérrez, para desatascar el conflicto, y que culminó en salidas de hombres del rubialismo y en mejoras. También se acordó la creación de una comisión mixta con el poder de impulsar cambios internos formada por el CSD, la RFEF y las jugadoras, que escogieron a Gutiérrez y Reyes Bellver, entonces asesora legal del sindicato y hoy directora de fútbol femenino de la Federación, como sus representantes.
Gutiérrez deja la presidencia, pero seguirá en el sindicato, convencida de que debe liderarlo una jugadora. Cree cerrado su ciclo, y quiere emprender nuevos proyectos. Su apoyo a las futbolistas podría resumirse en una frase de su comunicado: “Por primera vez, vivimos una Eurocopa en la que en España solo se habló de fútbol”.