Francia es mucha Francia. Al menos por ahora y para esta España, incapaz de ponerse por delante en todo el duelo, al dictado del baloncesto y bíceps del rival. Un tropiezo que se une al de Portugal, en el primer envite de preparación para el Eurobasket, y que argumenta que al equipo de Scariolo le sobra voluntad y garra, pero le falta baloncesto para defender su trono, hasta ahora solo con un triunfo sobre la República Checa.
Al contrario de lo que ocurre en el Barça, donde no pasa de actor secundario —en ocasiones ni de figurante—, Willy Hernangómez se sabe el líder de la selección tras el cambio de guardia, con Rudy y Sergio Rodríguez jubilados, también con Llull de salida. Su MVP en el pasado Eurobasket y la buena sintonía con Scariolo, que ahora será el entrenador del acérrimo rival, el Madrid, acreditan al pívot, con tantos puntos en las manos como agujeros en defensa, muy NBA él. Pero como ya ocurriera con Pau Gasol en su momento, cuando España se encasquilla le busca con denuedo como Nemo a su madre. Y Willy responde, reversos, amagos, canastas, también mates. O, en muchos casos, saca personales. Y aunque frente a la República Checa resultó letal, no fue lo mismo ante Francia. Una tara desde la línea de los tiros libres que deberá pulir a contrarreloj con España para, tal y como indica su caché, poder recibir en los momentos calientes.
Comenzó entonces el partido con dos tiros libres errados de Willy y apareció la plaga de la mirilla desviada, casi tres minutos sin canasta que celebrar en un Olímpic de Badalona, que volvió a explicar que el baloncesto es su latido. Hasta que Strazel hizo pop y ya no hubo stop. Sobre todo para Francia, que tiene más de todo: físico, talento, jugadores —son varios NBA los que verán el Eurobasket desde el sofá de casa (Dieng, de los Thunder, y Diabaté, de los Hornets, entre otros)— y baloncesto. 14-25 de aperitivo.
Cuando Scariolo rotó, por más que Brizuela levantara el brazo y los ánimos con sus canastas, incluso Puerto en su papel de agitador desde el exterior, España palideció. Lo hizo por la propuesta física gala, gozosa con el baloncesto al abordaje, sprints de lado a lado, atrápame si puedes. Okobo y Yabusele enseñaron músculo, Luwawu-Cabarrot y Strazel pusieron la muñeca, y Hoard y Francisco encontraron la rampa a la canasta. A España, tocado Alberto Díaz y sin Lorenzo Brown, le faltó un base que azuzara al equipo, si bien De Larrea reclamó los flashes. 35-43 tras el primer plato.
Ocurrió que España regresó al parquet inspirado, con Parra y Pradilla como la alternativa, uno por fuera y el otro por dentro. Suficiente para poner en entredicho a Francia (44-46), que dio minutos a Maledon, fichaje del Madrid. Él, junto a Hifi y Richaser, explicaron que no son un equipo que ponga la otra mejilla, que si le buscas, le encuentras. Pero quizá no le pilles porque, de nuevo con un baloncesto a la carrera, desmontó a España para enfado de un Scariolo que recriminó la blandeza de los suyos. 52-58 antes del postre.
Vibró el Olímpic y España respondió con entrega y dedicación, orgullo de campeón. Y aunque se le exigió hasta el final, no hubo manera de contrarrestar a Francia, equipo sin más fisuras que su excesiva confianza, capaz de poner los puntos sobre las íes cuando tocó. Fue un ejercicio de superioridad, de esos en los que el hermano mayor le dice hasta aquí al pequeño, no me molestes más. Así, la efervescencia gala, un champagne de NBA que ya conquistó hace poco más de un año la plata en los Juegos de París y que mañana volverá a medirse con España en París, se pide ser el favorito para el Eurobasket con permiso de Serbia y Alemania.
ESPAÑA, 67 – FRANCIA, 75
España: De Larrea (4), Abalde, López-Arostegui (5), Juancho Hernángomez (7), Willy H. (13) —cinco inicial—, Puerto (7), Saint-Supéry (2), Pradilla (6), Brizuela (7), Parra (7), Sima (3) y Yusta (6)
Francia: Strazel (6), Okobo (10), Coulibaly, Yabusele (12), Poirier (1) —cinco inicial—, Sarr (3), Risacher (12), Francisco (5), Hoard (13), Luwawu-Cabarrot (2), Maledon (2), Hifi (7) y Jaiteh (2).
Árbitros: X. Rosso (Francia), L. M. Castillo (España) y E. Mendoza (España). Eliminado por faltas: Sima.
Olímpic de Badalona. Unos 10.000 espectadores.