El Valencia y la Real Sociedad se repartieron los puntos en un día en el que sintieron que este primer partido de la Liga les llegó demasiado pronto. Dos equipos prematuros, sin ritmo ni llegada. El conjunto de Carlos Corberán tuvo más dominio gracias al mando de Javi Guerra, pero, a la hora de la verdad, no fue capaz de complicarle la noche a Remiro.
1
1

Goles 1-0 min. 56: Diego López . 1-1 min. 60: Take Kubo.
Árbitro José María Sánchez Martínez
Tarjetas amarillas Gayá (min. 27), Beñat Turrientes (min. 48) y Aihen Muñoz (min. 66)
Un aire pesado bañó Mestalla en la noche del estreno. Treinta grados y una hinchada sudorosa que se alistó desde el primer día a la causa de Carlos Corberán, ya para siempre el técnico que rescató a su equipo cuando parecía un trasto viejo. El de Cheste estaba por primera vez en la casilla de salida de la Liga, como su colega Sergio Francisco, que llegó desde la cantera para guiar a la Real Sociedad, su Real. Los dos demostraron necesitar más tiempo para sincronizar a sus onces.
El Valencia tiene nuevas variantes, en especial el ingenio de Dani Raba, un delantero con ideas locas cuando recibe el balón en la cornisa del área. Ahí es impredecible y eso, si funciona, surte como una especie de embrujo sobre la afición, gustosa de descubrir caminos diferentes que sacudan la rutina. Aún así, el público comprobó que sigue vigente el libreto de José Luis Gayá, siempre incisivo con su profundidad y su ojo para dar el pase final.
La Real, huérfana por primera vez de Martín Zubimendi, uno de sus pilares de los últimos años, no se descompuso en todo el partido. Mucho orden para complicarle la vida al ataque blanquinegro. A eso le sumó un par de ramalazos de Barrenetxea, otro que, como Raba, sabe burlar a los grandes que cubren el paso hacia la portería.
El primer gol de la temporada lo parió Raba con un pase endemoniado que flotó por encima de la defensa realista hasta que encontró a Diego López, que concretó la jugada en el 1-0. No le duró mucho el luto al equipo vasco gracias a un remate seco de Take Kubo desde el borde del área. La segunda parte empezaba a descubrir que Raba y Diego López hablan el mismo idioma. Se entienden y se encuentran. Uno de esos dúos que dan muchos puntos.
Oskarsson tuvo la primera campanada, en solitario ante el meta del Valencia, pero le temblaron las piernas. El equipo de Corberán se crecía cuando Javi Guerra ganaba presencia en el juego de su equipo. El técnico valenciano tiene claro quién es su líder en la medular. Pero le faltó compañía en ataque.