El Hospital Militar, de inaugurarse cuatro veces a tener todas sus UCI cerradas y parte de su material en el Virgen del Rocío | Noticias de Andalucía

El Hospital Militar, de inaugurarse cuatro veces a tener todas sus UCI cerradas y parte de su material en el Virgen del Rocío | Noticias de Andalucía

Cuando se reabrió el Hospital Militar, en febrero de 2021, en plena pandemia, una de las máximas preocupaciones, tanto de la Junta de Andalucía, como de los sindicatos de profesionales sanitarios, era que el complejo sevillano -abandonado durante 15 años- no se convirtiera en un nuevo Isabel Zendal, el centro que abrió la Comunidad de Madrid, con apenas pacientes y médicos pese a una inversión millonaria. Sin embargo, cuatro años después, tiene cerradas todas sus UCI desde el pasado mes de abril y en las últimas semanas se ha trasladado parte de su material, de última generación, a los servicios de cuidados intensivos del Virgen del Rocío, mucho más obsoletos. Las organizaciones de trabajadores denuncian una falta de planificación en su gestión y futuro por parte del Gobierno que preside el popular Juan Manuel Moreno, mientras que desde este último hospital −del que depende el Militar- se justifica la medida en una necesaria optimización de recursos para mejorar la atención a la ciudadanía.

Fuentes del Virgen del Rocío confirman que se ha trasladado equipamiento de monitorización cardiovascular de la unidad 3 de la UCI del antiguo Hospital Militar −rebautizado como Muñoz Cariñanos− a la UCI del Virgen del Rocío. Los interlocutores indican que desde que terminó la pandemia no ha habido ningún paciente ingresado en esa unidad 3 y para que ese material “no quede en desuso allí por más tiempo” se ha decidido transferirlo. En el caso de que fuera necesario, regresaría a sus boxes originales, aseguran.

Los sindicatos sanitarios saludan que se reubiquen máquinas a las que no se les da uso y que cuentan con una tecnología muy avanzada para paliar, así, los problemas en la UCI del Virgen del Rocío, con material mucho más obsoleto, y que a lo largo del mes de julio está recibiendo una alta densidad de pacientes, pero cuestionan que el Gobierno andaluz haya destinado tantos medios para un nuevo hospital que no se utilizan. “Nos parece bien el argumento de optimizar recursos, y es absurdo que no se utilicen máquinas de última generación, pero entonces ¿por qué se gastó tanto dinero en algo que permanece cerrado?”, se pregunta María Bueno, responsable de UGT-Andalucía en el Virgen del Rocío.

El Hospital Militar reabrió sus puertas el 1 de febrero de 2021, en medio de la tercera ola del covid, y fue presentado como ejemplo del compromiso del Gobierno de Moreno con la sanidad pública. En los meses sucesivos, el presidente andaluz estuvo presente en cada uno de los servicios que se iban incorporando, hasta su inauguración definitiva -la cuarta- el 20 de marzo de 2023, tras una inversión de 74 millones de euros. Durante la pandemia, las 25 camas de la UCI no pararon de recibir pacientes. A partir de 2023 se fueron utilizando en función del número de enfermos ingresados, hasta que quedaron reducidas a unas cuatro camas para pacientes con problemas respiratorios, dejando cerradas el resto. En abril de 2024 fue la primera vez que se cerró el servicio de cuidados intensivos por completo, una decisión que volvió a adoptarse un año después. La Junta argumentó en ambas ocasiones que se trataba de una “reorganización y gestión de recursos, provocada por la falta de pacientes”.

Desde el Sindicato Médico Andaluz recriminan a la Junta su falta de claridad. “Esto es un problema económico y de personal”, indica Olga Rufo, su portavoz en el Virgen del Rocío y que trabajó durante la pandemia en el antiguo Hospital Militar. Pide sinceridad a los responsables del Servicio Andaluz de Salud: “Preferimos saber que el Militar no va a volver a abrir, que hay servicios que no están en funcionamiento, porque no hay dinero para ponerlos en marcha”. En las 13 plantas del edificio, están operativos el servicio de lesionados medulares, neumología, salud mental de adolescentes, las consultas de medicina interna y algunos servicios de pruebas diagnósticas.

Más dotación de personal

“Sevilla necesita un nuevo hospital porque la complejidad de las patologías son cada vez mayores, y el Hospital Militar era ideal para tratar a muchos pacientes con una complejidad intermedia y dejar al Virgen del Rocío para tratar a los de una complejidad extrema, eso es eficiencia”, abunda Rufo, para remarcar esa falta de planificación sobre ese complejo hospitalario. En ese sentido, Bueno incide en cómo desde su creación, el Muñoz Cariñanos no ha tenido dotación presupuestaria propia ni personal asignado en exclusiva, sino que ha funcionado “como una sucursal” del Virgen del Rocío, del que depende, en función de sus necesidades.

Desde el sindicato de enfermería Satse, también se ha hecho hincapié en esa falta de planificación, llamando la atención sobre la falta de recursos suficientes para atender una demanda asistencial sin precedentes en lo que llevamos de verano en la capital andaluza. En el caso del Virgen del Rocío, el servicio de urgencias ha recibido una media de 480 pacientes diarios durante el mes de julio, un 6% más que durante el mismo periodo el año pasado, confirman las fuentes consultadas. “Lo triste es que ahora mismo las ocupaciones del Virgen del Rocío están al 100%, casi a diario y en cuidados intensivos ahora mismo ocurre lo mismo”, indica Reyes Zabala, secretaria provincial de Satse Sevilla. “Por eso no entendemos que el Muñoz Cariñanos, que debía paliar la presión del resto de hospitales de Sevilla, siga sin dotar de personal y sin estar funcionando al 100%, mientras que el resto de centros hospitalarios están saturados”, denuncia.

La plantilla del Virgen del Rocío -ampliada gracias a los refuerzos sanitarios durante la pandemia- es la que presta los servicios en el Militar, una rotación que la Consejería de Salud enmarca dentro de la normalidad de la estructura del primer hospital, que tiene asociados muchos otros centros hospitalarios por los que también van turnándose los especialistas. Los sindicatos demandan una mayor dotación de personal que permitiría mantener las instalaciones operativas y cuestionan el argumento de la Junta de que no hay profesionales sanitarios. “En enfermería se empezó a contratar a final de junio, cuando la mayor parte ya habían firmado contratos con otras comunidades, donde la duración era de cuatro o seis meses, mientras que aquí se ofrecen por tres, dos y un mes”, señala Zabala.

En este sentido, Bueno recuerda que esta misma semana, en el Virgen del Rocío se sustituyeron tres equipos de radiodiagnóstico por otros de última generación, en una presentación que estuvo acompañada de la protesta de los representantes de los trabajadores ante la situación de ese centro y el desmantelamiento del Militar. “¿De qué sirve invertir en nueva tecnología si luego las salas están cerradas por la tarde por falta de personal?”, se pregunta.