Un lunes movido se vivió en la sede de Avenida La Plata de San Lorenzo. Es que en las primeras horas de la mañana se hizo presente en el lugar Marcelo Moretti, el presidente que está en uso de licencia desde la publicación de una cámara oculta en la que protagonizó un presunto acto de corrupción al recibir un fajo de dólares para fichar a un futbolista a las divisiones inferiores del club.
Moretti, que está siendo investigado por la justicia ordinaria al tiempo que espera una definición del Comité de Ética de la Asociación del Fútbol Argentino -donde ejerce como vocal del Comité Ejecutivo-, se apersonó en el edificio junto con un escribano pero solo pudo llegar hasta la recepción. La gente de seguridad le negó el ingreso por orden del tesorero del club, Martín Cigna, con quien está enemistado desde aquel episodio.
Según pudo averiguar este diario, desde San Lorenzo aseguran que no había ningún dirigente para recibirlo y advierten que, en el caso de que desee ponerle fin a su licencia, debería haber informado antes su decisión para que primero sea tratada en Comisión Directiva. Se desconocen, por otro lado, los motivos que llevaron a Moretti a volver a las instalaciones del club.
Es la segunda vez que Moretti se presenta en San Lorenzo luego del pedido de licencia. Ya había ido al Nuevo Gasómetro el pasado 25 de mayo con la intención de presenciar el partido contra Platense por los playoffs del Torneo Apertura 2025.
En aquella ocasión, llegó sin que nadie lo esperara y acompañado por uno de sus hijos y por un grupo de hombres de seguridad. Subió al segundo piso e intentó ingresar al palco presidencial, donde estaba el grueso del oficialismo. Pero no fue bien recibido.
Después de un cruce con Cigna y con Julio Lopardo, presidente en ejercicio, a quienes señaló como «traidores», Moretti intentó ver el partido desde el área reservada para la prense, pero por orden de la dirigencia tampoco pudo permanecer en ese sector y finalmente se fue de la cancha.