Los dos adolescentes de 16 y 17 años que estaban siendo buscados por la Policía por el crimen de Rita Suárez (47), a quien ejecutaron para intentar robarle el auto frente a su hijo de 15 años, fueron entregados por sus madres y quedaron detenidos.
Por el asesinato ya había un detenido, Alex M. de 19 años. La Policía buscaba a los dos menores de edad, participantes del robo y posterior homicidio. Se trata de M.J.L., de 17 años, y A.L.C.M, de 16.
El viernes se realizaron dos allanamientos en en busca del menor de 16 años sin resultados. Fue luego de que la Policía conformara un grupo de contención con las familias de los dos jóvenes que consiguieron que las madres los entregaran.
Así, este lunes por la mañana, uno de los acusados fue entregado al agentes de la DDI de la Policía de la Provincia, quienes lo trasladaron a la sede de la Policía Judicial 1 donde aguarda a ser indagado.
El otro, indicado como el autor material del asesinato de la mujer de 47 años, fue entregado horas más tarde en una de las sedes policiales donde lo aguardaba una Unidad Operativa para su traslado a indagatoria. En ambos casos, ya se había pactado de antemano con las madres que ambos tendrían garantías procesales.
El homicidio de Rita Suárez se produjo durante un asalto en Miró y Florio, cuando estaba arriba de su Renault Sandero con su hijo de 15, esperando a su otra hija, que estaba en una clase de canto. Tres ladrones aparecieron, la apuntaron para exigirle el auto y uno le disparó pegado a la ventanilla.
La mujer recibió un balazo en el hombro y los asaltantes escaparon corriendo. Fue su hijo el que llamó a la Policía para pedir ayuda.
Suárez murió minutos más tarde en la clínica Cruz Celeste, en San Justo, donde había sido llevada de urgencia por vecinos.
Por el seguimiento de cámaras y de testimonios de vecinos del barrio, la Policía pudo dar con el recorrido realizado por los homicidas. Pudo establecerse que tras el fallido robo, los tres ingresaron a un supermercado ubicado a seis cuadras. Compraron un agua mineral que fue pagada con una billetera virtual.
Con el pago del agua, quedó registrado el nombre de uno de los implicados. Luego, se dedujo que tomaron un remis de una agencia cercana y otro de los delincuentes volvió a pagar con otra billetera virtual. Ya había dos nombres. De hecho, el chofer del vehículo certificó que los dejó en una casa ubicada en Rafael Castillo, La Matanza.
El caso quedó en manos de la Fiscalía de Homicidios de La Matanza, a cargo de Adrián Arribas, quien la caratuló «robo agravado por el uso de arma de fuego en concurso real con homicidio agravado por el uso de arma de fuego criminis causa».