Luis Enrique, Messi y el quilombo de todos los tiempos antes de ganar la Champions en 2015 | Mundial de clubes 2025

Luis Enrique, Messi y el quilombo de todos los tiempos antes de ganar la Champions en 2015 | Mundial de clubes 2025

Uno de los episodios más recordados de Leo Messi en el Barcelona es algo que casi nadie vio. En perspectiva, puede decirse que el lance estuvo a punto de hacer saltar por los aires al equipo que terminó ganando la última Champions del Barça. También puede decirse que fue el momento que prefiguró el triunfo en aquella Copa de Europa. Sucedió la mañana del 2 de enero de 2015, en un partidillo de entrenamiento en la Ciutat Esportiva Joan Gamper. Messi recibió una falta, Luis Enrique, entonces su entrenador, decidió no pitarla y el argentino se enfureció. El enfrentamiento, del que no se conservan imágenes, se incendió. Tuvieron que intervenir varias personas para calmarlos, el 10 abandonó la práctica rumbo al vestuario y se abrieron varios días de tensión extrema en el club.

Diez años más tarde, ya sin un solo rescoldo de aquel incendio legendario, Luis Enrique y Messi se reencuentran este domingo en Atlanta en el cruce de octavos de final del Mundial de Clubes PSG-Inter Miami (18.00, Dazn). Ellos y varios actores más de aquel drama que se deslizó sobre el filo de convertirse en tragedia llevándose por delante los delicados equilibrios de aquel Barça. Además del argentino, otros cuatro titulares de la final de la Champions de 2015 en Berlín militan ahora en el equipo de Florida: siguen jugando Luis Suárez, Sergio Busquets y Jordi Alba, y Javier Mascherano se sienta en el banquillo como entrenador.

Ahora ya son todo elogios y buenas palabras cruzando de lado a lado; pero hace una década libraron una batalla muy cruda por quién mandaba en el vestuario del Barça que resolvieron uniendo fuerzas para el último gran triunfo del club.

El principio de la temporada encontró a Messi con el morro torcido. Bartomeu había decidido no renovar el contrato de su amigo el portero José Manuel Pinto, había despedido al utilero Txema Corbella y decidió apartar de los viajes del equipo a Pepe Costa, persona de la confianza del argentino. Y acababa de aterrizar en el banquillo Luis Enrique, que en su primera rueda de prensa proclamó: “Yo soy el líder de mi equipo”.

Messi llegó con ese runrún a sus vacaciones navideñas en Rosario, de donde regresó un par de días más tarde que el resto a ese entrenamiento del incendio. Dos días después, el entrenador asturiano dejó al 10 en el banquillo al comienzo del partido contra la Real Sociedad en Anoeta, un encuentro resuelto con un gol en propia puerta de Alba (1-0).

La decisión de Luis Enrique avivó el enfado del argentino, que no se presentó al siguiente entrenamiento. La bola seguía rodando. El técnico pidió al club que expedientara al jugador. Mientras, Iniesta y Busquets emprendieron gestiones para mediar y Xavi se presentó en casa de Messi.

Las llamas no bajaron hasta que Luis Enrique recurrió al cara a cara. “Si me haces caso, ganaremos”, le dijo al argentino. El Barcelona jugó aquel curso un fútbol más vertical que el que acostumbraba, y en el que deslumbraron Neymar y Luis Suárez. Y ganaron. Mucho: Liga, Copa y Champions, la última Orejona que ha entrado en las vitrinas del Barça.

Pocas cosas como quien le hace ganar convencen tanto a Messi, alguien que no olvida a quien le hizo enojar. En 2021, el Barcelona cayó en el grupo de la Champions con el City, donde oficiaba de ayudante de Guardiola Rodolfo Borrell, el único entrenador de La Masia que no ponía a Messi. “Decía que era un jugador de fútbol sala, que pisaba mucho la pelota y que regateaba mucho”, contó Cristian Hernández, compañero de entonces. Cuando Messi vio a Borrell, le oyeron decir: “Paren todo, ahí llegó el genio del fútbol”. Habían pasado casi dos décadas.

A Luis Enrique, que le ayudó a ganar, lo ve de un modo bien distinto. Junto a Guardiola, considera que ha sido el mejor entrenador que le ha dirigido: “Tenerlos tan seguido hizo que creciera muchísimo en lo futbolístico y en la sabiduría táctica que ellos me enseñaron”, dijo en 2020. El técnico también superó el incidente: “Hubo un momento de tensión que tuve que gestionar como entrenador, pero a día de hoy solo puedo hablar maravillas de Messi”, dijo en 2019.

Luis Suárez, muy cercano al argentino en aquel incendio de 2015, ahora en el Inter Miami, lo recordó de manera parecida cuando supo que se reencontrarían: “Junto al maestro Tabárez, fue uno de los entrenadores más importantes de mi carrera, por lo que aprendí”. Como Jordi Alba: “Para mí es el mejor. Ya no solo como entrenador. Como gestión de grupo para mí es un fenómeno”. Una vez aplacó el quilombo de todos los tiempos.