La victoria por penales sobre Estudiantes de La Plata el jueves a la noche en el estadio Jorge Luis Hirschi catapultó a Flamengo a las semifinales de la Copa Libertadores y ratificó la supremacía de los equipos brasileños en este torneo, cuyas últimas seis ediciones ganaron. Además, 19 de los 32 semifinalistas de las últimas ocho ediciones fueron conjuntos de ese país.
La última consagración de un equipo no brasileño en el principal certamen de clubes de América que la de River en 2018: el conjunto dirigido por Marcelo Gallardo alzó el trofeo tras batir a Boca en el encuentro decisivo que se disputó en el Santiago Bernabéu de Madrid. Ese año, el campeón y el subcampeón habían dejado en el camino en las semis a Gremio y Palmeiras.
Desde esa edición hasta la que está en desarrollo, 19 de los 32 semifinalistas han sido brasileños y 10 han sido argentinos. Los únicos equipos que lograron romper esa hegemonía fueron Barcelona de Guayaquil, en 2019; Peñarol de Montevideo, en 2024, y Liga Deportiva Universitaria de Quito, este año.
Entre los equipos brasileños, Palmeiras es el de mejor rendimiento en estos últimos ocho años: llegó seis veces a las semifinales y se consagró campeón dos veces. Flamengo anotó su nombre entre los cuatro mejores cuatro veces y también obtuvo dos títulos. Los otros semifinalistas fueron Atlético Mineiro (dos veces), Gremio (dos), Fluminense (una), Botafogo (una), Inter (una), Santos (una) y Athlético Paranaense (una). De ellos, Fluminense, en 2023, y Botafogo, en 2024, fueron campeones.
En esta edición, Palmeiras, que eliminó a River en los cuartos de final, se medirá con Liga Deportiva Universitaria. Y Flamengo, que dejó en el camino a Estudiantes, será el rival de Racing. Los partidos de ida se disputarán el 21 y el 22 de octubre (aún no fueron establecidos los días y horarios de cada encuentro) en Río de Janeiro y en Quito, respectivamente.
En el mapa del fútbol sudamericano, Brasil se transformó en un continente dentro del continente. Mientras en Argentina la Liga Profesional suma equipos y baja su nivel competitivo, el Brasileirao se consolida como el torneo más feroz de América: diez o doce equipos con planteles de jerarquía, estadios modernos y billeteras que compiten con Europa. Lo dijo Gabriel Milito, ex DT de Atlético Mineiro, tras eliminar a River de la Libertadores 2024: “El fútbol brasileño es el más competitivo de toda América. No hay dos, tres, cuatro equipos fuertes. Hay diez, doce equipos muy buenos”.
La diferencia se nota en los mercados. En 2025, Flamengo incorporó a Samuel Lino por 22 millones de euros desde Atlético de Madrid, mientras que Palmeiras, por su parte, sumó al paraguayo Ramón Sosa desde Nottingham Forest por 12 millones y pagó 25 millones por los goles de Vitor Roque, el fichaje más caro en la historia del fútbol sudamericano. Son movimientos que confirman una lógica de inversión sostenida, con clubes que no solo venden bien: también compran como gigantes.
¿Son SAD estos clubes? No. Ni Flamengo ni Palmeiras están privatizados. Siguen siendo asociaciones civiles en manos de sus socios. Pero operan con una lógica empresarial que los hace parecer sociedades anónimas: gestión profesional, contratos millonarios, marketing global y expansión de marca. En el caso de Palmeiras, la presidencia de Leila Pereira —dueña de Crefisa y FAM— transformó al club en una potencia sin necesidad de cambiar su estatuto. Flamengo, por su parte, diversificó ingresos, profesionalizó su estructura y se convirtió en uno de los clubes con mayor facturación de América Latina.
Este fenómeno no se explica solo desde el fútbol. Brasil es la mayor economía de América Latina, con un mercado interno robusto, acceso al crédito y una industria deportiva que se apoya en marcas locales e internacionales. Esa estabilidad macroeconómica permite que los clubes operen con previsibilidad, atraigan inversión privada y sostengan estructuras que en otros países serían inviables.
Brasil no solo tiene talento. Tiene estructura, inversión y competencia interna. Y eso, en el fútbol de hoy, vale más que cualquier camiseta histórica.
Cayeron en las semifinales: Gremio y Palmeiras
Cayeron en las semifinales: Boca y Gremio
Cayeron en las semifinales: Boca y River
Cayeron en las semifinales: Atlético Mineiro y Barcelona de Guayaquil
Subcampeón: Athlético Paranaense
Cayeron en las semifinales: Palmeiras y Vélez
Cayeron en las semifinales: Inter y Palmeiras
Subcampeón: Atlético Mineiro
Cayeron en las semifinales: Peñarol y River
Semifinalistas: Palmeiras, Flamengo, Racing y Liga Deportiva Universitaria de Quito