Atrás quedó el Mundial de Clubes, un torneo que de antemano se sabía imposible de ganar pero había generado expectativas. El objetivo terrenal era clasificarse a los octavos de final, pero los colosos del fútbol argentino no superaron la fase de grupos. Con diferentes matices, Boca y River fracasaron en suelo norteamericano. Terminaron en deuda, más allá del marketing de sus hinchas, tan destacado por Gianni Infantino, presidente de la FIFA. Sin embargo, como no existe un trofeo para que el equipo que rompe las taquillas, el color y la pasión de las tribunas será apenas una anécdota. La meta, ahora mismo, es dar la cara fronteras adentro.
Sí, Boca y River ya llegaron a nuestro país y mientras los jugadores disfrutan de un breve descanso, deberán tomar del vaso medio lleno que dejó la excursión internacional y armar una estructura competitiva para el segundo semestre. Porque ni siquiera en Argentina, por más que ostenten los mejores presupuestos, lograron sacar ventaja. Boca perdió con Bayern Múnich, pero también quedó afuera de la Libertadores con Alianza Lima. River tampoco pudo con Inter, pero en su propio estadio fue eliminado del Torneo Apertura por Platense. Es decir, a los dos grandes no solo les cuesta superar a los gigantes europeos.
En este contexto, Boca y River se encuentran al frente de una purga. Sí, aunque Marcelo Gallardo lleva casi un año al mando de su segundo ciclo millonario y Miguel Ángel Russo ni siquiera cumplió un mes sentado en el banco xeneize, están atravesados por una situación similar. Estudian las barajas para saber cuánto valor tienen para dar. Hay jugadores que están armando las valijas a orillas del Riachuelo, como el caso de Marcos Rojo, y otros que ya tienen un pie lejos del Monumental, como Miguel Borja. Pero la gran ventana del mercado de pases se abrirá de par en par en diciembre. Entonces, los técnicos tienen que ser quirúrgicos.
El efecto Paredes
Juan Román Riquelme aceleró antes del inicio del Mundial de Clubes con las incorporaciones de Marco Pellegrino y Malcom Braida. Pero hay un jugador que lo obsesiona. Se trata de Leandro Paredes. El volante de la Roma ya dio el “sí” que se esperaba en el verano. Incluso, hasta hay un acuerdo en los números. A tal punto que ayer, día del 31° aniversario del campeón del mundo, hubo un guiño en la torta de cumpleaños con el escudo de Boca.
No obstante, Riquelme fue cauto en sus últimas declaraciones. “Tiene las puertas abiertas de nuestro club, eso es todo lo que puedo decir», afirmó en el canal oficial del club. La idea es hacer un anuncio sorpresa y una presentación a la europea en la Bombonera.
Hay preguntas en torno a varios jugadores. ¿Qué pasará con Nicolás Figal, que arrancó ante Benfica y se fue expulsado? Rojo se iría ahora mismo. También, Cristian Lema, quien ni siquiera viajó a Estados Unidos. Marcelo Saracchi y Sergio Romero son otros dos futbolistas de salida. Milton Delgado, sin protagonismo, también podría irse a préstamo. Frank Fabra se quiere quedar. Y habrá que definir la situación de Exequiel Zeballos, que está en los planes de Sevilla.
En el aspecto futbolístico, fue de mayor a menor. De un gran partido ante Benfica, que igualmente dejó escapar en los detalles, a ser superado por Bayern Munich y no poder vencer a un equipo semi amateur como Auckland City. Russo deberá trabajar, sobre todo, en la pelota parada defensiva. Y tiene una tarea para el hogar: recuperar a Edinson Cavani y a Carlos Palacios, que parece no entender el contexto de Boca.
Palacios se quejó de la exigencia del mundo Boca
Carlos Palacios le dio una entrevista al diario As y encendió la polémica. “El hincha de Boca es muy apasionado, muy eufórico. Aparte de que han ganado todo, están acostumbrados a ganar, para ellos es normal. Hay que ganar siempre y se acostumbraron a eso, entonces te llega una presión que a veces te puede cambiar todo. Es normal, a veces esperan que juegues todos los partidos bien“, declaró.
“Se habla de que uno no puede salir, pero uno a veces uno quiere disfrutar el momento. Voy por ahí a distraerme un rato. Soy persona, soy joven. Tengo una vida, más allá de la presión que uno sabe que tiene”, cerró el chileno.
Volver a ser
Gallardo hizo un análisis durante su estadía en Seattle y tiene que ver con la estrategia de juego. “No tengo los jugadores para presionar como en otros tiempos”, declaró. Pero es el responsable, claro. En definitiva, los eligió él. En ese sentido, la llegada de Maximiliano Salas -que se concretará por estas horas- puede darle esa intensidad que hoy aparece en cuentagotas. Con la transferencia de Franco Mastantuono al Real Madrid, el Muñeco buscaría un equipo diferente, ¿más cercano al 4-3-3 con el delantero de Racing de un lado y Luis Cepeda, de Colo Colo, del otro?
Hay futbolistas que se irán ahora. Uno de ellos es Federico Gattoni, que volverá al Sevilla. Leandro González Pirez, Milton Casco, Matías Kranevitter, Rodrigo Aliendro, Gonzalo Tapia, Manuel Lanzini, Borja, Matías Rojas y Santiago Simón corren de atrás y son prescindibles. Nacho Fernández y Enzo Pérez dejarían el club año. River gastó 50 millones en incorporaciones, pero habrá dinero fresco por la joya de Azul.
El equipo tiene pendiente una evolución de su juego. Más allá de que venció a Urawa Red Diamonds, ante Monterrey -especialmente- e Inter faltó peso en el área. Por eso Borja está en la mira. Y la Libertadores es la gran meta para 2025.
Boca y River están en etapa de reconstrucción. En el camino, deberán conquistar algún título para no terminar el año tan vacíos como ahora.
Gallardo le pidió a Borja que se quede hasta fin de año
Miguel Borja pasó de ser el goleador de River a fallar una y otra vez en el área. El colombiano no está cómodo en el club y está pensando en una salida. Es más, ya tendría todo acordado con Tigres de Monterrey. A tal punto, que le planteó la situación a Marcelo Gallardo. Y aunque el atacante corre de atrás, el Muñeco le dijo que lo necesita hasta fin de año.
Por otro lado, Federico Gattoni continuaría en el club. Hoy vence el préstamo del ex zaguero de San Lorenzo, que debería volver al Sevilla. Desde Núñez debían desembolsar 947 mil euros porque estaba condicionado a una futura venta. La idea es extender la cesión, al menos hasta diciembre.