Iban 47 minutos de juego del partido entre Eintracht Frankfurt y Liverpool por la Champions League cuando, de repente, la transmisión en vivo de ESPN dejó de mostrar el campo de juego y enfocó la cabina de transmisión en la que estaban el relator Juan Manuel «Bambino» Pons y su comentarista, Jorge Baravalle. «Hola… ¿cómo les va?», reaccionó el periodista ante una situación divertida que se volvió viral.
El 5 a 1 de los de Arne Slot sobre los alemanes pasa al recuerdo como otra gran actuación que los perfila para llegar a instancias decisivas y, además, como la tarde en la que se conoció el «tras bambalinas» de las transmisiones deportivas.
Los segundos que la transmisión tomó a los relatores dejó al descubierto la desesperación en vivo de los productores por lo que estaba sucediendo, las reacciones de los que ponen las voces para miles de espectadores y los detalles del lado B de los relatos.
Pons, relator de extensa carrera en partidos de fútbol, sobresale del resto de los relatores del fútbol europeo por sus latiguillos y sus cantos de gol, como cuando reversionó un clásico de los Beatles -«Hey Jude» pasó a ser «Hey Ruud»- para celebrar un gol del ex jugador neerlandés Van Nistelrooy.
«Bambino Pons»
Porque estaba relatando el partido del Liverpool y, de la nada, apareció en vivo en plena transmisión. El productor en un cumpleaños. Encima el Bambino tiró un ‘Hola, ¿cómo les va?’, qué pedazo de tipazo.
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Esta vez, junto a Baravalle, vivieron curiosos segundos, de los que salieron con la misma gracia y elegancia con la que el ex Manchester United definía ante el arquero.
Pons hacía referencia a la vestimenta del DT del Liverpool cuando un pelotazo llegaba al área del Eintracht Frankfurt, que fue local y que estaba necesitado de cambiar el rumbo del partido para aspirar a la clasificación a la próxima fase.
El balón había llegado a los pies del francés Hugo Ekitike, jugador del Liverpool, cuando de repente la transmisión dejó de mostrar el partido para pasar a la cabina de relatores. Ambos estaban sentados en sus sillas con auriculares puestos y micrófonos de mano listos para usar ante cualquier circunstancia del juego. Detrás de ellos, una productora miraba el partido apoyada sobre una pared.
Mientras Ekitike bajaba «bien» la pelota, según el relato de Pons, Baravalle se dio cuenta que el partido ya no era transmitido, sino que estaban ellos al aire y rápidamente le hizo un gesto a alguien con su brazo izquierdo. Chasqueando dedos, moviendo su mano, buscaba, sin hacer ruido, captar la atención del director para que en la pantalla se vieran los futbolistas y no ellos.
Pons interrumpió por segundos su relato al darse cuenta, pero no gesticuló. La productora que estaba detrás de ellos intentó ayudar con premura y salió corriendo, pero sin resultados en ese par de segundos que recién habían transcurrido.
«Hola… ¿cómo les va?», saludó Pons para aflojar la situación y hacer del incómodo e inusual momento algo más pasajero y simpático.
Las señas de Baravalle se hicieron más aparatosas mientras pasaban los segundos y el partido ya no se transmitía. Señalaba, mostraba el error, con el sonido ambiente del partido de fondo.
La productora abrió la puerta raudamente para ir a otro lado del sector del canal a intentar resolver el inconveniente, hasta que después de unos segundos, la transmisión volvió a mostrar el partido.
Ahora, la pelota estaba en la mitad de la cancha y el marcador no se había movido, seguía 3 a 1. El resultado final sería 5 a 1 a favor de Liverpool.
En X el video se multiplicó y se expandió como una anécdota divertida que los fanáticos del equipo de Frankfurt no querrán ni pispear, ni siquiera para ver cómo fueron aquellos 20 segundos en los que en el otro lado del mundo, su dura derrota tuvo una curiosidad que se vio desde ambos lados de la pantalla.